𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘

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— Kim Taehyung.— El castaño se sobresaltó al oír la voz de su mejor amigo. Se había perdido en sus propios pensamientos cuando se dio cuenta de que estaba siendo la tercera rueda, pues Jungkook y Jieun no dejaban de reír entre ellos mientras Taehyung se dedicaba a observar como si fuera el espectador de su propia película.

— Lo siento, estaba...distraído.— Presionó sus labios, mirando hacia otra parte.

— Últimamente estás más raro de lo normal, Tae .— Jieun habló, haciendo un tierno puchero. El castaño no podía mentir, la elección de Jungkook había sido más que acertada. Jieun era linda, tierna y agradable. Que a Taehyung no le agradara no era más que un problema interno consigo mismo y sus celos.

— Estoy bien.— Mintió, fingiendo una sonrisa que no llegó a sus ojos. Miró a Jungkook, que lo observaba con el ceño fruncido, sabiendo que su mejor amigo mentía. Taehyung se levantó de su asiento sin decir nada, llevando la bandeja de comida a la basura para lanzar aquellos fideos que había sido incapaz de ingerir. La comida de la cafetería del instituto siempre había sabido fatal, pero Taehyung no comió porque su estómago se revolvía ante la cercanía de Jungkook con su pareja.

Después de las clases ambos amigos volvieron a casa sin mediar palabra, cada uno con sus auriculares puestos, inmersos en la música que escuchaban e ignorando la presencia del otro.

¿Desde cuándo su amistad se había convertido en...eso?

Esa misma noche, una discusión entre sus padres desveló a Taehyung. Al parecer hablaban de él y su salud mental. Su preciado hijo no estaba bien, y por supuesto, sus padres no sabían por qué. Ellos jamás deberán saberlo. Sus sentimientos por Jungkook estaban prohibidos, así como su derecho a expresarlos.

Los escuchó hablar sobre empezar a llevarlo a un psicólogo. Taehyung se sintió sucio al pensar en el motivo de su depresión. Se iba a negar rotundamente a visitar a un especialista, pues eso significaba sacar su secreto a la luz, y no quería arruinar su vida más de lo que ya estaba.

Oyó a su madre gritar que su hijo estaba enfermo y necesitaba ayuda, y Taehyung rio amargamente mientras las lágrimas caían por sus mejillas, mojando la almohada. Él pensó que, de saber de sus sentimientos por su mejor amigo, su madre sí que creería que estaba enfermo de verdad.

En cuanto vio las luces apagarse y la casa se quedó en silencio, salió de su cama para dirigirse a su refugio; los brazos de Jungkook. Desde pequeño, siempre que tenía una pesadilla recurría a él, pues sus padres muchas veces ni siquiera estaban en casa y se sentía solo, así que cuando todo era demasiado para él, tan solo salía de casa y se dirigía a la de Jungkook, entrando por la puerta trasera que el menor se encargaba de dejar semiabierta por si Taehyung le necesitaba.

Pero esa noche, visitar a Jungkook solo le causó más daño. Estaba frente a la puerta trasera que daba a la cocina, cuando vio la luz encendida y las risas provenientes de dentro. Se escondió un poco para observar cómo Jungkook y su novia se besaban apasionadamente mientras se acariciaban entre risas y sonrisas. Taehyung sintió ganas de vomitar, y supo que jamás podría volver a sentir la calidez de los abrazos de Jungkook mientras Jieun siguiese ocupando su lugar.

🎈🎈🎈

— ¿Me vas a decir qué te pasa? — Jungkook bufó molesto en cuanto vio a su mejor amigo. Como todos los días, pasó por su casa para ir juntos a clase, pero esta vez había algo diferente y es que Jieun iba junto a Jungkook con sus manos entrelazadas, y eso hizo a Taehyung sentirse celoso.

— Amor...los dejo solos.— La rubia dijo antes de ponerse de puntitas para dejar un beso en los labios de Jungkook y hacer su camino hacia el instituto, dándole privacidad a los dos chicos.

— No me pasa nada.— Taehyung se acercó a él con el ceño fruncido, pasando por su lado sin ni siquiera pararse a saludarlo. Estaba molesto.

— ¿Sabes que no está bien espiar a las personas? — El menor casi gritó, Taehyung dándose la vuelta al saberse descubierto.— Te vi anoche, hyung.

— Y-yo...— Taehyung suspiró, callándose las palabras que tanto deseaba decir, porque sinceramente, no quería discutir. Sabía que el mínimo malentendido entre ellos podía terminar su amistad, que últimamente colgaba de un hilo a punto de romperse.— Lo siento. No volveré a hacerlo.— Y cabizbajo, continuó su camino, siendo consciente de los pasos de Jungkook tras él, mas tratando de ignorarlo.

Durante el almuerzo, Taehyung ni siquiera quiso ir junto a la pareja, así que se dirigió a la mesa donde se reunían sus otros amigos, que pese a llevarse bien con ellos, no los consideraba tan cercanos como lo había sido Jungkook.

— Hey, Tae.— El chico de cabello rubio frente a él lo llamó.— ¿Sigues aquí? — Preguntó, haciendo referencia a lo callado y distraído que estaba su amigo.

— Sí, sí. Perdón, solo estoy un poco cansado.— Dijo con una sonrisa.

— Estábamos hablando de la fiesta que hace Yoongi mañana en su casa.— Empezó a decir Jin, el mayor de los tres.— Deberíamos ir, te animará un poco.— Le sonrió, guiñándole un ojo.

— Sí, supongo.— Respondió con desinterés mientras jugaba con los palillos. Alzó la vista al sentirse observado, y vio a sus dos amigos mirándolo como si trataran de entrar en su mente a través de sus ojos.— ¿Qué?

— Estás triste.— Habló Jimin.

— Más triste de lo normal.

— Yo no estoy triste.— Se defendió, aún sabiendo que sería en vano.

El timbre del regreso a clases sonó y Taehyung suspiró, agradeciendo eso como un modo de escape. Se retiró sin esperar a los otros dos chicos, pero estos pronto lo alcanzaron.

— Iremos a esa fiesta y te divertirás.— Aseguró Seokjin, abrazándolo por los hombros.

"Seguro que sí" pensó con ironía, rodando sus ojos al pasar frente a Jungkook y Jieun, que se besaban en el pasillo como si no existiera más mundo que ellos dos.

¡Hola! Ya volví a publicar jejeje. Aquí empieza realmente la historia, así que agárrense, se viene drama.

Por cierto, quería aclarar algo. Si leyeron el resumen y el primer capítulo (es el mismo texto) quizás pensaron que hacía referencia a la primera vez que Taehyung vio a Jungkook, pero no es así, sino que se refiere al día en qué Taehyung vio a Jungkook como algo más que su mejor amigo.

Dicho esto, me voy. Espero que les guste esta historia, realmente la estoy escribiendo con mucha dedicación. Gracias por leer! ❤️

— Yudus