~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 9.

Parpadeé varias veces. Mis ojos estaban viendo algo que no mi cerebro no podía creerse. ¿Cuánto tiempo hacia que no lo veía? Un montón.

El nuevo Justin chocó los puños con su mejor amigo, Ryan,  y se dieron un varonil abrazo, golpeándose en la espalda. Cuando se separaron pude ver perfectamente el aspecto de Justin. Había cambiado muchísimo. Se había rapado el pelo por los lados y en la parte superior lo tenía largo, bien peinado hacia arriba. Su espalda estaba más ancha y sus brazos más trabajados. Aunque llevara esa chaqueta del equipo de fútbol, se notaba que estaba más formado y que en la cárcel había estado haciendo ejercicio. A Ryan le sacaba media cabeza, así que también ha pegado un estirón. No había perdido aquella sonrisa blanca de dientes alineados ni sus ojos mieles atrayentes. Cuando me fijé más, pude ver que tenía un pendiente en su oreja derecha. Pues si que había cambiado, pero sus supras las llevaba igual. Me pregunto si en la cárcel le habían obligado a quitárselas.

Salí de mi inspección cuando Lorena empezó a murmurar palabras de odio hacia él. Es verdad que la había conocido después de que Justin entrara en la cárcel, le había contado todo lo que había pasado con él, con nosotros y todo el efecto que había causado en mi y el que seguía causando. Porque al verle de nuevo, mi corazón ha empezado a latir a toda velocidad.  Y es que ahora no sabía si correr a su encuentro y abrazarle, o saludarle con dos besos o con un saludo de manos. O si salir corriendo y encerrarme en casa. Porque como me dijo Lorena una vez, las cosas no iban a ser como antes y de eso estaba muy segura. Tanto Justin como yo habíamos cambiado. Mucho.

Lorena me sacudió el brazo insistiendo en que nos fuéramos a casa, pero no podía moverme del sitio. Solo podía ver como Justin seguía bromeando y saludando a sus amigos. Sus ojos de repente conectaron con los míos y me sentí atrapada. Un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome estremecer. La sonrisa blanca de Justin desapareció al instante. Agaché la cabeza sintiendo como mis mejillas se tornaban de un color rojo y empujé a la gente lo más rápido posible saliendo del círculo humano, con Lorena replicandome detrás.

Una vez fuera de las puertas del instituto encendí un cigarro. Inhalé y exhalé, relajándome.

-Deja de fumar. -Lorena me quitó el cigarro y lo tiró al suelo aplastandolo con el zapato.

-¡Oye! Necesito fumar, por favor. -Le supliqué poniendo morritos.

-¡No! Es malo para tú salud.

-Me importa una mierda mi salud.

Ella se quedó callada sin rechistar y eso era raro ya que ella siempre estaba haciéndolo.

-No te muevas.- Susurró.

-¿Porqué? -Gruñí frustrada porque ella no me había replicado. En el fondo me gustaba, porque se preocupaba por mi.- ¿Y porqué susurras?

-Justin Bieber se está acercando a nosotras.

-¿¡Qué!? -Intenté girarme pero Lorena me agarró de los brazos deteniéndome.- No quiero hablar con él.

-Tienes que hacerlo.

-No, no quiero confundirme más de lo que estoy. -Me deshice de su agarre y salí corriendo por la calle, alejándome del instituto y de Justin Bieber.