Capítulo 3.

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Al día siguiente, me levanté a toda prisa. Iba a llegar tarde y el imbécil de mi hermano no me había despertado.

No tenía ganas ni de ver a Justin, ni a Sergio.

Al llegar al instituto, me encontré con  Sergio liándose con la novia. Se separaron, me miraron y se acercó ami con mala cara.


-Señorita tenemos que hablar-dijo este con tono enfadado.

-Joder tío, ¿no puedes esperar a llegar a casa? -me quejé.

-No, es urgente. Y no me llames tio. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir, ________?-Volteé los ojos. Él siempre era tan dramático.

-¿De qué querías hablar, Sergio?- crucé mis brazos encima de mi pecho.

-¿Quién era el chico que estaba anoche en casa?-me señaló con su dedo índice y vaciló.

-Ya te lo dije anoche-bufé.- Un compañero de clase que me vino a pedir unos apuntes que necesitábamos.

-¿Tan tarde?

-¿Acabas ya con el interrogatorio?- me quejé. - Ojalá lleguen mamá y papá de ese viaje de negocios, me tienes harta- alcé la manos y me fui a mi taquilla para coger mis libros.


Una mano se apoyó en mi hombro y unos labios húmedos rosaron mi oreja.


-¿Preparándose para ir a las primeras clases?- susurró con una voz ronca, que me pareció demasiado sexy, en mi oído. Un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome estremecer.-¿Te vienes a dar una vuelta?


Respiré hondo tratando de relajarme.


-No puedo, Justin. Si mi hermano se entera de que falto a clases me mata.

-Vas a venir conmigo quieras o no.

-Pero Justin, mi hermano...-me interrumpió.

-Olvídate de tu hermano de eso ya me ocupo yo.


Agarró el brazo de Christian Beadles que justo pasaba por su lado. Ellos dos son amigos y están en la misma pandilla, según me había enterado por ahí.

Christian le soltó un par de insultos en voz alta. Justin pasó de los insultos y le dijo un par de cosas en el oído a Christian. Christian asintió, chocó el puño con Justin y el otro se fue por el camino que iba a tomar antes.


-Asunto arreglado.- Justin se encogió de hombros. A saber lo que me iba a suceder ahora.-¿Vamos? -estiró la mano para que supuestamente se la cogiera.


Rodé los ojos y tiré los libros que descansaban en mi brazo, dentro de mi taquilla. Cerré la taquilla y le miré- ¿Es obligatorio que vaya? 


-Tienes que venir quieras o no.

-Joder, ¿se puede saber que es lo que quieres de mi?


Hizo un amago de responder y se encogió de hombros. Agarró mi mano cuando sonó el timbre y todos salieron corriendo para no llegar tarde a sus clases. Entrelazó nuestros dedos, algo que me pareció un acto bastante raro viniendo de Justin Bieber.

Tiró de mi escaleras abajo y caminamos en silencio hasta llegar a su moto. Dichosa moto. Es preciosa. Recuerdo como mi hermano fue el primero en decírselo. Después de eso no se hablaron más.

Justin me tendió un casco, lo cogí y se puso uno. Me puse el mio y me subí con su ayuda. Él se subió, obviamente delante de mi. 

Arrancó con fuerza haciendo que mi cuerpo se fuera hacia atrás por la inercia, pero con suerte me agarré antes de tiempo a los hombros de Justin.


-Puedes agarrarte ami cintura, no muerdo.

-Pero si matas-murmuré entre dientes.

-Venga nena.- Aceleró más haciendo que baje mis brazos abrazando su cintura. Maldito cabrón- Así me gusta, nena. ¿Preparada para el paraíso?


¿Es qué para Justin Bieber había paraíso? Yo lo dudaba completamente.

~El misterio~ {Justin Bieber & tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora