De Todo X Lectores.

Nagi Mikado x F.reader: Dulce de limón.

Actualización de la historia anterior, menos picante y más picarona.
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N-nagi- no pudiste hablar, él cubrió tu boca con una mano, llevando la otra a sus labios.

Shh...-te silenció volviendo a estampar sus labios contra los tuyos, profundizando este beso más que el anterior.

Podía sentirse la ferocidad con la que lo hacía, dejando a sus instintos actuar en ese momento. Sus mejillas se volvían cada vez más rosadas mientras la temperatura de sus cuerpos se elevaba. Él iba muy en serio. Sin siquiera pensarlo deslizó su mano por tu torso hasta llegar al cuello de tu camisa, desabotonando los primeros botones, entrando en contacto con tu piel. Podía notar tus nervios por el ligero sudor de tu frente y los rápidos latidos de tu pecho al recostarse sobre este. Nagi río por lo bajo ante tal vista. Te encontrabas tan expuesta e indefensa que simplemente lo amaba, excitándolo más de lo que ya lo estaba.

Esa misma tarde....

Todos los miembros de H.E.A.V.E.N.S. se encontraban reunidos el hotel privado de Raging Entertainment por el fin de semana en celebración del éxito que había tenido su último disco y decidieron acompañarlo con la boda de Kira. ¿Quién hubiera dicho que el miembro más callado sería el primero en casarse?

Todo estaba meticulosamente organizado. Eiichi incluso invitó a la novia y las damas de honor para el evento nocturno posterior a la ceremonia en el jardín principal. Sería como una gran pijamada, al menos en su mente...

Una vez todos reunidos él se dispuso a llamar la atención golpeando suavemente una copa con una cuchara.

¿Listos para el brindis?- anunció Eiichi desde la mesa principal- ¡Por los recién casados! ¡Qué su matrimonio sea próspero y duradero!

¡Salud!- gritaron todos, bebiendo de sus copas de champagne, disfrutando del resto del banquete cubierto por los más finos platillos que pudieron conseguir.

Que delicioso...- pensabas degustando una porción tras otra de los distintos platos sobre la mesa.

Ten cuidado, no querrás atragantarte jajaj- rio Nagi, llamando tu atención. Él aún llevaba puesto su traje de la ceremonia pues no tuvo tiempo de cambiarse.

Ja ja, yo debería decir lo mismo, señor de los anillos. No querrás arruinar tu traje con comida en ella- dijiste juguetona con intenciones de querer salpicar algo de salsa de tu plato en su chaleco de Versache. Nagi sintió estas intenciones y se alejó de ti rápidamente corriendo por la sala.

¡Atrápame si puedes en esos tacones pitufina!- te retó a atraparlo. Dejando tu plato sobre la mesa, te quitaste los zapatos y comenzaste a correr tras de él como en sus viejos tiempos de adolescencia.

¡Ya verás pequeña oveja!- pasaste por toda la sala persiguiéndolo mientras él se jactaba de ser más veloz.

¡Oigan no corran por toda sala! Parecen niños- dijo el más infantil del grupo, viendo como Yamato se unía al juego de corridas con Shion siguiendo por detrás- ¿Por qué nunca escuchan a su líder?- preguntó para sí Eiichi.

Porque es muy difícil tomarte en serio, sobretodo viéndote ebrio- dijo en seco el recién casado, quien acompañaba a Eiichi en la cocina preparando los tragos para los mayores.

Oye, como que la vida de casado ya te está cambiando, ¿No crees?- respondió molesto entre inicios de hipo.

No me siento diferente- sentenció la conversación cargando con una bandeja de tragos que llevó a la mesa principal- por el contrario, tú sigues igual de inmaduro...- pensó.

¡Quiero proponer otro brindis! ¡Por que me den sobrinos antes de llegar a los 30!- gritó un poco ebrio el segundo mayor del grupo, Van.

Todos lo miraron algo sorprendidos y hasta avergonzados, pero Van rápidamente indicó que solo era una broma. Siguiéndole el juego varios hicieron bromas por el estilo, especialmente los que ya estaban algo pasados de copas.