𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘

40

El estúpido de Jungkook se había dejado la puerta abierta al entrar.

Taehyung fue lo suficientemente rápido como para lanzar el cigarrillo por la ventana justo cuando escuchó la voz de su padre. Su corazón latía con fuerza y el aire se atoró en sus pulmones mientras rezaba que no le hubiera visto fumando, porque de lo contrario, probablemente sería él quien hubiera sido lanzado por la ventana.

— T-Todo bien, señor Kim.— Tartamudeó el menor con una sonrisa forzada en sus labios.

— Escuché voces y pensé que...no sé, no importa.— Hizo un gesto con su mano para restarle importancia.— Buenas noches.— Dijo por último antes de irse.

Tanto Jungkook como Taehyung pudieron respirar con tranquilidad entonces, soltando un sonoro suspiro al unísono antes de mirar a los ojos contrarios. El castaño formó un puchero inconsciente con sus labios, haciéndole saber a Jungkook lo arrepentido que estaba de haberle hecho pasar por esa situación debido a su irresponsabilidad, y después de unos segundos en los que Jungkook mordisqueó su propio labio inferior con impaciencia mientras deleitaba al castaño con la mirada, no pudo aguantar las ganas de sentir sus labios de nuevo, porque aquella boquita que se fruncía en un tierno puchero estaba pidiendo a gritos ser besada. Y como Jungkook no podía resistirse ante eso, dejó a un lado lo que había ocurrido anteriormente y su pequeño enojo debido a Taehyung, para lanzarse sobre los labios de este. Lo besó como si sus belfos fueran un helado de fresa y él un adicto al azúcar, y aunque el castaño tardó en reaccionar por lo repentino de la situación, pronto sus labios se movían al compás y sus lenguas exploraban la boca del otro con total libertad.

— No vuelvas a hacerlo.— Habló el pelinegro una vez se separaron. Alzó el rostro de Taehyung, tomándolo por la barbilla y mirándolo con seriedad.

— Lo siento.— Murmuró.

— ¿Hyung, ¿qué pasa por esa cabecita tuya? — Preguntó, señalando la frente del mayor.

— No es nada, solo...— Suspiró, como siempre, rindiéndose ante el pelinegro.— ¿Puedo preguntarte algo? — Miró con sus ojos temerosos a Jungkook, quien asintió.
— ¿Ese bebé va a destrozar esto que tenemos? Tú...¿volverás con ella?

Jungkook pareció comprender enseguida al castaño. Aunque no fuese a dejar a Taehyung de lado por Jieun, porque ya había pasado por eso y ambos habían salido heridos, podía entender perfectamente el temor a perderle que tenía el castaño. Y es por eso que no dudó cuando se acercó a su boca y unió sus labios de nuevo en un cálido beso, porque quizá esa era la manera más acertada de decirle que no, que no volvería con Jieun ni aunque se lo pidiera a gritos. Y Taehyung pudo encontrar en aquel beso los sentimientos que Jungkook había tratado de expresar para él todo este tiempo.

— Nunca.— Respondió el pelinegro al separarse, estando a escasos centímetros de sus labios, y esta vez fue Taehyung quien eliminó la distancia entre ellos, besándole como si fueran a despedirse para siempre o incluso como si fuera su primer y único beso. No había algo que quisiera más en este mundo que seguir amando a Jungkook.

Las manos del pelinegro se dirigieron a las caderas de Taehyung cuando el beso comenzó a subir de tono, acariciándolas por debajo de la ropa mientras los brazos del mayor estaban sobre sus hombros, con sus dedos enredados en sus cabellos para profundizar el beso. Sus lenguas entraron en acción poco después y la camiseta de Taehyung fue retirada por las habilidosas manos del pelinegro. Él hizo lo mismo con el buzo del contrario, quedando ambos con sus torsos descubiertos. No era nada nuevo para ninguno, pues se habían visto desnudos varias veces, pero era espeluznante lo mucho que aquella simple imagen de Jungkook sin camiseta estaba excitando a Taehyung. Ver los abdominales tan bien marcados en el cuerpo delgado pero fuerte del menor y poder acariciarlos con la yema de sus dedos no era algo de lo que pudiera disfrutar todos los días. El castaño quiso controlarse, pues aquello podía acabar en sexo y aunque había deseado eso por demasiado tiempo, no sabía si estaba preparado para hacerlo una realidad.

Quitó todas las dudas de su cabeza cuando vio como Jungkook lo observaba con sus ojos brillantes, llenos de lujuria, y sus labios enrojecidos por los besos llenos de deseo. Taehyung se lanzó a él de nuevo, esta vez para besar la piel de su cuello, haciendo que Jungkook jadeara por tal inesperado acto. Lamió y succionó en la zona sensible que había descubierto, dispuesto a dejar marca en lo que era suyo. Porque Jungkook había sido siempre suyo, aunque no hubiera podido darse cuenta antes. El menor deslizó sus manos desde la cintura hasta los pantalones del contrario, y como pudo, empezó a desabrocharlos, consiguiendo que estos cayeran al suelo después.

— H-Hyung...— Jadeó Jungkook en su oído, lo que hizo excitar más al castaño, quién todavía seguía besando y lamiendo su cuello.

Llevó su propia mano hasta el miembro del mayor y lo acarició sobre la tela de su ropa interior. Taehyung no pudo callarse y gimió inconscientemente, a lo que Jungkook chistó para que hiciera silencio, pues no querían tener un inconveniente con los señores Kim.

El mayor mordió el hombro desnudo del pelinegro para acallar su propia voz, y eso hizo que una ola de placer recorriera el cuerpo del contrario. Pronto, Jungkook empezó a sentir como sus pantalones eran demasiado ajustados y su miembro dolía, pero no podía detenerse y por eso seguía acariciando el miembro duro de Taehyung, porque necesitaba más. El castaño notó la falta de atención en el miembro de Jungkook cuando la respiración del pelinegro comenzó a desvariar, debido a lo apretado que se sentía aún con sus pantalones puestos, así que Taehyung se apresuró en quitarlos y hacer lo mismo que Jungkook le estaba haciendo a él, solo que se deshizo también de sus bóxers, pudiendo tocar así el miembro del menor con sus propias manos, sintiendo la piel tensa de este entre sus largos dedos. Jungkook gimió sin poder aguantarse y también quitó la ropa interior del mayor para masturbarle de igual forma. La habitación se volvió una oleada de gemidos por ambos mientras masturbaban al otro y sus miembros se rozaban en el acto, produciendo una excitación incapaz de ser contenida. Aunque al principio se obligaban a acallar sus gemidos, se dejaron llevar tanto por el placer que no podían controlarlos. Las embestidas con sus manos fueron cada vez más rápidas, toscas, apretando más en algunas zonas, rozando con los dedos la punta, hasta que el placer fue inaguantable, e hizo llegar al climax a Taehyung, quien se corrió en la mano de Jungkook. Él, al ver tal escena ante sus propios ojos y sentirse terriblemente cerca, no pudo evitar venirse también, con un gemido ahogado que llamaba el nombre de Taehyung.

Descansaron su cabeza sobre el hombro del contrario una vez hubieron terminado, tratando de recobrar el aliento, regulando sus respiraciones y aún sintiéndose demasiado conmovidos por el acto tan íntimo que habían compartido.

— Mierda, hyung, ¿qué acabamos de hacer? — Habló Jungkook, pero más que sonar molesto, lo dijo con una sonrisa en su rostro, sintiéndose demasiado satisfecho por haber roto aquella barrera entre él y Taehyung, aquello que estaba tan prohibido y que sabía a felicidad.

— No lo sé Jungkookie, no lo sé.— Dijo de la misma forma y un color rojizo se hizo presente en sus mejillas.

Holaaaaaa!! Les traigo nuevo capítulo y aunque es algo corto, también es intenso. Espero que su ropa interior esté a salvo de este smut.................es muy suave comparado con otros que he llegado a escribir (y que publicaré en otras historias jeje).

¿Cómo han estado? Yo recién llegué a casa, tuve que solucionar unos asuntos, y es por esto mismo que quiero darles un consejo.

Siempre que tengan alguna duda, miedo o problema háblenlo. Si piensas que alguien está dándote de lado o no te hace sentir bien, díselo y compártelo con esa persona, porque lo agradecerá y se evitarán problemas.

Dicho esto solo queda despedirme y decirles que ATENTOS AL 1 DE MAYO, SE VIENE ALGO NUEVO.

Como siempre, gracias por leer ⭐️

— yudus