El primer paso

"El destino de Melisa - Parte 1"

No se podía ver nada, pero se sentía paz y calma, el manto de luz parecía dar esa sensación, como si de un abrazo se tratase.

Poco a poco el brillo desapareció, concentrándose en el centro del circulo mágico, donde una masa brillante del mismo color que la luz comenzaba a tomar forma.

A medida que la luz desaparecía, el nuevo ser comenzaba a tomar la forma de una bebe, una bebe hermosa, rosada y desnuda, que quedo sobre el césped de manera delicada.

Diana la sujeto rápidamente, cubriéndola sobre una manta blanca, mientras sus lagrimas brotaban sin control.

- Amor, no llores, esta bien, salio todo bien.- Akko trataba de calmar a su esposa, sabia que el hechizo solo podía realizarse una vez después de un tiempo prudente por la cantidad de energía que llevaba, y que había pocas posibilidades de que funcione, pero parecía haber salido completamente bien.

- Lo se, lo se, solo estoy muy feliz, muy feliz.- Contesto entre llanto y risas.

- Es hermosa.

- Muy hermosa.- Reafirmo mientras acariciaba el delicado rostro de la bebe.- Mi Melisa.

- ¿Melisa?.

- Si, Melisa Bernadette Cavendish.

- Es un nombre hermoso.

- Tenemos dos hijas hermosas.- Comento Diana con signos de cansancio.

- Señora Diana, quiere dármela, se nota cansada.

- Si Anna, tomala.- La mujer entrego a Touko a Akko y extendió sus manos para recibir a la pequeña Melisa.

Era hermosa, una bebe grande, rosada y con los cabellos rubios como su madre. Una pequeña Diana.

- Mamá.- Hablo la pequeña Touko extendiendo los brazos hacia Diana.

Diana sonrió, poniéndose de pie y levantando sus manos a la pequeña.

- Diana, estas cansada.- Le reprocho la castaña.

- Es mi hija, para ella nunca estoy cansada.- Contesto con una enorme sonrisa, tomándola de los brazos de Akko.

Sin dudas era una madre llena de amor, así lo entendía Akko y se sentía llena y feliz de solo pensar que eran su familia, su hermosa familia.

- ¿Anna, trajiste la cámara no?.- Pregunto sorpresivamente.

- Oh, si, si, como usted me lo pidió.

- ¡Ni lo pienses Akko, no es momento!.- Le reprocho su esposa.

- ¡Oh vamos! Hay que guardar este momento para siempre.

- U-Usa tu memoria para eso... No quiero fotos.

- ¡Pero Diana! Estas hermosa y ademas traes el vestido que te regale... Es el momento ideal para una foto.- La castaña juntaba sus manos suplicando.

Diana rodó sus ojos, era increíble el poder de persuasión de su esposa.

- Esta bien, pero que sea rápido.

Akko sonrió y levanto sus manos en símbolo de vitoria. Tomo a Melisa con mucho cuidado y se paro junto a Diana, una bella familia junta.

- Se-Señora Atsuko. ¿Como funciona esto?.- Pregunto algo apenada Anna.

- Solo oprime el botón del costado... No, no el otro costado... Si ese.

El flash de la cámara destello sin darle tiempo a Akko de tomar una postura adecuada.

La pequeña imagen rectangular salio por la cámara instantánea, la castaña la tomo rápidamente, sacudiéndola hasta que la foto quedara seca por completo.