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Jungkook despertó debido al ruido que provenía de la planta baja. Supuso que Taehyung estaba tan acostumbrado al alboroto que formaban sus padres en la mañana antes de irse a trabajar, que por eso dormía tan plácidamente. No pudo evitar observar al castaño con el cariño plasmado en sus pupilas. Siendo que a veces se engañaba a sí mismo creyendo las palabras de su padre cuando decía que los homosexuales daban asco, le parecía increíble la facilidad con la que había amado cada centímetro del cuerpo de Taehyung, siendo este un chico. No mentiría, a Jungkook le gustaban los pechos y los cuerpos de mujeres, pero jamas pensó deleitarse tanto con el cuerpo de un hombre, mucho menos con el de su mejor amigo, pero es que podía jurar que el nivel de placer que pudo alcanzar la noche anterior durante el momento íntimo que compartió con Taehyung, no lo había sentido nunca con Jieun. Ni en lo que conocía como 'el mejor sexo de su vida'. Nada se comparaba a Taehyung.

Estaba tan ensimismado observando el bello rostro del castaño y recordando los vívidos momentos de la noche que no se dio cuenta cuando éste abrió sus ojitos y se toparon con los suyos.

— Buenos días.— Su voz ronca se oyó en la habitación y una sonrisa adornó su rostro, mientras a Jungkook se le teñían las mejillas de rojo. De repente, se sintió avergonzado por hallarse descubierto pensando en algo tan...sexual, mientras lo miraba dormir y se veía tan inocente, e incluso si para él fue maravillosa la experiencia vivida la noche anterior, aún le resultaba un poco extraño haber masturbado a su mejor amigo mientras este hacía lo mismo con él . Porque eso no es lo que hacen los amigos...¿no? Se supone, que para llegar a ese nivel, primero habían unos cuantos pasos a seguir que ellos habían pasado por alto totalmente.

— ¿Estás bien? — Preguntó el mayor al notar que Jungkook estaba totalmente perdido en sus pensamientos.

— Hyung.— Habló firmemente, pero su rostro denotaba confusión.— Quiero que seas mi novio.

Taehyung se incorporó, sobresaltado por la confesión repentina, y más aún por la decisión en la voz del menor. ¿Acaso aún seguía dormido y eso había sido simplemente un sueño? ¿Pero entonces, por qué Jungkook seguía esperando por una respuesta? De verdad, a veces el pelinegro hacía enloquecer a Taehyung, y aunque eso le encantaba, tener que decidirse a ser novio de Jungkook cuando recién acababa de despertar, no era algo a lo que estaba acostumbrado.

— ¿A qué viene esto...así de repente?

— ¿No quieres? — Un puchero se formó en sus labios, sus ojitos brillando con tristeza en ellos.

— Claro que quiero, idiota, pero-

— Entonces ahora eres mi novio.— Interrumpió al mayor, con una sonrisa curvando sus labios. Había obtenido el sí de Taehyung, así que no admitiría ni un solo 'pero'.

— Podrías haberte esforzado un poco más.— El castaño rodó sus ojos, pero una pequeña sonrisa se asomó en sus labios.— ¿También te declaraste a Jieun así? Qué poco caballeroso, Jungkookie.— Se burló del menor, pero en el rostro de Jungkook se pintó la decepción y la tristeza en un tierno puchero, y entonces Taehyung se dio cuenta que quizás había sido un poco duro con él, incluso si sus palabras no iban en serio.

— Hey, solo estaba bromeando.— Dijo, acercando su mano al rostro de Jungkook para acariciarlo, pero éste se apartó con brusquedad.— Vamos, Kookie, yo no quería...

Fue callado sin poder terminar la frase. Jungkook selló sus labios con un beso, de esos que sólo aparecen en las películas de Hollywood. De esos que son más que envidiables.

Aprovechó el desconcierto de Taehyung por el beso reciente para situarse sobre él e inclinarse hasta que el castaño quedó tumbado en la cama, con él sobre su cuerpo. Besó sus labios, sus mejillas, su nariz, y finalmente, su frente. Porque los besos en la frente, dicen, son besos especiales...y solo se les dan a las personas especiales.

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora