Extendí mi bastón y sabiendo que si seguía derecho solo significaba una muerte segura giré a la derecha, sentía que era el camino correcto a seguir. El vientre traía consigo el olor a pino, bosque eran agradable a pesar de que empezaba a hacer frío permití llenar mis pulmones con el ya otoñal aire de Rosewood.

A medida que iba recorriendo el camino me encontraba con el sonido de las voces de más personas. Caminaba un tanto inseguro temiendo que la primera persona con la que me cruzara sería la que me llevaría a rastras de regreso a mi familia. Estaba ya lo suficientemente lejos? Seria prudente pedir ayuda y después que?

Cruzar las calles no era del todo difícil, cuando mi bastón dejaba de arrastrarse por el suelo labia que había un escalón y solo bastaba con poner atención al sonido de los motores para cruzar.

Mi casa no se encontraba tan lejos del centro, recuerdo que de Niño tenía que pasar por un parque grande que rodeaba una de las laterales que dirigían a una parte del bosque, pero realmente no quería adentrarme a esos rumbos, no tardaría en perderme.

Me senté en una banca después lo que parecieron ser horas de haber estado caminando sin rumbo y sin haber parado. Empezaba a tener sed y hambre y aunque tenía dinero de sobra en mis bolsillos y en mi cartera no contemplé bien todo lo que implicaba apartarme del lugar que me mantuvo bajo techo y alimentado toda mi vida.

Saque mi celular y en el ya me indicaba que pasaba de las 7 de la tarde. Preguntaría a alguien si había algún albergue o algo por el estilo cerca de aquí después de comer algo.

Me puse de pie para seguir mi camino y escuche el sonido de unos pasos acercándose. No preste atención pues a lo largo del día muchas personas habían pasado a mi lado. Pero ese fue el comience del decline de mi fantasiosa huida.

Escuche los pasos a mi espalda ahora caminando más despacio conmigo, casi como si estuviera Justo detrás de mi. Comencé a ponerme nervioso y aumente el paso pero eso solo precio confirmar lo que estaba por pasar, me estaban siguiendo. No podía correr sería inútil, no tardaría ni dos segundos cuando probablemente me estrello con un árbol o tropiece con algo.

Me sujeto alguien del hombro y pensé que habían dado conmigo, vaya inútil era para lograr una simple cosa.

-Muy bien, lo haremos de la manera fácil o de la manera difícil. Te hemos seguido por un par de cuadras y parece ser que es nuestro día de suerte, será como quitarle un dulce a un bebé y no te molestes en gritar porque no hay nadie cerca, así que solo copera y no dañaremos tu trasero blanco.

-Por favor no entienden yo no...

Un fuerte golpe en mi estómago callo todo intento de suplicar porque no me quitaran lo poco que tenía conmigo. Todo tratando de recuperar aire y sintiéndome maridado debido a que golpeó Justo donde aún me estaba recuperando de la paliza anterior. Me doble llevando mis manos a mi estómago dejando caer mi bastón al suelo, esto no podía ser nada bueno.

-No te dije que hablaras o si? Solo tenias que asentir, aparte de ciego retardado. Daños lo que sea que tengas de valor y tal vez solo te vayas con unos cuantos golpes.

-Por favor no. Es todo lo que tengo no llegaré a ningún lado sin el y de verdad lo nece...

Su puño chocó con mi rostro. Sentí como si hubiera corrido contra una pared de concreto y azotado contra el suelo.

-No nos importa una mierda eso! Así que parece ser que tocará por las malas. Y no es que crea que podamos sacar mucho de ti parece que con una fuerte ventisca caerías.

-No se nada de eso pero esperen ya aquí tienen todo.

-Saque mi cartera y celular, no quería poner al descubierto los dos bolsillos bajo mi chaqueta, si en verdad me quedaba sin nada estaría perdido.

-Vez que te costaba, seguro que es todo lo que tienes?

-No tengo nada más, ni siquiera sé donde pasaré la noche.

-Vaya un pobre diablo indigente haberlo dicho antes, así pudimos ser más indulgentes.

Me empujaron esta vez con más fuera hasta que mi cuerpo golpeó el asfalto de la calle.

-Sabes estos lentes no se ven tan mal creo que también me los llevaré, suerte encontrando tú bastón escoria.

Escuche la risa de ambos alejarse, busque a tientas por un largo tiempo hasta que finalmente lo encontré. Ahora mis recursos eran casi nulos, sin lentes, sin teléfono golpeado y humillado me quise quedar en el suelo Para esperar mi destino, sería más fácil solo decirle a alguien quien era y aceptar mi sentencia.

Pero eso sería rendirse, eso sería dejar escapar lo último que pueda que me quede de humanidad, prefería morir como un hombre libre que como una persona enjaulada, juzgada y escondida de todo el mundo. Golpes o no seguí caminando, caminando hasta llegar a en este punto ya no se que pueda ser mejor o Peor.

Camine hasta que sentí el dolor de la fricción de mis calcetines con el de las suelas de mis tenis, dolía tanto, se sentía tan entumido y El Fuerte viento que empezó a azotarme el rostro no era nada bueno.

Sentí la primera gota de lluvia y en definitiva no era nada bueno. Tenía que buscar alguna clase de refugio pero que casi tenía ahora, no podía ver nada a mi alrededor y supongo que ya era tarde pues nadie se había cruzado en mi camino de seguro estaban resguardados en sus casas cubriéndose del frío y la tormenta que estaba por llegar.

El sonido de un trueno en el cielo hizo que todo terminara de empeorar. La tormenta finalmente había caído y yo me encontraba en medio de ella sin ningún lugar al cual ir. Podía buscar refugio, podía tratar de tocar una puerta y pedir ayuda. Pero de qué serviría, sentía que si me detenía sería el final de esto y no estaba listo para eso.

Caminaba lento, pasó tras pasó. Si alguien pasaba podría llegar a pensar que escape de algún psiquiátrico por que solo un demente caminaba bajo esta torments como si de un paseo por el parque se tratase, caminaba para no dejar morir mi sueño de ser libre.

Mi bastón se deslizó sobre una grieta en la acera y eso hizo que perdiera el equilibrio haciendo que cayera al suelo y nuevamente golpeara el suelo este día. Estaba tan cansado en verdad que no sabía si podría continuar, estaba pensando en quedarme aquí, que casi tenía el levantarme, a donde iría en este estado? No creo que nadie pueda ayudarme.

-Hey amigo estás bien'!?

La lluvia había parado por un momento sobre mi cabeza. No entendía el porque si era más que claro que seguía lloviendo mis piernas seguían sintiendo la lluvia, quién quiera que sea la persona que esté aquí bloqueaba de alguna manera el agua sobre mi cabeza

-Ven no te puedes quedar aquí, morirás de frío ya estás sumamente empapado.

Me sujeto de mi brazo y me ayudo a impulsarme hasta ponerme de pie.

-Yo no puedo..., no sé dónde quedó mi bastón...

-Descuida sujétate de mi brazo te llevare a mi cafetería para poder ayudarte y que te seques. Soy Steve por cierto.

-Bucky.

Tenía mucho que no solía usar ese nombre, prefería que todo el mundo me llamara de esa
Manera pero cuando deje de ser una persona normal, nadie volvió a decirme así, nadie utilizó el nombre que yo amaba. Había sido olvidado por mucho tiempo.

Poniendo mi mano sobre su brazo y una vez que el se aseguró de que estaba sujeto firmemente a el empezó a caminar lentamente, aún no entendía porque la lluvia no caía sobre nosotros, el se encontraba totalmente seco a pesar del diluvio que caía.

Sin miedo (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora