Jungkook llegó a casa cerca de las diez de la noche y con más de quince llamadas perdidas de su madre. Después de haber discutido con Taehyung, había pasado el resto del día yendo de un lado a otro de la cuidad, sumergido en su música favorita -Twenty One Pilots- e intentando ordenar su vida entre los pocos pensamientos coherentes que podía formular.Entró en casa sin percatarse de las tres personas que habían en el salón, esperando por él. Cuando fue a subir las escaleras para dirigirse a su cuarto, tuvo que retroceder en sus pasos hasta llegar a la puerta abierta del salón, donde sus padres y Jieun estaban sentados en el sofá, los tres pares de ojos puestos en él.
— H-Hola.— Habló el pelinegro, sintiendo su estómago revolverse por la incomodidad.
— ¿Dónde has estado? — Hyungmin fue el primero en hablar, tosco y directo.
— Pues...por ahí.— Dijo sin más. Se encogió de hombros, restándole importancia.
Una mirada asesina fue clavada en él y supo entonces que debía comportarse y obedecer como un hijo ejemplar si es que no quería ser castigado o golpeado, por lo que -muy a su pesar- se acercó hasta Jieun para tomar sus manos y llevarla consigo bajo el escrutinio de su padre.
— Estaremos arriba.— Dijo por último antes de salir de allí y subir las escaleras de dos en dos hasta llegar a la segunda planta.
Una vez estuvieron dentro de su cuarto, cerró la puerta con cerrojo tras él y no tuvo ni tiempo de darse la vuelta cuando ya tenía los labios de su novia pegados a los suyos. Intentó separarse usando su fuerza sin hacer daño a la menor, pues por mucho que aquello fuese incómodo e incluso desagradable, no quería dañarla. Ni física ni emocionalmente, pues aunque ya no se diera el caso, en un pasado la amó como a nada en el mundo.
— Oye, oye, ¿qué haces? — Preguntó un poco aturdido. Jieun juntó sus cejas.
— Eres mi novio, ¿es que ahora no puedo besarte? — El pelinegro abrió los ojos como platos. ¿Era en serio?
— Ah, bueno.— Se cruzó de brazos, manteniendo la calma pero poniendo autoridad.— Soy tu novio pero puedes acostarte con otro y no pasa nada.— Inquirió, un poco molesto.
— Lo dices como si tú no te hubieras acostado con Taehyung...— Se defendió ella, consiguiendo que Jungkook se enojara aún más.
— Yo no me he acostado con él.— El pelinegro golpeó su lengua contra el interior de su mejilla y apartó la mirada. Se sentía molesto, avergonzado y decepcionado al mismo tiempo.
— Aún.— Replicó.
— Sí, aún, ¿porque, sabes qué? Esto se ha acabado, Jieun.
La boca de Jieun formó una o redonda al igual que sus ojos, mostrando una clara sorpresa.— ¿Qué? ¿Estás cortando conmigo? — Y a Jungkook, lo que verdaderamente le sorprendía era que a pesar de todo, ella siguiera creyendo que su relación iba a durar para siempre.
— ¿En serio lo preguntas? — Soltó una risa, amarga, hastiada, harta.— Estás embarazada de otro tipo y yo he resultado ser...Ah, resulta que me gustan los c-chicos.— Soltó con algo de dificultad, pues no era tan sencillo hablar en voz alta de su orientación sexual como lo era debatirlo en su mente.— ¿Necesitas más motivos? — Espetó, hiriendo el corazón de Jieun con solo el tono de voz utilizado, tan frío, como si nunca hubiera tenido sentimientos por ella.
Y Jungkook lo sabía, estaba siendo duro con ella y era consciente de que Jieun tampoco estaba pasando por su mejor momento debido al embarazo y el saber que estaba perdiendo a la persona que amaba, pero es que Jungkook estaba empezando a hartarse de que todos lo controlaran a su favor y por una vez en su vida quería tomar las riendas, guiarse a sí mismo y hacer su propio camino, e incluso si ser feliz significaba hacer daño a Jieun, no podía se permitir arrepentirse. Necesitaba un cambio y para ello debía deshacerse de ella.
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𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘
Fanfiction❝ Los ángeles no caen del cielo y Kim Taehyung estaba seguro de ello, pero en cuanto el chico de ojos oscuros y mirada imperturbable pasó por su lado, Taehyung juró que había estado equivocado toda su vida. ❞ ...