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Steve

-Steve...

-Si?

-Podría se que no... tengo algo de frio y yo bueno... cambiarme para. Salir si eso.

-Oh si lo siento yo, yo esperaré aquí en la sala.

-Claro salgo en un momento.

Aparte la mirada mientras agarraba nuevamente la toalla. No entendía que pasaba hasta que noté que seguía bloqueando su camino a nuestro cuarto.

Sin saber cómo parar el zumbido en mis oídos o enfocarme en hacer que mi corazón dejara de latir tan fuerte o si meter la cabeza en el congelador para calmarme. Camine hasta el sillón dejándome caer con una repentina fatiga dentro de mi.

Había terminado con todo el inventario, cheque todo lo que hacía falta y después de anotar todo lo necesario y mandárselo a Nat voltee a ver el reloj de la sala y ver que ya era hora de cambiarme.

Mientras me miro en el espejo después de ponerme un suéter pienso en cómo aún después de todo este tiempo Buck se sigue rehusando a aceptar que este lugar es también suyo.

Estuve pensando en si sería buena idea acoplar mi estudio para el, pero no se si lo tomara como un acto de querer alejarlo de mi lado, y si me pongo a pensarlo con detenimiento no quiero que se aparte. No me molesta tenerlo cerca en todo momento y su repentina curiosidad por el aspecto de cosas que nunca ha visto en su vida, de sus pequeñas manías y cómo cuando no puede dormir siempre que me remuevo en sueños lo encuentro sentado encorvado pasando sus dedos por las páginas de algún libro.

Sonrió al darme cuenta que después de todo este tiempo viendo por mi cuenta no puede evitar pensar que esto de alguna manera era lo que le faltaba a mi vida, no soy ingenuo y se que miles de personas verían esto como un inconveniente y en cierta manera lo fue al principio porque me sentía mal por todo lo que le había pasado, lo que le había hecho.

Pero ahora se que encaja a la perfección en mi vida, encaja en todo lo que no sabía que me hacía falta. Aprendo de el más de lo que hubiera pensado, siendo agradecido con la vida que pude vivir hasta ahora.

Deje la ropa con la que sabía que Buck se sentía cómodo sobre la cama como me pidió y salí al pasillo checando unos mensajes en mi celular.

Fue un momento.

Un segundo.

Un movimiento lo que me tomo reaccionar y sujetarlo con mis brazos antes de que terminara por completo en el suelo. Supongo que a pesar del tiempo pasado aquí ya conmigo, de alguna manera estuve tan acostumbrado a estar solo
Por tanto tiempo que se me escapaba en ocasiones este tipo de situaciones.

Pero en mi defensa pareciera que flotara, que una sombra era la que se desplazaba por el lugar. Siempre me sorprendía lo fácil que lograba ocultarse de todo, ocultar su presencia en todo momento. Y la razón de eso me ponía mal, obligado a silenciarse hasta el punto de pasar desapercibido.

Mis ojos no podían apartar la vista de Buck. Por unos segundos que parecieron eternos no pude voltead hacía otro lado. Pareciera que miraba a la pintura más atrayente del planeta.

Un carraspeo y su voz fue lo que finalmente me hizo reaccionar, no quise hablar mucho porque se que mi voz me traicionaría en estos momentos.

Al dejarme caer en el sillón mi cuerpo de inmediato se topó con algo duro. Hice una mueca de dolor mientras sacaba el libro con el que mi espalda baja hizo contacto.

Veo la portada del libro y salvo por el título en letras doradas de la portada, El principito, todo lo demás... Volteó a mi alrededor y veo los pequeños grandes cambios en mi apartamento.

Los muebles cambiados de posición y de alguna manera el espacio quedó más amplio. Veo cómo todas las etiquetas que puse con esmero en los lugares y las cosas más necesarias para que Bucky se sienta cómodo, creo que convirtió esto en un hogar. Para ambos...

Bucky

Un pedido más.

Un favor más que añadir a la lista.

Me preguntaba hasta que punto sería capaz de molestarlo al grado de que finalmente se harte de mi.

No necesito de analizarlo mucho, lo mejor que pude hacer estando en este aislamiento es no expresar mucho y dar por sentado la respuesta más esperanzadora. Nunca dejaba de pensar en que todo mejoraría a pesar de todo, un bobo soñador, ingenuo para muchos.

Así que trato de convencerme, de calmar el rápido palpitar de mi corazón mientras escucho a Steve decir que se le hace una mejor manera de viajar que estar encerrado en su camioneta.

Entendía su sentir, su emoción al sentir el helado viento en tu rostro que casi hace que no puedas respirar, pero que te hace sentir vivo, que te recuerda que uno puede ser libre, de que finalmente soy libre.

Respiro y permito sentirme emocionado en lugar de preocupado. No quiero pensar en lo qué pasó esta semana, solo enfrentar con buen rostro la vastedad que ofrece esta noche.

-Listo!?

-Algo nervioso pero si, como nunca antes lo había estado.

-Steve yo...

-Ya lo habíamos dicho y se que no te gusta, que sientes que eres una carga, pero para mi jamás serás eso. Me siento mejor teniéndote cerca y no porque no creo que seas capaz de andar por tu cuenta, si no porque no quiero que nada malo te pasa.

-Pero...

-Si es necesario te cargaré por todo el lugar si vuelvo a escuchar otro pero.!

Solo extiendo mi bastón como ayuda extra y como señal de advertencia con los demás, tomó su brazo que se que me espera Justo a mi lado y empezamos la marcha rumbo al lugar...

Sin miedo (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora