De Todo X Lectores.

Near x F.reader: Reencuentro.

Estabas ansiosa, más no podías expresarlo, ya no podías expresar nada desde hacía algún tiempo. ¿Todos estos años de espera para verlo regresar sano y salvo tenían algún sentido? Por supuesto que sí, pero a la vez la frustración, la tristeza, el miedo había tomado lo mejor de ti durante esos años. Viendo cómo todo se iba poco o poco, llamada tras llamada de los eventos en Japón.

Querías verlo, pero también deseabas poder ver a los demás, a los que no podías volver a ver. Aún recordabas el día de su partida, fría como él en esos momentos.

Flashback...

Te encontrabas nerviosamente esperando tras la puerta de madera, tratando de escuchar la conversación al otro lado, aunque no pudiste divisar otra cosa que los gritos de Mello hacia Near. ¿Por qué estaría tan molesto? Se supone que llamaron a ambos para tomar el caso de Kira, ¿no era algo bueno?

Trataste de hablar con Mello en cuanto lo viste salir pero él solo te evitó, a ti y a todo con el que se cruzó por su camino en dirección a su habitación. Decidiste no seguirlo, lo mejor era dejarlo solo hasta que se calmara. Volteaste a Near, quien salió unos segundos después, pero obtuviste el mismo resultado, una fuerte tensión en el aire que inundó el lugar.

Near...- murmuraste a lo bajo, volviendo a tu cuarto algo deprimida. Si ellos tomaban el caso, que estabas segura que lo harían, no volverías a verlos en mucho tiempo, tal vez para siempre. Por lo que armaste unos pequeños regalos de despedida en lo que la noche llegaba.

Mello es muy impulsivo, así que no me sorprendería que tratara de escapar...- pensabas mientras escribías en una libreta, cuando escuchaste un golpeteo en tu puerta- Hablando del rey de Roma....- te dirigiste a abrirle a tu invitado, quien estaba cargado con su mochila- Mello...- trataste de actuar sorprendida.

Hey...solo quería despedirme- saludo evitando contacto visual.

¿Te vas tan pronto?- lo miraste con ojos cristalinos de cachorro, a ver si así al menos se dignaba a hacer menos incómodo el momento.

Si, debo irme____. Te extrañaré, prometo escribirte de vez en cuando o tratar de comunicarme cuando pueda- dijo esbozando difícilmente una sonrisa acariciando tu cabeza y posteriormente abrazándote- prometo volver por ti en cuanto todo esto termine, solo espérame, ¿sí?

Prométemelo, que todos volverán sanos y salvos- devolviste el abrazo con una extraña sensación de inseguridad, teniendo un mal presentimiento- Quiero que tengas algo, para recordarme- le regalaste un rosario que pertenecía a tu padre y guardabas en una caja como recuerdo, puesto que a menudo lo veías interesado en él por su aspecto tan rústico- siempre te ha gustado más que a mí, así que puedes tenerlo- le sonreíste sin problemas, antes de despedirse del todo, siendo la última vez en que verías a tu amigo.

Con Near, la cosa fue un poco diferente. Para empezar, él no se fue sino hasta 3 días después de su asenso como L, en los que los dos parecieron distanciarse poco a poco. Deduciendo que a lo mejor él quería evitar una escena dramática al ignorarte, obteniendo el resultado opuesto, hiriéndote en el proceso.

La mañana de su partida llegó y con ella un roto corazón. No dijeron nada, no hicieron nada, solo se quedaron mirando el uno al otro desde sus puertas. Él con su expresión fría de siempre y tú con ojos vacíos, no reflejaban tristeza, dolor o cualquier otra emoción, como si aún intentaras procesar su partida.

Hasta pronto ____- se despidió, mochila al hombro y su pijama aún colocada.

Adiós...- alcanzaste a decir entre una ráfaga de emociones.

Fin del flashback...

Fue bueno conocerte supongo...- murmurabas, ordenando unos papeles en tu mesa. Luego de la partida de tus amigos, la casa Wammy se había vuelto una prisión para ti, por lo que pediste formar parte de un escuadrón de policía de Londres con tal de tener una distracción. Pero ni siquiera eso lleno el vacío en tu corazón, preguntándote si ese mismo sentimiento habría experimentado Mello al dejar que lo asesinaran con tal de cumplir con ese condenado caso en Japón.