Me adentré más y quité las ramas de los árboles de mi camino.

—¿Tú esperas ser adoptada algún día?

—Perdí mis esperanzas cuando tenía 5 años. Todos los padres que vienen se fijan en los niños divertidos y sociables, y yo soy lo opuesto a eso –dije y empecé a recoger las ramas y hojas del suelo.

—¡Pero eres hermosa!

—La belleza es sólo algo natural que vino conmigo al nacer, pero no es nada si tienes una personalidad como la mía. —Levanté una ceja y examiné los palos. Amanda tomó algunas hojas.

—Creo que entiendo.

—Lo entenderás a su tiempo, no aceleres mucho tu mente a cosas que no podrás entender en este momento —aconsejé y busqué una rama con punta.

—¡Dices cosas tan complicada! —Miró alrededor—. ¿Qué vas a hacer?

—Trampas —respondí y me senté en una roca mediana.

—¿Vas a atrapar animales?

—Claro que no, necesito practicar mis reflejos y tú. —La apunté con uno de los palos—. Me ayudarás a hacerlas.

Suspiró.

—Este será un largo día...

***

Atsuko Kagari Pov

«Paso por paso...» Fruncí mi ceño. «Necesito aprender esto para irme a jugar». Quería salir rápido, pero... «¡Cada cosa que hago es difícil si no puedo dejar de pisar a este niño!»

—Los bailes son muy importantes a la hora de una celebración o ceremonia de agradecimiento. También las fiestas que hace la reina; debe aprender a bailar con los invitados, y has llegado a la edad donde conocerás a muchos hombres atractivos y tienes que lucir siempre hermo--

—Hermosa, lo sé. —Rodé mis ojos—. Me lo repite siempre.

Recibí unos pequeños golpecitos del abanico en su mano en mi cabeza.

—Ahora, postura firme, mirada siempre arriba, sonríe al invitado y no te equivoques. Repite conmigo.

—Uno, dos, tres, cuatro, uno, dos, tres, cuatro.

—Paso hacia delante, paso hacia atrás, paso hacia la derecha, luego hacia la izquierda y por último un giro completo.

—¿Así?

—Vas muy bien, hazlo 5 veces más sin equivocarte y podrás retirarte a jugar todo lo que quiera, princesa. —Sonrió—. Recuerda no bajar la mirada; no debes ver tus pies. Tus ojos siempre en los de tu pareja.

Suspiré cansada.

—Está bien...

10 minutos después

—¡Lo logré! —exclamé y me separé del niño con brusquedad provocando que cayera al suelo—. Lo siento... —dije apenada.

—Bien echo, mañana practicaremos lo mismo a la hora indicada. No llegues tarde y trae siempre tus zapatos de baile cuando practiquemos; debes acostumbrar a tus pies a moverte en tacones —dijo abriendo su abanico para tirarse fresco.

—¿Puedo irme? —pregunté un poco desesperada.

—Sí, pero recuerde que la cena estará lista en una hora y debe llegar treinta minutos antes para prepararse y estar presentable ante sus padres.

Asentí.

—Princesa Atsuko.

—¿Sí, príncipe Félix?

Había una vez... (Diakko♥)Där berättelser lever. Upptäck nu