Capítulo 57

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- ¡Gio!

Tapé mi boca para no reírme al oír gritar a mi hermano mayor y me metí un poco más adentro de debajo de la cama. Estaba en su casa y al querer hacer la comida acaba ensuciando toda la cocina, quise limpiarla pero él ya había llegado, así que me vine corriendo a su habitación y me metí debajo de la cama. Con suerte pensaba que me había ido y se iría a buscarme.

Mientras oía sus pasos cerca de la habitación, yendo de un lado a otro, intentaba mantener mi respiración relajada para que no se notara que había alguien debajo de la cama.

- ¿Gio?

Me asusté al oírle ya en la habitación e intenté relajarme viendo sus pies moverse por la habitación, buscándome. Entonces se paró justo delante de mi cara, con los pies apuntándome, y supe que era mi fin.

- ¡Gio! ¡Te vas a enterar!

- ¡No!

Reí mientras gritaba e intentaba alejarme de sus manos y entonces le di un golpe en la nariz, haciendo que parara de intentar agarrarme y yo salí de la cama corriendo.

Bajé las escaleras con él detrás de mí y fui a su salón, agarrando los cojines y tirándoselos a la cara. Él los apartaba y cuando estaba cerca y ya solo me quedaba un cojín, empecé a pegarle con este. Pero él, entre tanto golpe, acabó por acercarse y me agarró de la cintura, levantándome sobre su hombro y dándome vueltas hasta marearme y caerme en el sofá.

- ¡Te vas a enterar!

- ¡No! ¡Para!- chillé mientras reía por sus cosquillas y oía también su risa con algo de maldad.

- Vale, vale, ya paro, ya paro.

- Te voy a...

- Si tus hijos te vieran.

Los dos reímos exhaustos y nos resbalamos por el sofá hasta quedar tumbados en el suelo. Después de las risas él se levanto y me ayudó a mí, yendo juntos a limpiar la cocina y terminar la comida.

Hoy Stella no comía con nosotros porque estaría trabajando durante esas horas, así podría tener la tarde para estar con mi hermano, que hoy tenía el día libre. Así que yo fui la elegida para comer junto a él y así no estar solos.

- ¿Mañana que harás?

- Trabajar, como siempre.

- Me refiero por la noche, idiota.

- Ah, bueno, ¿Por qué?

- Por si querías venirte con Stella y conmigo.

- ¿A solas? ¿De sujeta velas?- sonreí divertida y él rió, apoyándose en el respaldo de la silla.

- No, también vendrán unos amigos.

- ¿Mañana es...?

- Viernes, mañana es viernes.

- Ah...

- No sabes ni en qué día estás.

- La verdad es que no, sólo sé que siempre tengo que trabajar.

- Bueno, ¿Qué? ¿Te vienes?

- Yo...ya quedé.

- ¿Con quién?

- Con Rincón.

- ¿Sólo vosotros o con todo el equipo?

- Con Rincón y algunos más.

- Al fin saldrás de fiesta con el equipo.

- ¡Oye!

- ¿Qué? Tienes que olvidar a la Juve, hermanita.

Reí y seguimos comiendo mientras hablábamos. Al terminar nos sentamos juntos en el sofá, yo con Copito en mi regazo, a esperar a Stella.

Cuando por fin llegó me despedí de ellos dos y me fui a mi casa, recogiendo todo y volviendo a salir para subirme en la Vespa e ir a al entrenamiento.

- Ciao.

Saludé en cuanto llegué a la enfermería y me senté como siempre en mi silla, hablando por mensajes con Pedro hasta que nos visitaran los futbolistas y les atendiéramos hasta acabar la hora de entrenamiento.

Suspiré recogiendo mis cosas y me despedí de mis dos compañeros, yendo como siempre a la cafetería y viendo que allí ya estaba Rincón, esperándome, como siempre.

- Hola.

- ¿Te llevo a casa?- preguntó mientras me sentaba.

- Que va, voy en Vespa.

- Ya bueno, pero no verá nada.

- Tampoco está muy oscuro el cielo eh.

- Como mande la señora.

- ¿Qué tal el entrenamiento?

- Como siempre, ¿Qué tal tú?

- Normal.

- Mañana le verás.

- Y a mis hijos.

- ¿Qué harás con ellos?

- Julia y Marco.

- Los niñeros.- sonrió y yo asentí con la misma sonrisa.

- Les echan de menos así que...

- ¿Y no irás con nadie?

- Sí, sí, iré con alguien.

- ¿Pedro?- volvió a sonreír y negué.

- Matteo, un amigo y fanático de la Juventus.

Rincón rió y seguimos hablando hasta que se hizo verdaderamente tarde y tuvimos que irnos, despidiéndonos en el parking. Me subí en la Vespa y me marché a casa, durmiendo a la espera de que por fin fuera viernes.

¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now