21

721 105 51
                                    


Bucky

-Joven James? En verdad es usted.

El sonido de esa voz me hizo tirar la taza que tenía entre mis manos. Sentía como resbalaba hasta chocar con el suelo y romperse en varios pedazos. Ese sonido me hizo saltar un poco, me encontraba temblando y lamentando mi suerte...

Sentía que manchaba mi rostro con ella pero realmente no me importaba. De alguna manera hoy todo se acomodó para que el día empezara a ser el mejor en meses.

Ana llegó como de costumbre a dejarme el desayuno y cuando casualmente mencionó que el día de hoy tenía tres opciones a elegir sonreí hasta que mis mejillas dolieron porque eso significaba que mi familia no estaba y podía salir de este cuarto, andar libre por la casa y pasar al menos un muy buen fin de semana.

Pedí todo lo que se me ocurrió en cuanto llegamos a la cocina y creo que a esta altura de mi vida Ana disfrutaba estos días igual o tanto como yo.

Días en los que no tuviera que cuidar cada palabra dicha o cronometrando el tiempo que pasaba conmigo por temor a enojar a alguien de mi familia. Mientras preparaba todo lo que le era posible darme le dije que si era posible llevar algo de fruta al jardín.

Me encantaba estar en ellos, el olor a pasto recién cortado, la suave brisa que traía el olor de las flores y los cálidos rayos de sol eran sin duda mi parte favorita de digamos mi vida.

Escuche como Ana le daba indicaciones a alguien mientras yo salía de la casa por la puerta. Inspire llenando mis pulmones con el aire fresco del exterior y dejando por unos segundos que el sol calentará mi piel.

Me senté sobre el pasto y a los pocos minutos llego alguien que dejo un tazón de fruta sobre mis manos. Al sentir el
Peso del plato me sorprendió que fueran grandes rebanas de sandía las que Ana corto para mi.

El sabor dulce de esta fruta era indescriptible y tenía cierta fascinación por tomar una gran rebanada en ligar pequeños cubos que no me mancharían el
Rostro tanto.

Deje que el suave arrullo de los sonidos matutinos me hicieran compañía mientras de gustaba la frescura de la fruta.

Escuche el sonido de la puerta abrirse y unos pasos por el lugar antes de llegar al pasto, pensaba que era Ana para decirme que el desayuno pero el sonido de la voz que en su lugar lleno el silencio del lugar me hizo estremecer de manera inconsciente.

-Vaya eres tú James. Casi olvidaba que vives en este lugar y por cómo estás sentado en el suelo como vagabundo pensé que alguien se había metido a nuestra casa.

-Sharon.

-Supongo que si estás fuera es porque nadie estaría aquí. Anthony me contó lo mucho que suelen divertirse.

-Supongo que si.

-Podrías limpiarte el rostro es desagradable verte cubierto con todo eso.

-Lo siento, si yo...

-Olvídalo de todos modos no creo que puedas hacerlo por tu cuenta.

-Si quieres puedo volver a mi habitación no molestaré más.

-Descuida solo volví por unas cosas antes de salir de la ciudad iré a California, no es emocionante!!?

-Supongo que si.

-Podría comprobar algo antes de irme. Peter me dijo algo interesante de ti y no se me dio curiosidad.

-De mi?

-Los juegos que el y Tony hacen contigo son interesantes no?

-Padre les prohibió volver conmigo.

-Pero aún así lo hacen no?

-Si...

-Bueno, dijeron que deberías practicar tus reflejos, no entendía bien la dinámica hasta que me quede pensando que como podías hacerlo y pensé en una forma, pero al principio pensé que era cruel pero cuando me dijeron que no te importaba...

-Yo...

-Vamos será divertido, no quieres que pase tiempo contigo? Yo soy tu hermana.

-Entonces si supongo que podemos pasar tiempo...

No pude terminar la oración porque sentía como su palma estrelló de lleno en mi mejilla lo suficientemente fuerte para que se escuchara un sonido que enmarcaba el gran ardor que empece a sentir en mi rostro.

-Vaya Peter tenía razón no puedes sentir nada cuando algo se acerca a ti. Supongo que debemos intentar algo con ellos algún día de esto. Quieres volver a intentarlo!?

No sabía si al hablar haría que se enfadara y me diera otro golpe, por lo que sólo negué con mi cabeza temiendo su respuesta.

-Dios eres tan aburrido, sabes sería mejor que no dejaras tu cuarto si vas andar lamentándote y viéndote tan patético. Ni que fuera para tanto, dios James.

-Yo no...

-Guárdatelo mejor.

Escuche como soltaba una maldicion y volvió sobre sus pasos hasta empezar a subir los escalones de regreso a la casa.

-Sharon...

-Que quieres James?

-Se que la siguiente semana a es tu cumpleaños, espero pases un buen día.

-Lo que sea.

Después de estar seguro de que no estaba cerca y de que no volvería deje que las lagrimas salieran. Mi cuerpo no era el que dolía, era lo más profundo de mi ser, mi alma era la que se encontraba en agonia.

Después de esto no tenia más hambre y creo que tenía razón en algo, era mejor volver a mi cuarto donde no molestara a nadie.

-Joven James...

-Descuida Ana estaré bien, siempre lo estoy. Solo... solo volveré a mi habitación no tengo hambre...

Sin miedo (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora