Capítulo 56

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- Te quiero, te quiero, te quiero.

- Yo sí que te quiero.

- Y yo os quiero a los dos, pero más separados.- dijo Pablo, interrumpiendo el beso de Pedro y mío.

- Ni que nunca nos hubieras visto.

- Ya, ya, pero sois muy pesados y van a perder el avión.

- Que ganas tienes tú de deshacerte de mí eh.-le respondió Dante y Pablo le miró con mala cara.

- ¿Nos vamos?

Hice un puchero y Pedro rió antes de poner mi cara entre sus manos y besarme, abrazándome después mientras los demás se alejaban por la puerta de embarque.

- Te quiero.

Susurró en mi oído y le sonreí moviendo mi boca sin provocar ningún sonido y diciéndole "Y yo.". Se fue alejando poco a poco hasta que desapareció como las demás personas, suspiré y me di la vuelta, viendo a mi hermano mayor y Stella.

- ¿Ahora qué?

- Yo vuelvo a casa, Marco me espera allí.

- Andiamo. (Vámonos.)

Dijo Stella y empezamos a andar hacia la salida del aeropuerto, yendo hasta donde estaba aparcado el coche. Pablo condujo hasta mi casa y ya allí, en frente, me despedí de ellos dos y bajé.

Fui hasta la puerta y al abrirla me encontré con Marco con cara de dormido yendo hacia la cocina. Al darse cuenta de mi presencia me miró y vino a abrazarme mientras yo reía.

- ¿Ya descansaste del hospital?

- Ajá, ¿Ya te despediste de Pedro?

- Sí.

- Pues todo correcto entonces.

- Bueno, correcto, correcto...

- Volverán pronto, no te preocupes.

Pasó su mano por la cara para molestarme y al momento ya estaba persiguiéndole por toda la casa con los cojines del sofá en la mano para pegarles con ellos. Cuando llegué a él acabamos los dos en el suelo.

- Vale, vale... ¿Qué hacemos ahora?

- Tú decides.

- Vemos una película mientras comemos pizza y luego tomamos algunas cervezas.

- Buen plan.

Suspiré y él se levantó del suelo, ayudándome a levantarme y yendo los dos hasta el salón. Él llamó a una pizzería cercana y yo busqué alguna película buena por Internet. La pusimos en la televisión y esperamos a las pizzas.

Al fin tocaron el timbre y fui yo la que me levanté para ir a abrir y pagar al pizzero. Llevé las cajas a la mesa y Marco apareció con dos cervezas. Dimos al play en la película y abrimos las cervezas, teniéndolas en una mano. Después cogimos un trozo de pizza con la otra mano cada uno y chocamos los dos trozos de pizzas y después los botellines de cerveza como si fuera un doble brindis.

Terminamos de ver la película y empecé a tener sueño, así que Marco se levantó y puso música al máximo volumen, levantándome a mí del sofá y yendo a por unas cervezas más para seguir brindando y bailando. Terminamos agotados y cayendo en el sofá, durmiéndonos al instante.

Desperté cuando la luz entró por la ventana y me dio en toda la cara. Bostecé y me quité el pelo de la cara, intentando incorporarme en el sofá y darme cuenta de que había dormido con la barriga de Marco como almohada.

¿Qué se siente al ser eterno? (Paulo Dybala)Where stories live. Discover now