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Eventualmente, las semanas habían transcurrido, y en casa de los Jeon todo era un maldito desastre.

Desde que Jungkook se había ido, ajeno a la todo lo que había dejado sin resolver en el lugar, Hyungmin había estado abusando de Hyejin. La golpeaba y utilizaba a su antojo, para luego desaparecer durante todo el día y dejarla a su suerte, encerrada en casa, sin ninguna otra opción que esperar a que el hombre volviera en algún momento. A veces incluso se marchaba todo el fin de semana y no aparecía en casa hasta el lunes en la mañana, solamente para dejarle algo de comida a la mujer e irse a trabajar, encerrándola allí de nuevo. Hyejin ya se había dado cuenta de que algo no iba bien hacía tiempo, pero por aquel entonces aún era -relativamente- respetada. Sospechaba hacía ya meses que su marido le mentía en más de una ocasión, y ahora que aparecía en casa con marcas de pintalabios en la camisa y varios hematomas en el cuello, casi diariamente, además de borracho en varias ocasiones, sabía que estaba en lo correcto. Pero Hyejin no dijo nada. Calló y aguantó como había estado haciendo toda su vida, porque nunca había sido capaz de plantarle cara a su marido, y si apenas lo hizo alguna vez cuando este maltrataba a su hijo, lo que más amaba en el mundo, era más que incapaz de rebelarse por protegerse a sí misma, porque Hyejin había aprendido, a las malas, que ella no era alguien importante en este mundo. Así que por el momento, teniendo a su hijo ya a salvo, solo se dejaría deteriorar hasta que su cuerpo no aguantara un golpe más.

Por otro lado, estaban los conflictos entre los Jeon y los Kim. Ambas familias se llevaban como el perro y el gato desde que Jungkook vivía en casa de Taehyung, lo cual, de forma indirecta, había afectado a Hyejin, que se había hallado sola al perder el contacto con su única amiga, la señora Kim. Que Jungkook hubiera huido de casa para instalarse en la de Taehyung significaba para Hyungmin una traición por parte de quienes habían sido sus buenos amigos, y también compañeros de empresa, ya que estaban cuidando de su hijo como si éste fuera un ángel, cuando la realidad -al menos para Hyungmin- es que Jungkook era una desgracia, no solo para la familia sino para el mundo entero. Así que, por más de una vez, alertó y amenazó a los Kim con quitarles todo lo que tenían, si es que su intención era seguir dándole un hogar a Jungkook.

Su hijo -y le repugnaba llamarlo así- no merecía siquiera eso.

***

Jungkook no había escogido un buen día para volver a casa. A su casa, de hecho.

Había pasado casi un mes conviviendo con Taehyung para ese entonces, y cuando quiso darse cuenta, ya se había acostumbrado a llegar a la casa del castaño y encontrarlo terminando de preparar el almuerzo. Se había acostumbrado a su compañía, a besarlo nada más llegar, a explicarle cómo había ido su día, a almorzar con él y sus padres, a quienes adoraba, de hecho. Se había acostumbrado a pasar las tardes con el castaño, ya sea viendo la televisión, saliendo a pasear, o durmiendo abrazados. Se había acostumbrado a hacerle el amor, y a que Taehyung le hiciera el amor. Por suerte o por desgracia, se había acostumbrado a él. A su presencia constante.

Y ahora, eso iba a terminar.

Casi un mes había transcurrido, y tenía un trabajo al que se había adaptado perfectamente y un apartamento terminado de amueblar esperando por él. Tenía la iniciativa, la oportunidad de empezar de cero.

Solo le faltaba una cosa.

La única cosa que necesitaba para poder por fin emanciparse.

Necesitaba el permiso de su padre. No el permiso como tal, de palabra, sino los papeles firmados por él, conforme permitía al menor emanciparse y empezar a vivir por su propia cuenta.

Sabía que su padre aceptaría sin rechistar, porque más de una vez lo había querido echar de casa, y más de una vez había amenazado con firmar los dichosos papeles cuando él apenas tenía 13 años. Pero ahora...ahora los necesitaba. Tenía que ir a buscarlos, tenía que hacerlos firmar, tenía que...volver a ver a su padre. Y eso le aterraba.

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora