Capítulo 73

447 23 0
                                    

- Hola.

- Hola.- me abracé con Marco y dejé el bolso en una de las cuatro sillas que tenía la mesa de la cafetería donde estábamos.- Buen partido el de ayer.

- Claro, como nos ganó la Roma.- sonreí y me senté.- ¿Qué tal ayer la guardia?

- Aburrida, voy a tener que pedir que vuelvas.

Reí y comenzamos a hablar sobre todo de él, acabando por irnos de la cafetería y pasear por Turín sin un rumbo fijo.

- ¿Qué tal Pedro?

- Bien, en España, claro.

- ¿No hablaron del tema de que se venga?

- No creo que quiera, allí tiene a toda su familia.

- Tú también la tienes allí y te viniste.

- Era distinto.

- ¿Así? Te mudaste a Roma, donde nos conocimos, con tan solo tu hermano mayor y viviste con él hasta que Sofía estuvo con Paulo.

- Ya bueno, pero aquí también tenía a mis tíos y abuelos.

- Pero casi ni les veías.

- Eso es verdad.

- Y después de saber que estabas embarazada te fuiste a España, ¿Recuerdas? Volviendo para tener la familia que tienes con Paulo, al que luego dejaste y te volviste a ir.

- Sí que me he movido en este mundo.

- Lo mejor es que siempre es a España.- dijo riendo y metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta.- Gio, tú muchas veces has dejado tu familia, yéndote a otro país, ¿Por qué él no?

- No sé.

- Si te quiere, también tiene que entender que quieras estar con Lucas y Zoe, así que debería venir.

- Puede, aún así no se lo preguntaré.

- ¿Por qué? ¿Tienes miedo a que diga que no?

- No, no es eso, claro que no, es solo que...siento que no estamos bien.

- ¿A no? ¿Qué ha pasado?

- Es como si de verdad la distancia hiciera efecto.

- ¿A qué te refieres?

- Pues a que casi ni hablamos y cuando estamos juntos...no sé, siento que el aire está tenso.

- ¿Tenso?

- Sí, además, si nadie me habla de él puedo llegar hasta a olvidarme de que es mi pareja.

- ¿En serio? Bueno, a ver, es que tú tienes trabajo y a un familia que cuidar.

- Y él igual.

- Y tú misma has dicho que los dos no os habláis.

- Siento que Julia tenía razón.- dije parándome en el sitio y él me miró con una ceja levantada.- Sí, ella me dijo que tal vez estaba repitiendo la historia con Matías, él también se quedó en España y la distancia acabó con nosotros.

- De eso hace muchos.

- Pero fue por lo mismo, lo dejé con Antoine y luego, yendo a España para visitar a mis padres le conocí, fuimos pareja y después la distancia rompió los lazos que nos unían.

- Bueno, si tú lo crees así no podré hacerte cambiar de opinión.

Seguimos caminando, ahora en silencio. Él miraba hacia abajo y yo a la carretera, viendo los coches pasar mientras íbamos por la ciudad.

- Gio.

- ¿Sí?

- Después de decirme todo esto, ¿Qué harás?

- No sé, no quiero hacer nada.

- Pero debes.

- Tengo miedo de no tenerle.

- No quieres estar sola eh.

- No.

- Pero siempre nos tendrás a nosotros, como cuando lo dejaste con Paulo y estuviste seis años sin nadie.

- Estaban Lucas y Zoe.

- También lo estaban cuando conociste a Pedro.

- Marco.

- ¿Qué?

- No quiero dejarle.

- No lo harás, tan solo tienen que hablar.- me abrazó y al separarnos sonrió, acariciando mi mejilla.- Ignorar el problema no hará que desaparezca, hará que te olvides un poco de él.

Le sonreí levemente y seguimos caminando hasta mi casa, allí nos despedimos con un fuerte abrazo y cuando lo vi ya lejos, entré.

Subí a la habitación y empecé a hacer la maleta para mañana, recién recoja a Lucas y Zoe y se los dejé a Marco para irme al partido, tan solo tendría que venir y recoger las maletas tanto mía como las suyas.

Terminé y me fui al salón, durmiéndome en el sofá hasta que sonó el timbre. Fui a abrir y eran Julia, Luka y Matteo, que traían una caja de botellas de cerveza y una película que más tarde vimos.

¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now