De Todo X Lectores.

Yugi x F.reader: Gemu shikan da!

Me enamoré de ti en un bazar,
Me enamoré de ti en un bazar,
Entre cuadros y revistas,
Camicetas, discos y jeans.

Esto esta basado en Yami de Season 0, por lo que puede contener violencia, vocabulario obsceno, sangre y torturas.
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Era temprano por la mañana, el pequeño Yugi se encontraba desayunando con su abuelo cuando el timbre de la tienda resonó, indicando la llegada de un cliente.

Qué raro, no solemos tener clientes tan temprano los fines de semana- dijo el abuelo, dirigiéndose a la parte frontal de la tienda. Yugi también sintió esto un poco extraño, por lo que decidió observar a escondidas desde la puerta escuchando la conversación que se iniciaba del otro lado.

Oh, es raro verte por aquí. Dime, ¿Cómo está tu tío?- dijo el abuelo, al parecer conocía a la persona que había venido tan inadvertidamente al lugar.

Bastante bien, ¿Cómo se encuentra usted? Le traje algunas cosas que encontramos en el ático durante la limpieza de primavera, están intactas y pensé que le interesarían- respondió una voz aguda, que Yugi pensó que probablemente sería de una niña pocos años menor que él, asomándose para ver lo que trajo consigo. Con intriga se acercó a su abuelo para preguntar por los objetos.

Percatándose de su presencia, la niña permaneció en silencio, lo que hizo que el joven se disculpara inconscientemente antes de presentarse con ella- lo siento, no pude evitar sentir curiosidad por lo que trajiste, soy Yugi- se presentó avergonzado por su emoción de poder ver esos juegos, recibiendo una inclinación de cabeza por parte de ti, quien tímidamente le indicó conocerlo por asistir a algunas clases con él, solo que a lo mejor no te reconoció por no hablar en ellas.

Lo siento, cuando se trata de juegos, es como si todo a mi alrededor desapareciera. Debí haberte reconocido- volvió a disculparse rozando levemente su nuca.

No hay problema, es en parte mi culpa por ser tan tímida, las personas suelen olvidar mi presencia si no les indico que estoy ahí. No es tu culpa- le hiciste saber ahora un poco avergonzada.

Ambos rieron con esto, alargando la conversación que tenían y discutiendo sobre los juegos que habías traído. Los cuales lucían bastante bien a pesar del desgaste por conservarse tanto tiempo guardados en un ático, en medio de todo el polvo y la humedad, que deterioraron un poco algunos empaques pero de alguna manera no dañaron el estado de las piezas y tableros.

Parecen juegos muy interesantes y poco comunes los que tienes aquí pequeña, para tu buena suerte se encuentran bastante bien y creo poder venderlos en la tienda- afirmó el abuelo con una cálida sonrisa.

Me alegra que le gustara abuelito- dijiste levantándose de la silla en que te encontrabas- me encantaría quedarme pero tengo algunas cosas más que hacer, los veré otro día- te despediste.

¡Te veré en la escuela! ¡Espero seamos muy buenos amigos!- sonrió Yugi, agitando su mano en señal de despedida.

Así comenzó una tierna amistad entre los dos, quienes solían frecuentarse en la escuela, donde ya no parecías tan reacia a hablar, al menos con él, y la tienda de juegos para charlar y jugar. Disfrutando de la compañía del otro, ya fuese entre risas o en completo silencio, no era problema para Yugi, a quien no le molestaba tu presencia, hasta llegaba a entretenerle bastante por tu naturaleza calmada y abierta a cualquier juego que él propusiera. Ignorando por completo pequeños gestos que podías llegar a tener de vez en cuando con él que delataban tu gran aprecio hacia su persona, que poco a poco iba en aumento al punto de rubores en tus mejillas, pero que pasaban desapercibidos incluso por su otra personalidad...

Era hora del almuerzo, te dirigiste al salón de Yugi como ya se había hecho costumbre para comer junto con él y su grupo de amigos en la azotea, donde parece que discutían sobre una salida grupal a un bazar en la ciudad al cual te invitaron a asistir con ellos a la salida.