Capítulo 32: La loba blanca

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Iba sentada en la parte de atrás del automóvil jugando con la pequeña tiara que hace unos minutos se encontraba en mi cabeza. En total mis padres me habían dado como tres para que me las pusiera junto a todos mis conjuntos de ropa, según ellos porque ahora era la reina y debía portarla, mostrando que yo era importante para los vampiros. La verdad es como si trajera una diana en mi que dice "secuestrar o matar por que soy la persona más importante de una raza".

Mi madre fue reina y yo no la veía con ninguna, claramente proteste pero no hay mucho que hacer, así que aquí estoy jugando con ella. Estaba muy pequeña por lo que me agradaba más, no pesaba y no llamaba tanto la atención, aunque claramente si llevas una tiara de puro oro con perlas pues... bueno ya sabrán lo que pasará.

Tenía flores de oro con un diamante pequeño en el centro cada una, a su alrededor hojas de diferentes ángulos que que completaban aquella diadema, y para finalizar una que otra perla que le daba el acompañamiento perfecto.

Tenía flores de oro con un diamante pequeño en el centro cada una, a su alrededor hojas de diferentes ángulos que que completaban aquella diadema, y para finalizar una que otra perla que le daba el acompañamiento perfecto

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--Deja de jugar con ella Grace-- me reprendió. Íbamos cinco personas en ese carro, Viki conduciendo mientras que Regina iba de copiloto. En la parte de atrás estaba Danisa del lado derecho y Alice en el medio por lo que yo me encontraba a la izquierda, pero eso no era todo llevábamos escolta al final aquellos diez guardias aceptaron ir a cuidarme con la condición de que no se metieran con ellos, vampiros ni lobos podían atacarse y por mi estuvo bien, un auto atrás y otro adelante ambos con cinco personas también.

--Estoy aburrida Elizabeth-- me queje-- ¿ya llegamos?-- pregunte.

--Ya casi, unos minutos más-- y tenía razón podía sentir mi conexión con Leonard cada vez más fuerte pero algo andaba mal, podía sentirlo estaba en problemas y llamaba a gritos, lo escuchaba en mi cabeza.

--Jack-- susurré, entonces la señal llegó de golpe-- VICTORIA-- grité y apretó el freno bruscamente. Salí y todos los guardias estaban bajandose para ver que sucedía.

--La manada esta en problemas corran  ayudarlos, YA-- di órdenes y salí disparada hacia el grito de ayuda.

--¿Aneu?-- gritaron todas.

Logré adentrarme al bosque siguiendo los gritos y lloridos de alguien, mi cuerpo sentía todo el pánico que tenía, debía llegar antes de que fuera demasiado tarde.

Encontré a dos vampiros discutiendo. Uno tenía el cabello color chocolate, alto, piel blanca y sus ojos rojos que resaltaban. El otro tenía el cabello negro, traía una colita en la parte de atrás y un arete resaltaba en su oreja izquierda, también sus ojos rojos, un poco más bajo que su compañero, portaban un uniforme raro entre gris y negro; vampiros traidores.

Pude ver que el de la colita llevaba a alguien pequeño en brazos, se percataron de mi y se dieron vuelta entonces pude observarlo, si era Jack, sus ojitos estaba hinchados de tanto llorar. La rabia empezó a apoderarse de mi, ¿como se atrevían?, mi loba empezó a alterarse, quería asesinarlos por esto, y cuando me di cuenta era demasiado tarde, Clio me estaba controlando y lo último que escuche fueron los gritos de terror de aquellos vampiros.

¿Vampiros? Mi Mate (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora