De Todo X Lectores.

Near x F.reader: Vals de caramelo.

Bésame en tiempo de vals,
Un, dos, tres, un, dos, tres
Sin parar de bailar.
(Chayanne)

Por cierto, al final del one shot les dejo un glosario de todos los términos que a lo mejor no se llegaran a entender, ya que me adapte un poco (mucho) al modo de hablar de Near para escribir esto (sorry not sorry?)
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Era una espléndida noche sin duda, el cantar de las ranas se mezclaba con el coro de las calmadas olas en el mar a la par del elegante y cuidadoso trazo de cada paso en su andar. Ella amaba el ballet y eso se podía notar con solo mirar la expresión de alegría que transmitían sus ojos y lograban cautivar hasta el más frío corazón en aquella sala de la casa Wammy.

Él no fue la excepción, aun cuando no lo expresara abiertamente, había sido atrapado por tan exótico espécimen frente a él. Admirando cada paso, cada roce de sus manos con el aire que la rodeaba, cada simple mirada que de vez en cuando le dedicaba durante su acto. Cómo deseaba secretamente corromper tan delicada flor, sin dejar permitir que se escapase de sus manos para acabar por pudrirse en las manos de la mórbida y putrefacta sociedad.

La joven acabó con su acto, recibiendo aplausos mientras daba una respetuosa reverencia a su público, por haberle dedicado su tiempo a ella, a quien aún le quedaba un acto más antes de finalizar la noche, apresurándose a tomar su violín para dar su última sinfonía.

Hoy les tengo algo preparado y espero que me puedan conceder este "capricho"- exclamó dulcemente mientras tomaba su arco y se preparaba en su postura, tomando un poco de aire en lo que recordaba la tan enérgica pieza como lo solían ser la de Paganini.

Por favor, adelante- murmuró entre una imperceptible sonrisa el joven albino desde su posición en su silla, oírla tocar siempre era un deleite para inspirar su creatividad en resolución de problemas al ayudarlo a expandir su pensamiento lateral.

La pieza fue una de la más agitadas y alegres hasta ahora, no había duda de ello. Se notaba claramente en la seriedad con la que los ojos de ella miraban las cuerdas del violín, las cuales iban y venían casi como un zumbido de una abeja al compás de la música. La cual, una vez finalizada fue alegremente adornada de los aplausos de su público.

Espléndido como de costumbre...- halagó por debajo de su respiración el pequeño mientras aplaudía junto a los demás al término de la presentación de la doncella. Levantándose vagamente, dirigiendo su andar a la misma, la saludó de manera rutinaria.

¿Cómo estuve? ¿Te gustó?- sonrío alegre esperando una reacción por parte de él.

No lo sé, tu dime, tu eres la experta en música y yo en casos- dijo misterioso, este era un juego que solía practicar cuando le pedías opinión sobre algo, a modo de que sacaras tus conclusiones en base a tus opiniones sin esperar la de los demás.

Bueno...- le seguiste el juego- tomando en consideración que te tomaste la molestia de quedarte a escuchar mi demostración y venir a saludarme, intuyo dos posibles respuestas a tu accionar-fuiste cortada a la mitad por él.

Te recomendaría abstenerte de utilizar la palabra intuir tan descuidadamente como si se tratara de un pensamiento del inocente pavo de Russell, por favor- te corrigió en ese instante, a lo que asentiste- ahora sí, aclarado eso, prosigue.

Bien, una conclusión sería que no tuvieses nada más que hacer y llegaste por curiosidad por las piezas que bailaría y tocaría esta noche a sabiendas de que estuve practicando una nueva composición esta semana- comenzaste a explicar.

Si, bastante cerca. ¿Y la otra?- preguntó desafiante y juguetón.

Que realmente quisieras venir para ayudarte a despejar tu mente y saludar a tu amiga, a la que tanto respetas como artista y rival. Para ver mi progreso y las cosas nuevas que eh aprendido como usualmente lo haces- reíste entre dientes terminando de guardar tu violín para cargarlo en tu espalda.