28. Revelar secretos (2/3)

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"Ángora, ¿quieres contarnos qué has encontrado en los archivos?", interrumpe mi hermana.

"Vale, vale. Encontrar los Archivos Andaluces era fácil. Encontrar los datos de Don Pedro era aún más fácil porque todo está por orden alfabético y muy bien organizado. Nuestro Don Pedro era el único hijo de una mujer que se llamaba Flor. Su madre era tan pobre que no tenía ni apellido. La costumbre para la gente sin apellido era que recibieran los apellidos formados por el nombre de sus padres con el sufijo 'ez' que significa 'hijo de'. Por eso Don Pedro está en los archivos como Pedro Flórez. Un apellido solo, porque nadie sabía quién era su padre. Es algo muy común, ¿sabes? Conozco a alguien que se llama Álvarez, la abuela Hernández, una familia Pérez (de ahí viene la palabra 'perezoso'), los hermanos Joaquín y Sergio Sánchez, un señor González..."

El alcalde me interrumpe: "Nos interesa más lo de Flórez."

Es el problema en estos pueblos: es que ni el funcionario de más rango tiene la educación de escuchar a una mujer. Estoy a punto de decir: "¡Putez...!" pero me muerdo la lengua y no digo nada, porque soy una dama. No me dejo distraer por un hombre, por lo menos si no es lo suficientemente guapo, y sigo con mi historia.

"Don Pedro estaba casado con María del Monte, pero su amante era el mar. Era un hombre con iniciativa que vivía en la época de los grandes descubrimientos e hizo viajes a las Filipinas, a Latino América, México, las islas Caribe y la India. En Brasil, por ejemplo, fundó Pedrópolis, al norte de Río de Janeiro que en los años 1870 era la ciudad de los emperadores de Brasil, Pedro I y Pedro II. Si te das cuenta de las condiciones a bordo de un barco en esos tiempos, te puedes imaginar que Don Pedro obtuvo rápidamente la fama de aventurero. También la riqueza que trajo de estos viajes se añadía a su popularidad. La gente en la región y en la corte de los reyes lo conocieron como Pedro Va Lejos, un apodo que aquí en el sur pronunciaban como Pedro Ba Lejo, o Pedrobalejo."

"Como el nombre de la mansión.", añade Vicky.

"Como el nombre de la mansión. Don Pedro ordenó construir la mansión y cuando fue terminada vivía aquí, divirtiéndose con su dinero y organizando 'salóns de arte', fiestas para la nobleza donde invitó a artistas y filósofos y escritores y poetas. Cervantes estuvo aquí para leer sobre su Don Quijote. Exactamente en esta mansión escribió sus frases famosas: 'Yo que siempre trabajo y me desvelo por parecer, que tengo de poeta la gracia que no quiso darme el cielo', algo con lo que contagió la poesía a Don Pedro y a toda su familia, hasta a mí."

"¿Todo esta información personal se puede encontrar en los archivos?", quiere saber Ádelfa.

"No, en los libros del ayuntamiento solo se encuentra la información de nacimientos, matrimonios y fechas de muerte. Pero también tienen ahí guardada la serie completa de la revista Olla Magazine, para la mujer contemporánea, desde la primera de 1515 con el joven Carlos I con su primer traje como Emperador del Imperio donde nunca se ponía el sol. Don Pedro era en estos años un playboy de primera clase y casi todos los años había un artículo sobre él. Por eso sé que tenía cinco hijos. Pedrito, el mayor, era su único hijo legítimo con su mujer, pero tenía cuatro hijos bastardos más. El mayor de estos cuatro se llamaba Antonio. La madre de Antonio era Antonia de la Torre, una actriz. Se conocieron en una de estas fiestas de Don Pedro. Fue amor a primera vista, pero cuando Don Pedro se enteró lo buena actriz que era Antonia, que actuaba en la cama como una auténtica actriz, compró una casa en el pueblo para la chica y entre ellos no quedó nada más que amistad. Me di cuenta que Antonia tenía el mismo apellido que el alcalde. Dime, señor Eugenio, ¿tienes por casualidad un abuelo que se llame Emilio?"

"Sí. Mi abuelo por parte de mi padre se llama Emilio, como mi padre y mi hermano. Mi familia vive ya tantas generaciones en La Pala que sin duda nos encontraste en los archivos."

"El segundo bastardo se llamaba José-María Ponche. Sí. Tampoco es coincidencia. La familia Ponche eran los vecinos de Don Pedro y todavía no se han mudado. También sospecho quién ha construido la puertecita en el seto..."

La Condesa no dice nada pero mira hacia delante con cara pensativa. ¿Cómo tiene que sentirse esa mujer, sabiendo que es de una familia de bastardo?

La sopa estaba buena, con suficiente sal, pero siempre queda un poco extra de sal para tratar sus heridas frescas: "En esta época la familia Ponche no era de nobleza sino un matrimonio entre un administrador y una cantante. La familia Ponche compró el título en 1790 a un chino que había comprado 'barato, muy barato' varios títulos de condes, duques y marqueses franceses que lo perdieron durante la revolución francesa."

Lentamente lleno mi vaso otra vez con cerveza. De verdad me gusta, esta cerveza: "¿Sabéis que fue Don Pedro quien trajo la receta de esta cerveza a España? La compró en el barrio de San Miguel en Manilla, en las Filipinas, donde hasta este momento fabricaban la mejor cerveza del mundo. Ahora la mejor cerveza del mundo viene de aquí: Don Pedro fundó una fábrica aquí en Málaga que todavía es propiedad de nuestra familia."

A Vicky no le interesa lo de la cerveza; quiere saber más de los hijos: "¿Qué pasó con los otros dos hijos bastardos?"

Ádelfa y Ángora - una divertida aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora