16

13K 1.9K 1.1K
                                    


Ese día llegó junto a Jungkook al instituto. Todo parecía estar más tranquilo entre ellos, y aunque aquella tensión de tener en mente que el otro le gustaba estaba presente, trataban de controlar sus hormonas con tal de no causarse problemas.

Taehyung encontró al pequeño rubio caminando hacia su clase y vio la oportunidad perfecta para hablar con él.— ¡Jimin! — Lo llamó antes de correr hasta él, dejando al pelinegro atrás con Jieun, con quien acababa de toparse. Taehyung abrazó con fuerza al rubio en cuanto llegó a él, trastabillando y haciendo que casi cayeran los dos al suelo.

— ¡Taehyungie! — Jimin rio, siendo consciente de que un buen abrazo era un "disculpas aceptadas" del castaño.— ¡Te extrañé! — Dijo con una sonrisa cuando se separaron. Taehyung le sonrió de vuelta, sintiéndose inevitablemente feliz al ver como los ojitos de Jimin se volvían pequeños cuando su sonrisa se asomaba en su rostro. Era lindo. Jimin era tan lindo.

— Está todo olvidado, Jiminie. También pude arreglar las cosas con Jungkook.— Revolvió su cabello antes de mirar hacia atrás, donde había dejado a Jungkook. Lo vio conversando con su novia, y aunque un dolor momentáneo atravesó su pecho como una espada, no quiso interrumpirlos.— Vamos a clase.— Le sonrió al rubio, abrazándolo por los hombros para dirigirse a su aula.

Cuando llegaron, Taehyung se quedó sentado junto a Jimin mientras esperaban que la profesora Jong llegara para impartir su —muy aburrida— clase de inglés. Taehyung odiaba inglés, bueno, y cualquier tipo de lengua.

— TaeTae, esta tarde vamos a jugar un partido de baloncesto con Yoongi hyung y Seokjin hyung. También vendrá un amigo suyo, ¿Te apuntas? — Preguntó un emocionado Jimin.

— Claro.

— ¡Genial! Entonces trae a alguien para que los equipos sean justos. Ya sabes, puedes traer a Jungkook.— Alzó sus cejas repetidas veces, lo que provocó un sonrojo en Taehyung, quien sólo asintió y trató de cambiar de tema.

— ¿Tus papás ya te perdonaron? — Preguntó el castaño con curiosidad.

— Ellos no me dirigen la palabra, pero al menos me permiten estar en casa. Supongo que con el tiempo lo olvidarán o...no sé.— Se encogió de hombros, un puchero adornando su bello rostro.

Taehyung pellizcó sus mejillas con ternura.— Sabes que si necesitas donde quedarte, mi casa es tu casa.

— Lo sé. Gracias, TaeTae.

— ¡Hello guys! — La profesora Jong entró en clase con una alegría poco común en su rostro. Taehyung rodó los ojos y volvió a su lugar, el que ocupaba junto a Jungkook.— Today we're going to learn some words in English.

Taehyung no entendió nada.

Había pasado una hora y Taehyung seguía sin entender nada.

El timbre sonó, dando por finalizada la clase.

— ¡Por fin! — Suspiró estirándose sobre su silla. El menor rio ante la exageración de su mejor amigo, algo muy característico en él. Taehyung era muy dramático cuando quería, y era algo que a Jungkook le encantaba.— Por cierto, Jungkookie.— El castaño lo llamó, enderezándose en su lugar.— Esta tarde vamos a jugar un partido con Jiminie y Seokjin hyung y sus amigos, ¿vendrás? — Preguntó con cautela e hizo un tierno puchero para convencer al pelinegro.

— Hyung...— El menor sonrió sin poder evitarlo. — No puedo decir que no si me pones esa cara, ¡Es chantaje emocional!

Taehyung rio. Por un momento, le pareció ver al Jungkook que había sido su mejor amigo por años, al que tanto había anhelado.

— Entonces, ¿sí o no?

— Iré, pero...

— ¿Pero?

— Estaré solo en casa esta noche. Podrías venir y...— El pelinegro se calló, aparentemente nervioso ante la insistente mirada de Taehyung. Rascó su nuca, evitando el contacto visual.

— ¿Y...? Jungkookie, ¿estás proponiéndome que vaya a tu casa para tener sexo? — Dijo entre risas, intentando hacer sentir más cómodo a su mejor amigo.

— ¡No, hyung! A dormir, solo dormir.

***

— Entonces, ¿Todo bien con Kook? — Preguntó Jimin abrazando a Taehyung cuando lo vio llegar al parque.

— Sí, eso parece. Jiminie, hay tantas cosas que debería contarte...— Suspiró, una sonrisa apenas visible asomándose en sus labios.

— Pues empieza a explicar, TaeTae.— Lo animó con la tierna sonrisa que tanto encandilaba a cualquiera que la viera.

— ¡Chicos, vamos a jugar ya! — Yoongi gritó desde el otro lado de la pista. Habían quedado en un gran parque que contaba con un campo de fútbol y una pista de baloncesto. Era un lugar bastante concurrido por los estudiantes, ya que el instituto quedaba relativamente cerca de allí.

— Él es Hoseok.— Habló el peliazul cuando Jimin y Taehyung llegaron junto al resto. El chico se presentó. Tenía una gran sonrisa, su cabello era rojo, sus gestos irradiaban alegría por todas partes y parecía ser bastante amigable. Taehyung no sabía cómo alguien así podía ser amigo del amargo Min Yoongi.

— Bien.— Esta vez fue Kim Namjoon, de tercer año y presidente estudiantil, quien habló.— Jungkook, Jimin y Yoongi irán en un equipo. Taehyung, Hoseok y Seokjin, en el otro.

El castaño pudo notar la tensión en el cuerpo de Jimin cuando mencionaron que formaría parte del equipo de Yoongi. No sabía hasta qué punto, que el peliazul y él hubieran estado "juntos" había afectado a Jimin, pues las consecuencias que aquel suceso causó en el menor no fueron agradables, y si Taehyung no se equivocaba, probablemente Jimin le guardara un poco de rencor a Yoongi por haber dejado que asumiera los problemas de ambos, él solo.

El partido dio comienzo, el equipo de Taehyung ganando primero, pero siendo fácilmente alcanzados en puntuación por el otro equipo, que acabó ganándoles. El castaño perdió la cuenta de cuántas veces Jungkook había invadido su espacio personal con la excusa de hacer de defensa. Era de esperar que el pelinegro fuera bueno en ese deporte, pues Taehyung llevaba junto a él toda la vida y nunca había visto que al menor se le diera mal algún tipo de ejercicio físico, así que por su culpa, terminó casi agonizando en el suelo después de tres partidos consecutivos en los que el equipo de Jungkook había ganado.

— ¡Agua, por Dios! ¡Que alguien me traiga agua! — Taehyung gritó desde el suelo, exhausto. El flequillo se pegaba a su frente por el sudor y lo único que quería en ese momento era meterse bajo la ducha. Se sentía asqueroso cada vez que hacía deporte, no se le daba bien y además sudaba, ¿Qué se le pasó por la cabeza al pensar que sería una buena idea jugar a baloncesto?

— Eres un dramático.— Jungkook rio, lanzándole la botella de agua y sentándose a su lado. Pronto, todos los demás los imitaron y se sentaron alrededor. Los rostros cansados de algunos quedaban en segundo plano teniendo la brillante sonrisa de Hoseok y el carisma de Jimin, que parecían ser los dos únicos que todavía seguían con energía después del partido.

— Chicos, podemos jugar a la botella.— Propuso Jimin con emoción.

— Aburrido.— Yoongi dijo.

— Cállate.— Y sí, definitivamente Jimin le guardaba rencor al peliazul.

— Juguemos.— Taehyung lanzó su botella (ahora vacía) al centro para comenzar con el juego.

Las primeras pruebas fueron sencillas, nada más allá de besos en la mejilla, abrazos o confesiones un tanto extrañas, lo típico con lo que te echas unas risas y guardas en tu mente toda herramienta secreta que puedas utilizar en contra de la otra persona en el momento indicado, pero entonces, cuando la cosa empezaba a subir de tono, la botella señaló a Taehyung, que abrió los ojos en sorpresa y el calor se agolpó en sus mejillas.

— Te reto a...que beses a Hoseok.

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora