De Todo X Lectores.

Twisted Wonderland Escenario: Su risa.

Los escenarios serán de los chicos con las risas/sonrisas más peculiares en el juego y tu reacción al escucharlas/verlas, con videos adjuntos de las mismas. Recuerden que si tienen otros escenarios que les gustaría ver de este juego o alguna serie pueden pedirlo sin problema.

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Floyd Leech.
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En los pasillo de Night raven, Floyd se encontraba caminando bastante animado a uno de los cursos donde te encontrabas para otra cita de juegos.

Estrellita, ¿Dónde estás?~ tarareó el muchacho a modo de llamarte desde la puerta de tu salón.

Me pregunto quién serás~ respondiste devolviendo el llamado y acercándote a él en cuanto guardaste tus cosas.

¿Lista para irnos?- tomo tu mano como le era costumbre, arrastrándote por el pasillo.

En el camino se encontraron con un tumulto de personas que observaban una pelea. Con curiosidad por ver de quienes se trataba Floyd y tu asomaron sus cabezas entre el público. Una risa se escapó de los labios de él en ese momento, burlándose de lo estúpidos que Ace y Deuce se veían al pelear con estudiantes mayores por unos huevos.

Por tu lado, no dijiste nada por encontrarte con esa risa que te sonaba como la un paciente con problemas respiratorios generados por el tabaquismo teniendo un ataque de tos luego de reír con un mal chiste. Haciendo que te preocuparas un poco de si él se encontraba bien.

Luego de un rato en que se calmó, volteó a mirarte con una expresión neutra- Estrellita, ¿Ocurre algo?

¡Eh! No, nada. Solo me sorprende las cosas por las que uno puede pelear aquí- inventaste una excusa, desviando la mirada.

Ruggie Bucchi.

Te encontrabas en el jardín botánico en busca de unas frutas para comer. En eso, la voz de Ruggie llamó tu atención, al parecer estaba cuidando de Leona durante una de sus siestas.

¿Qué haces? Es extraño verte aquí- se acercó a saludar, mirando lo que traías contigo.

Estaba juntando algunas frutas que el líder me pidió, planea hacer unos batidos para los miembros del club de cine- le explicaste, juntando las frutas en una canasta.

Típico de Vil. Aunque te recomendaría no sacar más de un par porque los cuidadores se enojarán si se enteran. Descuida, te cubriré si eso pasa por un pequeño costo, claro- advirtió, riendo un poco al imaginar la cara que pondría.

Como tu mente estaba enfocada en las frutas juraste que los aspersores de agua del jardín se habían activado cuando escuchaste su risa, mirando en toda dirección en busca de la fuente del sonido. Pero no veías nada inusual.

¿Esta cantidad está bien?- le mostraste la cantidad que habías recolectado, esperando que no fuera mucha.

Supongo que sí, si me dejas unos mangos a cambio de mi silencio- dijo con una sonrisa pícara, dejando salir otra risita que te desconcertó.