¿Vampiros? Mi Mate (Corrigiendo)

Epílogo

Me había quedado dormida en clase por lo que el maestro me castigo tomándome valioso tiempo de descanso afortunadamente la maestra de la siguiente clase aviso que faltaría por lo que aprovecharía para comer en esa hora.
Entre a la cafetería y pediría todo lo que se me antojaba, aunque fuera la reina no tenía tratos especiales ni nada... bueno si pero en cuanto a mi formación eran muy estrictos por lo que me podían castigar si no cumplía con mis deberes de la escuela.

Me senté en la mesa donde estaba mis amigas incluyendo a Viki, ella también tuvo que repetir año porque dejo de asistir cundo me secuestraron par a ayudar a recatarme por lo que ahora las dos estamos en la misma situación, y ustedes dirán porque ella estudia igual que yo si es una vampira inmortal que debería tener mucho años de edad. Pues la verdad es que sólo es un año mayor que yo aunque haya dicho que era una vieja cuarentona, pero se atraso mucho porque antes era rebelde y no asistía a clases.

--Te ves cansada chica-- me dijo.

--No me digas, esto me esta matando, primero la escuela, la manada, mi reino y sin contra mi familia, tener niñas es casa es cansado.

--Esos pequeños diablillos te matan-- esta vez dijo otra de mis amigas y compañeras de clase.

--Amo a mis hijas y aveces me duele no poder verlas en todo el día-- empecé a comer.

--Tener tu puesto debe ser horrible-- dijo.

Empecé a oler un aroma familiar y que me encantaba, podía sentir como mi cachorro se acercaba al lugar y después escuche como abrieron las puertas no podía ver bien ya que nuestra mesa estaba hasta el rincón pero sabía que estaba allí.

--¡Mamá!--llamo Elise. Conociendola debió de haberse escapado de Leonard.

Antes de pararme o hacer un movimiento para ir con ella vi como un chico se paraba y miraba detenidamente hacia la puerta donde estaba mi hija.

--Pero mira que tenemos aquí-- dijo de la nada-- ¿te perdiste mocosa?-- imbécil, me vas a escuchar, en eso vi a Victoria levantarse y gritarle.

--Imbécil, déjala en paz, ha venido con su madre no se te ocurra tocarla o te matara.

--¿Su madre? No seas tonta esta niña es humana, no pertenece a nadie-- escuche como soltaba un lijero quejido, ese idiota la había tocado. Use mi velocidad y lo estampe contra la pared mientras apretaba su cuello.

--E matado a sabandijas mucho más fuertes que tu por el simple hecho de tocarla-- lo mire con odio-- ¡que te hace pensar que puedes tocar a mi cachorro!-- le grite.

Pude sentir como su palidez se hacía más y más a pesar de su piel blanca. Te has metido con tu peor pesadilla.

--¿Tú cachorro?-- preguntó.

--Mi hija imbécil-- pude ver su cara de confusión-- y antes de que lo menciones, si, mi hija no es vampiro... ninguna de las dos. Ambas les predomina el gen de su padre-- y hablando del susodicho este entró por la puerta muy ajitado.

--Un lobo-- logró susurrar-- no puede ser, tu...-- volteo su mirada hacia Leonard al igual que todos.

--Mami no -- corrió hasta mi y sujetó una de mis piernas-- no lo mates mami-- empezó a llorar ¿por qué llora?

--¿Por qué?-- fue lo único que dije.

--Por que cuando yo este grande como tu lo voy a necesitar, él me va a querer y yo lo voy a amar mucho-- por unos instantes me quedé sin saber que hacer esto sólo significaba una cosa... mierda.

--¿Lo sientes?-- el no me respondió pero logré ver su expresión que me lo confirmo, maldición. Lo arroje hasta el otro lado de la cafetería estaba molesta.