47

739 89 68
                                    

Steve

-Podríamos simplemente comprar un par extra.

-De que me servirían si no puedo estar digamos en si dentro del agua.

-No Es como que lo más normal de la vida sea estar en jeans cerca del océano.

-No lo sé Steve, los lentes de sol que me compraste ya eran demasiado tenia ya. Unos en casa.

-Y Los olvide, los ocupas créeme. Creo no sé la verdad, pero te quedan bastante bien. Así que sólo llevaremos  uno, e iremos por algo de comer.

-Eres algo terco lo sabías no?

-Para mi Es un placer hacer todo esto Buck. Así que azul o rojo?

Habíamos llegado a un centro comercial a comprar todo lo que ocupaba la casa estos días que estaríamos aquí, después de haber desayunado algo salimos ante las enormes protestas de Buck a un centro comercial a comprarle las cosas que necesitaba.

-Pensaba que la playa era más caliente.

-Estamos en otoño, aunque hay sol no se siente tan sofocante.

-Podríamos ir a algún lugar que vendan comida no se de mar?

-Eso estaba pensando, no eres alérgico a nada?

-Por lo que se en mi haber jamás tuve problema con algo de eso antes.

-Iremos a algún lugar cerca del océano, los restaurantes de por aquí estarán bastante bien, un club de playa creo que nos facilitará todo eso.

-De que conoces a tu amigo... Clint dijiste que se llamaba?

-Es un viejo amigo de la infancia, nuestras familias siempre estaban juntas, se podría decir que era como el hermano que nunca tuve.

-Dices que tienes tiempo que no lo ves, porque?

Habíamos dejado el carro aparcado en un bulevar cerca de un muelle. Los Hamptons era una zona donde el dinero abundaba en cada esquina en que mirarás. La enorme cantidad de yates que se veían cerca del puerto, las tiendas de diseñadores y en general todo gritaba dinero. Había olvidado ya la última vez que había venido a este lugar. Lo obstentoso que era todo esto, aunque por suerte había zonas más locales cerca de un muelle y las playas que eran publicad donde se que podemos pasar un buen día.

Buck tenía su bastón con el, caminábamos a paso lento bajo el sol, el cielo estaba libre de rastro de nubes y una suave brisa llegaba a nosotros. Como ya era costumbre entre ambos tenía su mano aferrada a mi brazo.

-Bueno, después de que deje atrás todo, no hubo mucho contacto con las personas que pertenecían a mi antigua vida.

-Tus padres eran muy duros contigo?

-No pienso que sean malos, no creo que sean del todo buenos. Han pasado poco más de dos años y bueno no he recibido una llamada de ellos, entonces...

-Parece ser que ambos tenemos una pésima suerte con nuestras familias.

Llegamos a un lugar donde parecía que podíamos tener una buena comida. Con sus lentes de sol no podía ver las pequeñas arrugas que se hacían en sus ojos cada ves que sonreía y reía. No se en que punto eso hacía que lo quisiera más. Pero preferirá estar con ellos en todo momento, decía que le hacían sentir menos expuesto, yo no sabía si el sol lastimaría sus ojos de la misma manera que a mi pero al menos de esa manera se sentía a gusto y era lo que más importaba.

-Creo que... lo pensé por un largo tiempo y no quiero preguntarte más porque ya me lo has dejado bastante claro Steve. Pero creo que empece a enamorarme de ti no solo por cómo me ayudaste, eso era gratitud. Y jamás te lo podré pagar pero...

De repente nada más importaba, las personas a nuestro al rededor eran sombras que se habían quedado mudas. Mi corazón se aceleró en cuanto empezó a hablar, pocas veces habla de lo mucho que siente y no hemos dejado claro todo esto es terreno nuevo para el, para ambos y creo que lo mejor es tomarse todo con calma, pero escucharlo hablar, decir el porque...

-Tu me haces sentir normal. Acepte a la fuerza como soy, aprendiendo a vivir con esto por medio de golpes, insultos y jamás fui valorado por lo que aprendí a hacer. Y tu me alientas, me dices que soy único, especial y valiente cuando ni yo mismo me lo creo. Confiabas en mi y viste más allá de todo esto. Steve me demostraste lo que es ser querido, tu eres mi hogar por mucho tiempo pensé que estaría solo, que jamás podría ser algo especial para alguien, tu eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

No tenía palabras. No podía poner en mi algo que transmitiera todo lo que Justo ahora en mi interior crecía. Buck siempre me sorprendía, me dejaba atónito para bien. Realmente no se porque no me di cuenta de lo que tenía frente a mi todo este tiempo, pero finalmente quite esa cortina que cubría mis ojos, liberé lo que sentía mi corazón y por fin podía decir con seguridad lo mucho que lo quería.

Tome su mano, sus dedos se entrelazaron conmigo, quería besarlo y decirle lo mucho que lo quería, lo que tanto nos faltaba por descifrar juntos, por entender todo pero que no pensaba en nadie más con quien quisiera pasar el resto de mi vida. No quería abrumarlo más con todo esto, quería ir con calma y acostumbrarnos ahora vernos como algo más, un lazo más importante, el más importante de mi vida.

-No sabes lo mucho que te quiero Buck.

Por costumbre, lo conozco tan bien y se que ama las cosas dulces. Así que el postre estaba más que incluido en el menú del día, por lo que mientras me contaba un poco de los libros que quería conseguir para escucharlos el tiempo pasaba sin que ninguno lo notara.

La playa de extendía tras de el, el sonido de las olas llegaba hasta nosotros, todo era perfecto. El era más que Perfecto, se sonrojaba con cada bocado que le daba, sonreía diciéndome lo cursi que debía parecer todo esto y lo mucho que parecía querer engordarlo con tantos pasteles.

Poco me importaba lo que alguien pudiera pensar, en mi vida me di cuenta que sin importar lo bien que hagas algo siempre habrá alguien que te diga que estás mal, por lo que deje de pensar en los demás y solo enfocarme en una persona, alguien que Justo ahora era mi mundo.

La forma en cómo su cabeza estaba ligeramente inclinada, con su codo recargado en la mesa, su cara recargada en su rostro escuchando atentamente todo lo que yo decía. No se si alguien pudiera sacarnos de esta burbuja en la que parecía estábamos sumergidos. La porción de pastel que le di era algo grande por lo que un poco de merengue quedó embarrado en su mejilla haciendo que se viera adorable.

-Lo siento Buck.

-No pasa nada Steve.

-Sabes, a puesto a que tus labios son igual de dulces que este pastel, quisiera quitarte ese betún a besos.

-Yo... te dejaría hacerlo.

No conteste nada, por unos segundos la idea parecía bastante tentadora como para dejar pasar la oportunidad. En verdad amaba que tuviera esa confianza conmigo.

-Bueno, entonces...

Me fui acercando poco a poco, hasta que mi rostro quedó a escasos centímetros del suyo.

-Hey Rogers!! Consíguete una habitación!!

Me separé de inmediato por la sorpresa. No esperaba que alguien me llamara, al principio volteé a ver en el lugar tratando de encontrar esa voz que se me hizo tan familiar. Hasta que en la playa encontré una imagen de lo más extraña al momento.

-Steve...?

-Buck lo siento pero está por ponerse... digamos que algo intenso.

-Porque? Todo está bien.

-Lo está, no hay problema alguno pero unos amigos...

Había olvidado cuánto había pasado, dos años o tal vez más? Creo que la última vez que los había visto, tengo que conseguir amigos que no sean tan entrometidos, a Nat no le dije donde estaría si no creo que Justo en este momento estaría cerca de nosotros sin querer perderse detalle de esto. Scott, Clint y los gemelos venían caminando hacia nosotros, en verdad estás vacaciones estaban por tornarse de lo más entretenidas...

Sin miedo (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora