8

14.4K 2.3K 1.6K
                                    



Jungkook se consideraba alguien atrevido, alguien que sabía disfrutar de cada momento de su vida y que, a pesar de su personalidad dura y fría de primeras, amaba con todas sus fuerzas cuando conocía a la persona correcta. Y podía decir con orgullo que amaba a Jieun. Todo en ella le parecía perfecto incluso en la situación más imperfecta que pudieron haber vivido. Habían convivido juntos por mucho tiempo, e incluso si no vivían en la misma casa, pasaban casi todo el día en casa de Jungkook. Se habían convertido en una pareja estable en sus cortos 16 años de vida, y sentían la madurez de la relación rozando sus labios, sabiéndose juntos en un futuro no muy lejano. Se amaban, y eso nadie podría cambiarlo.

El pelinegro despertó y se preparó para ir a clase. Fue cuando salió de casa y vio a su mejor amigo junto a otro chico, que se sintió extraño. Por alguna razón que desconocía, solo quiso acercarse al par de chicos que caminaban hacia el instituto mientras charlaban animadamente, para interrumpirlos y ganarse la atención de Taehyung. No podía evitarlo, lo echaba de menos. Su amistad se había enfriado tanto, que si seguía así pronto se congelaría y sería imposible recuperarla.

Suspiró y siguió su camino sin querer prestarles mucha atención. Al fin y al cabo, era normal que Taehyung tuviera más amistades, y él tenía a Jieun. No estaba solo después de todo.

***

Ella era adorable a los ojos de Jungkook. Su cabello rubio se mecía con gracia y una tierna sonrisa adornaba su rostro mientras le pedía a su novio que le comprara un algodón de azúcar que vendía un hombre en un pequeño puesto del parque. Jungkook tenía más que claro que acabaría cediendo, pero le encantaba ver aquella faceta caprichosa de la chica, así que siempre se hacía de rogar un poco, no obstante, fue inevitable acabar comprándole cada cosa que ella quería y le hacía feliz, y en ese momento era un algodón de azúcar casi tan dulce como la forma en que la amaba.

— Gracias, amor.— Le dio un pequeño beso en la mejilla, compartiendo el algodón con él.

Reían mientras paseaban entre el verde paisaje. La primavera estaba llegando y se notaba en el clima e incluso en la esencia del aire. Los pájaros volaban alrededor y las chicharras se escuchaban de fondo, recordándoles que pronto llegaría el verano.

Jungkook se paró bruscamente, fijando su vista en algo que le llamó la atención, o mejor dicho, alguien. Taehyung estaba sentado en una de las bancas del lugar junto a un chico que Jungkook poco conocía, pero lo vio esa mañana junto al castaño y  le parecía haberlo visto por el instituto, incluso en su propia clase. Sus ojos se clavaron en el castaño, de repente echando de menos los momentos en que era él quien le acompañaba a dar un paseo por el parque. Pero de pronto, algo que no esperaba para nada, ocurrió. El chico que estaba junto a él acercó su rostro al de Taehyung de manera rápida, juntando sus labios con los del castaño en un beso que le hizo apartar la mirada de ambos chicos de golpe. Jungkook se sintió más que incómodo, queriendo olvidar aquello.

— ¿Por qué tu amigo estaba besándose con un chico? — Preguntó Jieun con cierto desagrado cuando continuaron su camino. Sus manos iban entrelazadas y de repente, eso pareció sofocar a Jungkook.

— N-no lo sé.— Respondió nervioso. Rascó su nuca y pasó las manos por su rostro, tratando de olvidar aquella imagen. Taehyung había sido su mejor amigo durante toda la vida, ¿por qué no le había contado que le gustaban los chicos? Sí, a Jungkook no le resultaba agradable, pero le disgustaba aún más la falta de confianza en Taehyung sobre él. ¿Qué tantas cosas le habrá ocultado?

— Amor, ¿estás bien? — Su novia parecía preocupada, Jungkook estaba totalmente ido.

— Sí. Vamos a casa.

Nada más llegar al hogar de Jungkook, la confusión en su cuerpo se transformó en ira por sus irracionales ganas de olvidar aquel beso entre su mejor amigo y otro chico. Sintió la necesidad de tomar a Jieun allí mismo, en ese instante. La tumbó sobre el sofá y se colocó encima, besándola con fuerza para apaciguar la molestia en él. Pensaba que eso le haría olvidar lo repugnante que había sido ver a Taehyung besarse con un hombre y le recordaba que la única relación amorosa que puede existir es entre un hombre y una mujer. Mientras tenía sexo con Jieun, solo pudo pensar en aquello, lo cual hizo que su orgasmo fuese el resultado de la rabia y el odio, y quizás de los celos que había sentido de aquel chico, pero eso Jungkook aún no lo sabía. Estaba tan confuso como indefenso, viéndose en una situación realmente extraña para él.

— ¿Qué fueron esas repentinas ganas de hacer el amor? — La rubia rio y se acurrucó más entre los brazos de Jungkook, que ahora le brindaban caricias como después de cada sesión de sexo.

— Solo...te necesitaba.— "Necesitaba olvidar" pensó, y se sintió mal por haber utilizado a su novia para eso, pero se prometió que no volvería a ocurrir, que alejaría todos esos pensamientos extraños de su cabeza y seguiría amando a Jieun como lo hizo desde el primer día, sin nada externo que tener que olvidar.

***

Definitivamente, Jungkook no pudo olvidar aquello. Durante toda la semana estuvo pendiente de cada movimiento que el castaño hacía. Lo veía salir de casa cuando iba a clase y también lo veía de vuelta, siempre solo. Jungkook se preguntaba por qué aquello lo aliviaba. Taehyung era también una persona, él podía ir junto a quien quisiera sin que Jungkook tuviera que saberlo, así que no entendía esa obsesión que nació en él así de pronto, queriendo —necesitando— saber qué hacía Taehyung a cada momento, con quien se juntaba y sobre todo, qué tipo de relación tenía con aquel rubio. Se sintió extrañamente mal cuando su novia estaba en casa con él y Jungkook apenas le prestaba atención, o incluso estando en clase, el pelinegro solo se enfocaba en Taehyung.

— Amor, ¿Qué ocurre? Llevas así días. — Jieun lo miró con un puchero, acariciando su brazo para llamar la atención de su novio, quien apenas la miró un segundo para devolver su vista al castaño sentado a unas mesas de distancia, junto a otros dos chicos, uno de ellos, era el rubio con el que lo vio besarse en el parque.

— Lo siento. No ocurre nada, bebé, estoy bien.— Le sonrió para tranquilizarla, mas ella no confió en aquella sonrisa.

— Taehyung tiene derecho a tener más amigos. Recuerda que discutieron, quizás se sintió solo después de eso y buscó otras personas con las que pasar su tiempo libre.— La rubia explicó.— Hey, mírame.— Pidió, tomándole de la barbilla para que la viera a los ojos.— Tú me tienes a mí, ¿vale? Así que no debes sentirte solo.

Pero entonces, Jungkook se dio cuenta de que era demasiado tarde para eso. Él se sentía solo sin la presencia de su mejor amigo y había estado tan ciego pensando que no le necesitaba en su vida, que ahora desearía volver tiempo atrás y deshacer todo lo que hizo mal.

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora