Capítulo 37: Tiempo

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Cuatro meses después ...

Tenía una sensación muy rara en mi cuerpo, logré abrir los ojos y por alguna razón me sentía muy rara, como si mi cuerpo no fuera el mismo, trate de ver mis pies pero una extraña montaña me lo impedía, muy tarde me di cuenta que era mi vientre abultado.
Reaccione rápido y traté de levantarme a ver bien, sentí un tirón en mi brazo izquierdo que hizo que me regresará a mi lugar, al lado de la cama había un suero y una bolsa de sangre, ambos conectaban con mi brazo.

El terror empezaba a hacerse presente ¿por qué estaba en ese estado? ¿Qué había sucedido?

Desconecte todo y logré pararme con mucha dificultad, mi panza desequilibra mi cuerpo; quería llorar por el miedo que sentía. Un extraño ruido en la cama me sobresalto, un hombre de estatura promedio se encontraba plácidamente dormido, ¿quién era? ¿Y qué hacía en la misma cama que yo? Observe todos sus rasgos y cabía decir que era demasiado guapo: un dios griego. Su cansancio se veía a varios kilómetros a la redonda así que logré salir de aquel cuarto sin hacer ningún ruido, una vez afuera me invadieron muchas fotografías, el pasillo estaba lleno de ellas " recuerdos familiares".

Pude escuchar a lo lejos voces hablando así que las trate de identificar, pero nada... ni siquiera sabía quién era yo.

¿Quién soy? Esa es la pregunta que me he hecho desde que desperté hace unos minutos.

--¿Aún no despierta?-- decía una voz que no se me hacía familiar--me estoy preocupando, ¿qué pasa si mi hija no despierta?-- ¿de quién estarán hablando?

--Estoy segura de que despertará-- se le unió una nueva voz.

Baje las escaleras escalón por escalon con demasiado cuidado pero para ser sincera esta panza me estorba, daba a relucir que si estaba embarazada. Aún no sabía como pero lograba escuchar los latidos del bebé... mi bebé.  Toque mi vientre cuando se empezó a mover y de nuevo me invadieron las ganas de llorar, era un sentimiento que no podía describir.

--Han sido meses muy difíciles, todo se vino en picada-- otra voz hablo.

Mientra mas me acercaba podía darme cuanta de que de encontraban cinco personas en aquel lugar.

--¿Qué ha dicho el consejo?--- preguntaron.

--Es tan enojados, necesitan a la reina para que haga su papel como tal. Damián y mi hijo estan haciéndose cargo de todas las tareas de Aneu.

--Debe ser muy cansado, mi hijo y mi esposo también han estado muy ocupados.

--Me preocupa tu hijo, ¿está bien?

--¿Bien?-- otra voz hablo con burrla-- casi destruye a aquella bruja, se puso como loco, en verdad le afectó que la durmiera, afortunadamente mi hermano no ha colapsado.

--Todo es una mierda, unos de luto otros muertos esto no puede seguir así--dijo hablo la primera voz.

--La necesitamos. Necesitamos a la reina vampiro y a la luna de lunas, solo ella tiene el poder de detener esto.

--¿Crees que tu hermano dejara a mi hija ir a pelear contra él? Antes preferirá desterrar a aquel alpha, Leonard mo dejara que Aneu se vuelva a ir.

--Tiene que dejarla señora Ester, ya se ha perdido mucho tiempo. Tiene que acabar con esto.

--Alice, para serte honesta nadie quiere que ella se enfrente a él, podría morir.

--¡Es una híbrida! Estamos hablando de su familia.

--Cuando se entere de que Amanda  murió estará realmente enojada-- esta era una voz más calmada-- cuando Fernán me lo dijo no podía creerlo.

--Yo sigo sin poder creer lo de su papá, en mi opinión el no se merece llamarla hija.

¿Vampiros? Mi Mate (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora