Capítulo 59

1.8K 203 191
                                    

P.O.V. Martín

Las semanas seguían pasando, el Manu seguía ayudándome a estudiar, pero como ya sabía más, y tenía una base, no era tan duro como antes, y me dejaba descansar más.

Lo he notado diferente, siempre estamos juntos pero actuaba raro, como indiferente y con voz deprimida, estaba preocupado por la posibilidad de aún no haya superado a la Coco, pero era raro, porque no ha volteado a verla ni una sola vez, ni a ella ni a Luciano.

Después de su cumpleaños, todos se enteraron de su noviazgo, y andaban juntos para todas partes pero el Manu ni pareció notarlo, talvez esté equivocado, pero antes, aunque él lo negara, se le notaba que la extrañaba, pero esto era diferente.

No se me ocurría ninguna razón, pero tenía miedo de que fuera mi culpa, de que haya hecho algo sin darme cuenta otra vez.

Estábamos en la biblioteca haciendo unos ejercicios de matemática, tenía la cabeza apoyada en su brazo, observaba su cuaderno sin hacer nada, tenía la mirada muerta, de vez en cuando echaba vistas rápidas hacia él, y en una de esas vistas lo sorprendí mirándome para luego sacarme la mirada de encima rápidamente.

-¿Qué pasa?- le pregunté?

P.O.V. Manu

-Nada- dije haciendo como que leía, avergonzado
-¿Qué pasa?
-Nada- dije sin mirarlo
-¿Hice algo?
-No
-Mentís, haz estado raro
-Que no
-Sí, sí lo haz estado, andás con cara larga todo el tiempo, ¿por qué?
-Por nada, ya te dije- dije cortante, me estaba poniendo nervioso
-Decime
-¿Qué querí que te diga?- dije mirándolo a los ojos, con un nudo en la garganta, él me miró, suspiró, asintió y se paró de su puesto
-Me voy- yo me paro detrás de él
-No- le agarro del brazo para que no se vaya, me mira confundido -quédate- le dije casi suplicando -tienes que terminar eso- dije apuntando su cuaderno, al darme cuenta de lo que había hecho
-Ya terminé- dijo sacando el brazo de un tirón para luego irse de allí.

Me siento y golpeo mi cabeza contra la mesa, frustrado.
-Ándate a la chucha- susurré más molesto conmigo mismo que con él.

P.O.V. Martín

Me fui de la biblioteca hacia mi cuarto, y una vez ahí me eché en mi cama boca arriba, pensando.

-¿Por qué es tan difícil?- dije al aire sin saber qué hacer.

En la noche, cuando llegó a la pieza, cerró la puerta y me miró enojado.

-¿Se te pasó la wea?
-¿Y a tí?- contesté enojado, pero no con él
-Mátate
-Mátame- no dijo nada -solo dime que hice
-No haz hecho nada
-¿Y por qué eres así conmigo?
-Es... no es nada- dijo mirando hacia abajo agarrándose el brazo
-Decime
-No puedo
-¿Por qué no podés?
-Mira, te lo diré... pero no ahora- frunzo el seño -lo haré, prometo que te diré, pero debo aclarar unas cosas antes
-Ya- miró hacia abajo deprimido
-¿Por qué importa tanto?- pienso la respuesta unos segundos
-Somos... amigos, ¿no?- dije con un suspiro
-Sí... amigos- dijo también con un suspiro y una sonrisa.

P.O.V. Manu

Para las últimas pruebas, nos pusimos las pilas al máximo para terminar bien el año, y para cuando nos entregaron nuestro promedio de fin de año, yo estaba en primer lugar del curso y el Martín en quinto, bastante bien, ha mejorado mucho.

No hemos estado muy animados, yo ya estaba casi convencido sobre lo que sentía Martín, casi confirmado el hecho que me gustara... es raro admitirlo, me preocupa mucho ese asunto y me distraía mucho pensándolo.

Aveces me dejaba llevar y nos imaginaba saliendo, sintiendo sus labios tocando los míos otra vez mientras nuestros cuerpos se rozaban... no sé por qué me da tanta vergüenza pensar eso, si es mi mente...

Después de darnos nuestros promedios, vino el director Jones a hacernos una charla.

-Como ya saben- dijo en frente de todos -esta academia ofrece infinitas oportunidades para cualquier universidad del mundo e incluso beca para aquellos con mejor promedio, es por eso que ustedes, para llegar aquí, tuvieron que luchar toda su vida, esforzarse más que nadie de los que rodeaba y ahora, están por terminar su tercer y penúltimo año. Para su suerte, el siguiente año terminará a inicios de octubre, casi tres meses antes de lo común por ser su último año para luego entrar a la universidad, para los que quieran. Además de eso, terminando septiembre habrá una gran prueba de las cuatro asignaturas principales, lengua, biología, historia y matemáticas. Esa prueba será muy importante para su futuro, ya que aquellos que reprueben no obtendrán los beneficios de esta academia. A final de año, además, se hará el gran baile de graduación, que presentará al rey y a la reina por la cual ustedes hayan votado. ¿Alguna pregunta?- nadie habla -perfecto, entonces, see you later- dice despidiéndose con la mano y luego se va.

En el instante, todos empiezan a hablar de lo emocionados y nerviosos que estaban, yo solo pensaba en lo mucho que me iba a esforzar en esa prueba.

-Tendrás que ayudarme- dijo Martín
-Sí, estudiaremos más que la cresta- dije golpeando la mesa.

P.O.V. Martín

Llegó el día en que todos, nos íbamos a casa, yo regresaría a Argentina y el Manu a Chile.

Nos levantamos temprano, el Manu se fue a duchar y luego salió para que yo me duchara mientras él termina de empacar sus cosas.

Una vez listos, tomamos nuestras cosas y salimos, nos juntamos en la entrada con el Seba, el Dani, la Tiare, su amiga Itzel y su hermano Juan.

Al verse, el Juan y al Manu se saludan con un movimiento de cabeza, y se dejan de mirar, aparentemente incómodos.

Después de un rato, la Itzel se despide de Tiare con un abrazo y se va con Juan.

Yo llamo a un uber para que nos lleve a nosotros cinco, cuando llega, ponemos todo nuestro equipaje en el maletero y nos vamos hacia el aeropuerto.

El primero en irse fue el Seba, media hora más tarde de haber llegado, se despidió de todos y se fue a su avión, juntos nos despedimos con las manos cuando se fue.

El segundo fue el Dani, que se despidió de el Manu y de mí con un apretón de manos y de Tiare con un beso, al verlo, el Manu tose apropósito.

Solo quedábamos tres, hasta que les tocó irse a ellos, la Tiare decidió embarcar al instante y el Manu esperaría hasta cuando ya vayan a despegar.

Nos quedamos varios minutos hablando, hasta que llamaron a los últimos pasajeros, entonces nos paramos uno frente a otro para despedirnos.

Nos miramos a los ojos, en ese momento es cuando más quise besarlo y hacerlo que pierda el avión y que se quede conmigo.

Me acerco a él y nos abrazamos, nos soltamos después de unos segundos, nos sonreímos, y nos decimos adiós.

Una vez más, estuve solo, no tuve que esperar mucho, ya que solo cuarenta minutos después, despegó el avión que me llevó devuelta a Argentina.

Academia Mundial [ArgChi]Where stories live. Discover now