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— ¡Arrodíllate y discúlpate, maldita sea! — Gritó el señor Jeon nada más entrar en casa. Empujó a Jungkook con fuerza contra el suelo, provocando que su cuerpo débil por las heridas sufriera el golpe aún más fuerte.

Tenía a su padre frente a él, dispuesto a matarle si incumplía una sola regla más, y a pesar de que el pelinegro había sido un niño travieso e independiente toda su vida, por primera vez estaba aterrado realmente, porque su padre tenía un límite en su cordura y Jungkook parecía haberlo sobrepasado con creces.

Se escucharon los pasos apresurados de la señora Jeon bajando las escaleras, preguntándose qué demonios pasaba en su casa a esas horas de la noche.

— ¡¿Qué está sucediendo aquí?! — Gritó, alertando a ambos varones.

— Tu hijo es un jodido maricón, eso pasa.— Dijo con asco, sin apartar la mirada del magullado cuerpo de Jungkook.

— ¿Q-Qué?

— Lo que oyes. Mientras estábamos de viaje se ha estado follando a su mejor amigo. ¡Te dije que no era bueno que pasaran tanto tiempo juntos!

— Jungkook...— Su madre lo llamó, su voz sonando calmada para no asustar al menor.— ¿Es eso cierto?

— Hyung y yo no...no nos acostamos. No hemos hecho nada malo. Y-Yo...creo que me gusta.— Habló con miedo, todavía desde el suelo y sin atreverse a mover un solo dedo.

Escuchó a su madre jadear y un nuevo golpe fue directo a su pierna. Su padre volvió a azotarlo, esta vez sin descanso, y su madre, testigo de tal acto inhumano, tan solo observaba como su hijo estaba al borde del colapso.

— ¡Arrodíllate, mierda! ¡Discúlpate de una puta vez! — Hyungmin no dejaba de gritar.

Y algo hizo click en su cabeza. Algo le dijo que, si tanto estaba odiándole su padre, si a su madre no le importaba que lo golpeara, si todo eso llevaba tanto tiempo ocurriendo y todo por el mismo motivo, sería porque algo estaba haciendo mal. Quizás sí estaba mal amar a otro hombre, ¿no? Quizás todo fue un engaño. Quizás Taehyung está loco. Y él también. Quizás es insano, va en contra de cualquier ley establecida. Quizás su padre tuvo razón todo este tiempo y solo quiso protegerle. ¿Y si era verdad que necesitaba ayuda? ¿Y si todos aquellos golpes eran para hacerle entrar en razón? ¿Y si...?

Jungkook se movió todo lo rápido que su cuerpo le permitía y se arrodilló frente a su padre, tal y como él le había pedido. Alzó la cabeza antes de apartar la vista de nuevo.

— L-Lo siento, papá.— Lloró con fuerza, su cuerpo apenas resintiendo los temblores debido a los sollozos.— Lo siento tanto. No volveré a hacerlo. Está mal. Estoy enfermo. Ayúdame, papá, estoy muy enfermo.

***

La señora Kim llegó al parque poco después de recibir el mensaje de su hijo en el que le pedía ayuda. Como siempre que Taehyung lo necesitó, su madre estuvo ahí para él. Incluso si su trabajo a veces no se lo permitía, el castaño no podía enfadarse con ella, pues sabía que se desvivía por hacerle feliz.

Divisó la figura triste y sombría de su hijo sentado en un banco de madera algo roto. Se acercó cautelosamente, pero aún crujiendo las hojas secas bajo sus pies, Taehyung ignoró por completo su presencia.

— TaeTae.— Se sentó a su lado, observando al menor, que aún estando cabizbajo podía ver como las lágrimas caían con fuerza sobre sus manos entrelazadas.— ¿Qué ha pasado, cielo?

— M-Mamá.— Hipó y secó sus ojos con el torso de sus manos temblorosas.— Yo no debería estar enamorado de Jungkook, ¿verdad?

Los tristes orbes del castaño brillaban con la poca esperanza que quedaba en él, con el diminuto ápice de fuerza que le quedaba para, al menos, seguir respirando. A su madre le rompió el corazón ver a su pequeño en ese estado. Jamás pensó que la depresión que sufría Taehyung podía deberse a un simple enamoramiento, pero podía ver en su actuar cómo Jungkook era mucho más que eso para él, y le dolía que fueran tan erróneos para la sociedad, cuando en ningún momento dañaron a nadie. Ella lo entendía. No era algo a lo que estaba acostumbrada, pero estaba más o menos informada sobre el tema y sabía que era una posibilidad que Taehyung terminara gustando de los chicos. Y era su hijo, la persona a la que más amaba en todo el mundo...¿cómo podría odiarle tan solo por eso?

— Cariño, tus sentimientos son muy fuertes, ¿verdad? — El castaño asintió repetidas veces.— Entonces no hay nada que esté mal. Pero dime, ¿qué ha ocurrido? ¿Han peleado?

— N-no...Su papá...vino a buscarlo y lo golpeó. Lo golpeó tantas veces que ni siquiera sé cómo no quedó inconsciente. Yo intenté detenerlo, mamá, p-pero...— Lloró de nuevo, acomodándose entre los brazos de su madre que ahora lo rodeaban con firmeza.

— Dios, Tae, y-yo no lo sabía.— Se separó.— El señor Jeon pasó por casa preguntando por Jungkook y le dije que salieron...no debí decirle nada.— Llevó una mano a su frente, sintiéndose culpable.

El menor se encogió de hombros, sin darle mucha importancia. Siendo consciente ahora de la situación que Jungkook vivía, en algún momento su padre iba a enterarse de lo que pasaba entre ellos, que a pesar de no ser nada oficial o confirmado, el hecho de estar enamorados existe, y eso es suficiente para hacerse notar entre las personas que los rodean, así que en un momento u otro, iban a percatarse de que algo era diferente en la relación que compartían.

— Tenemos que alejar a Jungkook de esa casa, por favor...— Su labio tembló, su rostro pidiendo ayuda.

Sunhee asintió dudosa. Era obvio que quería alejar al pelinegro de aquella casa en la que no era aceptado, pero poco podía hacer ya que era menor y vivía bajo las órdenes de sus padres. Si se arriesgaba a sacar al pequeño de aquel infierno, se jugaba su puesto de trabajo, su reputación, y quien sabe, quizás acabaría en una estación policial por secuestro, o viviendo bajo un puente con dos niños a los que alimentar. Decidió para sí misma que lo mejor sería intentar hacer razonar al señor Jeon para que aceptara la orientación sexual de su hijo, o bien le permitiera emanciparse. Pero ese hombre era un hueso duro de roer y sabía a ciencia cierta que ataría a Jungkook de manos y pies con tal de no darle la libertad que merece.

 Pero ese hombre era un hueso duro de roer y sabía a ciencia cierta que ataría a Jungkook de manos y pies con tal de no darle la libertad que merece

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Ya que estos capítulos son cortitos y las tuve abandonadas, actualicé x2 jajajsjs. Espero que estén disfrutando/sufriendo con esta historia.
Próximamente les traeré noticias qbjswjsbsk.

Gracias por leer. 💖

— yudus

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora