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Habían crecido juntos. Ambos hijos de familias adineradas que trabajaban en la misma empresa. Sus padres eran amigos desde su juventud, así que nada más nacer, Taehyung y Jungkook se vieron obligados a relacionarse. No fue hasta los cinco años que empezaron a llevarse bien, pues Jungkook tenía la maldita manía de molestar al mayor -por meses-, quitándole sus juguetes favoritos para terminar rompiéndolos. Eso molestaba mucho a Taehyung, pues Jungkook era pequeño y consentido, así que siempre le permitían tocar sus juguetes aún sabiendo el fatal desenlace que eso conllevaría para Taehyung.

Fueron prácticamente uña y mugre durante años. Iban juntos al colegio, se sentaban juntos durante las clases, y luego volvían a casa, debatiendo durante el camino a dónde irían a jugar ese día. Eran felices, como cualquier niño inocente que piensa siempre vivir envuelto en esa burbuja que lo aísla del mundo real.

Tuvieron su primera crisis amistosa a los doce años. Jungkook estaba sufriendo su primer enamoramiento. Estaba completamente perdido en los ojos azules de Jieun, una niña nueva que venía de Rusia para estudiar en su colegio. Desde el primer día de clases, Jungkook no pudo quitarle los ojos de encima. Tanta era su obsesión que Taehyung acabó sintiendo celos de Jieun, ya que su mejor amigo parecía prestarle más atención a ella que a él. Entonces, un día en el que ambos estaban en el cuarto de Taehyung hablando sobre temas triviales, el menor sacó el tema de su amor platónico, como ya era de costumbre.

— Ella es tan bonita, hyung.— Suspiró con una sonrisa, acomodándose en la cama de Taehyung.— Quisiera besarla.

— Entonces hazlo.— El mayor rodó los ojos, notablemente molesto. Estaba cansado de oír hablar sobre Jieun durante todo el día.

— No puedo, hyung. Nunca he besado a nadie, seguro que lo hago mal.

— Jungkookie...puedes probar conmigo si eso es lo que te preocupa.— Taehyung no supo por qué dijo aquello, pero fue lo único que pudo salir de su boca para apaciguar los celos que crecían en él cada vez que escuchaba a su mejor amigo hablando de aquella chica. El menor lo miró fijamente, arqueando sus cejas.

— Pero somos chicos. Eso no está bien.— Hizo un mohín.

El mayor se encogió de hombros, sin querer darle más importancia, mas su cuerpo rogaba por probar los labios de Jungkook y se sintió molesto ante ello.

Se quedaron en silencio por unos minutos, cuando de repente Jungkook fijó su mirada en los ojos de su mejor amigo, bajando hasta sus labios. Suspiró antes de acercarse lentamente, y posicionando su mano sobre la mejilla de Taehyung, rozó sus labios. Fue un beso tímido, como era de esperar de dos niños de doce años, pero Taehyung sintió en aquel momento, que sus sentimientos por Jungkook habían madurado de sobremanera, y a raíz de aquel beso de no más de cinco segundos, Taehyung no pudo volver a pensar en el pelinegro de la misma forma.

Con 16 años recién cumplidos, Jungkook disfrutaba plenamente de su vida. A sus ojos, su familia estaba más unida que nunca, la empresa de sus padres iba de maravilla y todo en casa parecía ir perfectamente. En el instituto era más de lo mismo: su relación con Jieun era duradera y podía jurar ser la persona más feliz a su lado. Eran ya tres años los que llevaban juntos y aunque su amor era joven, podía verse junto a ella en un futuro lejano, casándose y formando una familia.

Para Taehyung las cosas fueron distintas. Tras darse cuenta de que sus sentimientos por Jungkook iban más allá de lo socialmente aceptado, entró en un bucle de tristeza que lo acabó abocando a la depresión. No es que tuviera una mala vida, de hecho, a sus padres les iba bien el negocio y él había hecho amigos nuevos en el instituto, había tenido alguna que otra pareja a corto plazo y en los estudios le iba bastante bien, pero para el castaño, fue como un detonante saberse aislado completamente de Jungkook una vez que éste empezó su relación con Jieun. Al final se había acostumbrado a verla a menudo, a compartir a su mejor amigo con ella, pero eso no significaba que no doliera. El menor había estado para él cuando lo necesitó, o al menos lo había intentado, porque cada vez que su novia le pedía atención, Taehyung quedaba al margen, como si de repente hubiera dejado de existir. Jungkook sabía que algo había empezado a ocurrirle a su mejor amigo desde hacía tiempo. Se preocupó mucho al principio, pues el castaño se caracterizaba por su sonrisa que últimamente estaba ausente, pero terminó acostumbrándose a la actitud sombría de Taehyung, pues el mayor tampoco se estaba dejando ayudar.

Su relación se volvió algo hecho por inercia. Estaban juntos porque eran vecinos, porque hacían el mismo camino desde el instituto hasta casa y porque iban a la misma clase, pero al menos para Taehyung, su relación hacía mucho que había dejado de ser lo que era.




 Estaban juntos porque eran vecinos, porque hacían el mismo camino desde el instituto hasta casa y porque iban a la misma clase, pero al menos para Taehyung, su relación hacía mucho que había dejado de ser lo que era

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¡Hoooolaaaa! Ya volví, ¡por fin!

Terminé mis exámenes así que voy a actualizar mucho más seguido. Estos días estoy enferma y he tenido fiebre, pero eso solo me ha dado más ganas para seguir escribiendo.

¿Y ustedes como han estado? ¿Están teniendo exámenes? ¿Están comiendo y durmiendo bien? Cuídense.💕

Bien, hice este separador medio lindo. Si tienen sugerencias pueden dejarlas aquí. Lean y comenten y denle mucho mucho mucho amor a esta historia. Espero que les encante 💖

— Yudus

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora