Ser ciego no significa que no pueda valerme por mi mismo. Se que si las cosas fueran diferentes yo sería completamente capaz de demostrar que no soy menos solo por encontrarme con algo con lo que yo no pedí que pasara.

La casa y en general los alrededores de la casa los conocía, no eran muchas las veces que podía recorrerlas pero tengo una excelente memoria y me estaba valiendo del recuerdo de que nada de eso haya cambiado lo suficiente en el tiempo que me tuvieron en completo aislamiento.

Uno seguido de otro, un paso y luego otro. Lentamente, contando los segundos en mi cabeza, rezando porque pudiera dejar los terrenos de la casa antes de que el personal regresara a sus puestos, rezando por tomar una dirección lo suficientemente segura para poder llegar lejos y supongo encontrar a alguien lo bastante lejos a esta casa y a esta vida.

Uno tras otro, con calma. Atento a cada sonido de la casa. Traía puesto un suéter y una sudadera que me quedaba grande. Traía una vieja chaqueta de mezclilla y una gorra esperando ocultara mi cabello. Unos lentes negros que aún tenía en uno de mis cajones, me ayudaría a ocultar mi apariencia aunque de poco serviría de con certeza que nadie sabe de mi existencia, se que nadie sabe del hijo cautivo de la familia Barnes.

Antes de abrir la puerta delantera trato de prestar atención a cualquier sonido que esté del otro lado. Nada,
Deje pasar otro par de segundos para estar seguro.

Abrí la puerta y extendí mi bastón, era tan reconfortarte escuchar su sonido contra las baldosas de la entrada principal, solo tenía que rodear la fuente del centro y llegar a la gran verja que estaba al final del camino de la entrada principal.

Sabía  por Ana que el personal tenía un camino secundario y una pequeña puerta en las cercanías de la principal. Solo la había recorrido dos veces este año al rogarle a Ana que me llevara cerca de la calle para escuchar los sonidos del mundo exterior, para tratar de cerrar la pequeña pero enorme brecha entre estos muros de este castillo y poder tocas un poco el mundo real.

El viento soplaba fuerte. Temia que eso dificultará mi capacidad de escuchar los sonidos pero al mismo tiempo bloqueaba el sonido de mi bastón con las piedras del camino que usaba el servicio.

Maniobraba con mi celular, 2:46 dijo la voz mecánica. Diablos me había tomado casi la hora Para llegar hasta acá. Pero aún tenía tiempo y sabía  que estaba cerca de la salida. Nadie iba a mi cuarto en toda la tarde hasta la hora de la cena y con suerte pensarían que me encontraba  duchando debido a que deje la regadera abierta. Eso me daba una ventana de tiempo de casi un día. No se si será lo suficientemente bueno pero era lo menos que podía esperar.

Finalmente mi bastón hizo un sonido metálico y solté todo el aire de mis pulmones. Fue un segundo de calma en el que me permití sonreír y contemplar la posibilidad de tener una vida, de finalmente ser libre. Extendí ambos brazos palmando el aire hasta que finalmente sentí la verja del cancel que daba a la calle.

Palme frenéticamente toda la superficie hasta encontrar la cerradura, algo similar a una manija, lo que sea que abra la puerta, no había contemplado el hecho de que estuviera cerrada, solo podía esperar que siguiera abierta por aún ser temprano y por el constante paso del servicio.

Tenté lo que parecía ser un gran tubo metálico y recordé que esas cosas eran llamadas pasadores, no igual a un candado o una cerradura pero si hacía que la puerta se mantuviera cerrada. Lo deslicé sorprendiéndome y casi llorando de alegría porque no estaba bloqueado con ningún candado como usualmente había escuchado que hacían.

El sonido de un motor acercándose me hizo detener en seco. Había salido por completo de la casa, estaba del otro lado por primera vez en mi vida y eran tan aterrador y tan emocionante a la vez que cuando escuché ese sonido pensé que sería mi familia regresando a casa, pero pasó de largo. Fue cuando recordé que por la calle circulaba más de un carro y eso era buena señal, realmente estaba afuera.

Sin miedo (Stucky)On viuen les histories. Descobreix ara