De Todo X Lectores.

Jin Aizawa x F.reader: Conviviendo.

Tú te encontrabas en un campamento de verano, al cual asistías desde hacía ya algunos años.

Apenas llegado el autobús que recogió a todos esa mañana, tus instructores comenzaron a asignar los compañeros con los que cada uno debería colaborar hasta finalizado el verano. Tocándote con el único niño con el que nadie más quería hacer equipo por su aparente "aspecto cadavérico" que asustó a muchos en lo poco que llevaban de conocerlo, pero que a ti te daba igual.

Incluso luego de hablar con él por un rato, llegó a parecerte alguien bastante interesante, aún con lo tétrico que podía parecer a simple vista pero solo cautivaba más tu curiosidad, al no ser el primer compañero que te tocaba de este tipo en estos campamentos. Por lo que, no tuviste ninguna queja respecto a hacer grupo con él, al menos hasta que les dieron como tarea buscar madera para leña en el bosque. Pues, si bien la tarea no era muy complicada, debían de tener cuidado ante cualquier cosa que pudiese pasar, más aún con Jin caminando por todo el lugar como un zombie, tambaleándose con cada paso que daba de lo cansado que se encontraba; haciendo que le preguntases si había podido dormir bien durante la noche o al menos durante el viaje en el autobús que los trajo.

Oye, ¿Te encuentras bien? Luces cansado y hasta un poco pálido-preguntaste deteniendo el paso para voltear a mirarlo.

Si, solo no dormí bien anoche. Suele ocurrirme así que no es algo por lo que preocuparse, sigamos con lo que tenemos que hacer-dijo despreocupadamente en su macabro tono de voz, tomando algunas ramas cercanas y colocándolas en la bolsa de consorcio que les dieron- además, nada puede ocurrirme con mis espíritus guardianes a mi lado.

¿Espíritus?- preguntaste nuevamente un poco escéptica.

Si, 323 de ellos para ser precisos. No hay nada que pueda lastimarme sin que ellos tomen represalias- rio en lo que te pareció un tono juguetón pero que podía considerarse un tanto sádico por su voz.

Mmm, que bueno por ti entonces- reíste siguiéndole el juego, o lo que creías era un juego- significa que tienes a alguien contigo todo el tiempo que te cuidará.

Lo sé, es increíble ¿Verdad? Casi nadie me toma en serio cuando se los digo o simplemente se asustan- dijo algo eufórico, como si de un momento para otro todo su cansancio se hubiese ido- mis espíritus están alegres y de seguro te lo agradecerán.

Hm, me alegro por ello, supongo- sudaste frío, al parecer lo decía en serio y no solo estaba jugando al sexto sentido.

Así finalizaron su pequeña conversación por esos momentos, comunicándose con algunas señas en lo que terminaban con su trabajo, mientras disfrutaban del poder apreciar el ambiente tan tranquilo que los rodeó hasta tener que volver al animado punto de retorno del campamento, que si bien no se encontraba muy lejos de la ubicación de ustedes, si lograban apreciar una diferencia de atmósfera.

Una vez de regreso al tumulto de adolescentes en el punto de encuentro, los instructores comenzaron a asignar las siguientes órdenes con los encargos de cada equipo respecto al almuerzo. Por suerte para ti y Jin, su labor ya estaba cumplida, habían recolectado la leña y prendido el fuego, por lo que solo les restaba esperar para comer. Pudiendo elegir sin problemas un sitio donde sentarse hasta que llegase la comida, la cual degustaron pacíficamente desde sus lugares al lado de un arroyo, que generaba un escenario simplemente mágico para comer.

Ahhh.... ¡Qué rico estuvo el estofado! No creo poderme levantar en un par de horas- dijiste estirando tus brazos un poco en lo que te recostabas en el césped junto a Jin luego de haber lavado sus platos-¿No lo crees Jin?- miraste a tu costado para observar que él ya se había quedado dormido antes que tú, haciéndote largar una pequeña risa.