¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)

Capítulo 68

- Buenas noches.

- Pensé que se perderían.

- Lo que faltaba, que se perdiera un taxi.- dijo Marco mientras entraba con Lucas y Zoe.

- Rincón, él es Marco, mi mejor amigo.

- Y el que se hizo pasar por papá de Lucas, ¿No?

- ¿Cómo lo sabe?

- Me contó Higuaín.

- Pipita...

- ¿Qué pasa conmigo?- preguntó cuando llegué al salón y yo les miré sorprendida.

- ¿Qué haces tú aquí?

- Nos unimos a la fiesta.

- ¿Nos?

- Ya sabes, la banda sudamericana.

- ¿Quiénes son esos?- me preguntó Lucas.

- Costa, Cuadrado, Sandro y tu padre.

- ¡¿Papá viene?!- preguntó emocionada e Higuaín rió junto con Rincón.

- Sí, viene.- respondí mirando a Marco, que elevó sus hombros mientras que la pequeña se sentaba, como siempre, en su regazo.

Comenzamos a hablar mientras bebíamos y comíamos, yo sobre todo con la mujer de Rincón, mientras que los niños jugaban, aunque a Lucas no le gustaba mucho ya que era fútbol y él solía venirse de vez en cuando conmigo. Poco a poco fueron viniendo los demás hasta que llegaron Paulo con su novia y con Cuadrado y su novia e hija.

- ¡Papá!

- ¡Pequeña!- él se agachó un poco y Zoe le abrazó, poco después se unió a ellos Lucas.- Gio.

- Paulo.

- Higuaín.- dijo él con voz graciosa y los dos le miramos con cara de pocos amigos.

- Bueno, pues ya estamos todos.

Comenzamos con la cena y yo me junte con las chicas para conversar, claramente ayudando a veces a partir la comida a Zoe. La novia de Paulo, cuyo nombre es Rebeca y era italiana, no paraba de preguntarme cosas sobre mí y no me quedaba otra que responderle.

Terminamos la cena y nos sentamos todos en el salón, siguiendo con la conversación. Zoe, que estaba cansada de jugar, fue a sentarse con Marco, llevándose una mirada confundida de Paulo, que esperaba que fuera con él.

- Che, ¿Alguien me ayuda a rellenar esto?- preguntó Higuaín y yo me levanté.- A ver, muy bien por Gio pero con cuatro manos no da.

- Voy yo.- dijo levantándose Paulo e Higuaín nos miró sonriendo.

- Dale, ahora venimos.

Fui detrás de él, con Paulo siguiéndome a mí. Llegamos a la cocina y empezamos a rellenar los vasos en silencio, cada uno con sus cosas y con la gente hablando en el salón como sonido de fondo.

- Chicos, ahora vuelvo.

- ¿Qué?- preguntamos al unísono e Higuaín nos miró con diversión.

- Calma, tan solo voy al baño, vuelvo rápido.

- Higuaín...-susurré cuando se estaba yendo.

- Tardo menos de dos minutos.

Susurró de vuelta y yo resoplé quitándome la coleta y volviéndomela a hacer mientras que él desaparecía y nos dejaba a Paulo y a mí a solas aunque fuera rellenando vasos. Me acerqué a la botella de la Coca- Cola para rellenar el vaso de Lucas cuando Paulo la soltó en la mesa y al querer agarrarla, acabé por tocar suavemente su mano y los dos nos miramos, como si el tiempo se parara.