23

11.3K 1.6K 406
                                    

Jungkook no abrió la boca en lo que restaba de noche. Taehyung quería hacerle hablar, que pudiera deshacerse de todo el peso que llevaba sobre sus hombros desde hacía demasiado tiempo, pero como no quiso forzar al menor, se limitó a abrazarle y hacerle sentir a salvo.

De madrugada, el castaño despertó de su corto pero reparador sueño y sintió su mano fría, pues los dedos de Jungkook ya no estaban entrelazados con los suyos y el calor que su cuerpo le brindaba acurrucado junto a él había desaparecido por completo. En su rostro se formó una mueca de molestia al despertarse de esa desagradable forma. Él querría haber despertado junto al menor, no solo.

Se levantó, dispuesto a encontrar a Jungkook, pero primero debía pasar por el baño. Su estómago dolía y si no corría a hacer pis, podría ocurrir algo muy malo.

— Me meo, me meo, me meo.— Dijo repetidamente para sí mismo mientras corría hacia el baño. Cerró la puerta tras él y cuando se dio la vuelta para cumplir con su misión, casi se hace pis encima al encontrarse con el cuerpo débil de su mejor amigo hecho una bolita sobre el retrete. Abrazaba sus piernas con fuerza y escondía la cabeza entre estas, tal y como la noche anterior. Taehyung se preguntó por cuánto tiempo estuvo en esa dolorosa posición, o es que siquiera pasó la noche con él o desapareció en el mismo momento en que el castaño se quedó dormido bajo los efectos tranquilizadores que las caricias de Jungkook le brindaban.

Taehyung no se dio cuenta de que se había quedado congelado mirando al menor hasta que éste levantó la cabeza y lo vio, las bolsas bajo sus ojos siendo testigos de la falta de sueño.

— H-hyung...¿puedo hablar contigo sobre algo? — Apartó la mirada, de repente sintiéndose una molestia para su mejor amigo. Sintiéndose demasiado roto.

— Claro, Jungkookie.— Taehyung sonrió, tratando en vano de darle un poco de calma al pelinegro. Dentro de él, notó como un nudo que se había formado sin percatarse, se deshacía de golpe, quitándole un gran peso de encima. Le tranquilizaba ser la persona en la que Jungkook confiaba, y que por fin tomara él la iniciativa en pedir ayuda hacía sentir orgulloso a Taehyung.

— Te espero en tu habitación.— Murmuró antes de marcharse.

El castaño hizo lo que tenía que hacer y, aunque pareciera una tontería, su mente funcionaba mejor ahora. Con un suspiro se dirigió a su cuarto, donde Jungkook estaba sentado al borde de su cama jugando con sus dedos.

— Cuéntame.— Lo animó, sentándose a su lado. — Te escucho.

Jungkook suspiró y tardó unos minutos en hablar, pues en su cabeza seguía ordenando sus ideas. Cuando se sintió más o menos preparado, agachó la cabeza, sus ojos perdidos en el brillo de la madera del piso.

— Mi papá está siendo duro conmigo últimamente.— Frunció sus labios.

— ¿A qué te refieres?

— Él...él solo quiere un buen futuro para mí.— Intentó convencerse a sí mismo.

— No te entiendo, Jungkook, yo...

El menor dejó escapar el aire que parecía querer huir de sus pulmones. Sus nervios estaban a flor de piel y sabía que, una vez hubiera dicho aquello, no habría vuelta atrás.— Él sabe que nos besamos cuando teníamos doce años. El problema es que él no lo acepta, hyung.

El silencio inundó la habitación pero sus mentes estaban tan llenas de distintos pensamientos que ni siquiera se dieron cuenta de que se habían callado de golpe.

— A mí me gustaba mucho Jieun, pero aquel día que nos besamos me sentí tan feliz que se lo conté a mi papá. ¿Qué iba a saber yo? Solo tenía doce años, no sabía que besar a un chico estaba mal.— Rio amargamente, recordando aquel momento con tanta claridad que todavía dolían las palabras de su padre después de decirle que besó a un chico.— Él quiso que me alejara de ti. Me hizo creer que no podía amarte, que un chico tan bonito como yo debía estar con una chica tan bonita como ella. Yo me creí tanto sus palabras que me aparté de ti y empecé a salir con ella. Lo nuestro iba en serio y pensé que eso me hacía feliz...pero cuando me di cuenta de que te estaba perdiendo...yo...

— E-Espera, estás diciendo que todo este tiempo-

— Que todo este tiempo he estado enamorado de ti y soy idiota por no haberme dado cuenta antes.— Admitió por fin el pelinegro.

— Jungkookie...— Taehyung no podía salir de su asombro. Su boca abierta por la sorpresa y su cabeza atando cabos sueltos que empezaban a conectarse entre sí.

— Ahora que vuelvo a pasar tiempo contigo, mi papá ha vuelto a tratarme mal. P-Pero, hyung, quiero a Jieun, yo tengo que estar con ella...pero no es lo que necesito. Ella es muy importante para mí p-pero tú...

El castaño limpió con su dedo pulgar una lágrima que cayó por los ojitos cerrados de Jungkook.

— ¿Él...te ha golpeado alguna vez? — Preguntó con miedo mientras acunaba el suave rostro del menor entre sus manos. Jungkook asintió después de unos segundos, aún con sus ojos cerrados, sin querer abrirlos y toparse con la realidad. Mientras sus ojos estuvieran cerrados, no existía el dolor. Si no lo podía ver, no lo podía sentir.— Mírame, Kookie, por favor.— Tragó sus propias lágrimas, queriendo ser fuerte por su mejor amigo, pues sabía que Jungkook no estaba pasando por su mejor momento y, aunque él tampoco, no podía imaginarse el rechazo que debía sentir el menor por culpa de su padre.

Unos minutos después, Jungkook miró a Taehyung, sus ojos aún vidriosos pero llenos de un sentimiento que, si no era amor, era algo mucho más fuerte.

— Estoy aquí, ¿vale? Y no me iré. — Acarició sus mejillas.— Tampoco quiero que tú te vayas de mi lado. Estoy harto de no saber cuando te voy a perder para siempre.

— L-Lo siento...

— Shht, no te disculpes. — Le susurró.— Tómate tu tiempo, Kookie. Lo más importante ahora es que aclares tus sentimientos. Yo esperaré por ti, no importa cuánto tardes. Puedes elegir vivir el futuro que tus padres te han preparado, o puedes vivir tu futuro conmigo. No te presionaré, Jungkookie, elige lo que vaya a hacerte feliz.

— Con Jieun todo está bien, todo es correcto pero siento que me falta algo...y ese algo es lo que siento cuando estoy contigo. Y-y no puedo evitarlo, hyung, te necesito a ti.

Taehyung sonrió, la timidez de repente haciéndose presente en sus mejillas sonrojadas.— Te amo, Jungkook. Te amo tanto que podría esperarte la eternidad entera si sé que al final estarás conmigo.


 Te amo tanto que podría esperarte la eternidad entera si sé que al final estarás conmigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hola!!! Volví entre lágrimas -literalmente-, pero VOLVÍ. Realmente no puedo dejar de llorar ahora, mañana hará un mes que vi a bangtan y sigo sin poder escuchar la mayoría de sus canciones. Me echo a llorar casi cada noche porque los extraño tanto, ah.

En fin, no les voy a molestar con mi drama personal. Mejor disfruten del drama de la historia.

— Gracias por leer 💗

𝗟𝗹𝗲́𝘃𝗮𝗺𝗲 𝗮 𝗣𝗹𝘂𝘁𝗼́𝗻 → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉 / 𝑉𝐾𝑜𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora