Capítulo 15

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¡Capítulo especial!
Estamos de celebración porque... ¡Si algún día vuelves ha resultado ganador en los Wattys!
Muchísimas gracias por leerme, esto es algo que no esperaba pero me encanta poder compartirlo con vosotros.

Pd: Pronto lo celebraremos, ¡¡tanto esto como que ya casi somos 12000 lectores entre mis seguidores!!


Capítulo 15

Alyssa oyó su estómago rugir de hambre, pero decidió que no bajaría aún a la sala. Prefería esperar y asegurarse de que Rylan no estaba allí ni tampoco el escocés ni la mujer árabe, que lo seguían por el castillo prácticamente a todos los lugares, como si fueran su sombra.

En lugar de pensar en comida, decidió centrarse en el libro de poesía que tenía entre sus finas manos. Sonrió dulcemente al leer una estrofa particularmente bella.

Un portazo la sobresaltó de pronto, en el momento en el que su mirada terminó de leer las hermosas palabras del libro, y cuando alzó la vista se encontró con Rylan, que acababa de cerrar la puerta con furia al entrar en la habitación. Lo primero en lo que Alyssa se fijó fue en el cambio que se produjo en el ambiente; de repente se encontraba en un lugar cálido con tensión flotando en el aire. La misma tormenta de sensaciones que había experimentado con ese hombre años atrás, cuando se citaban a escondidas en esa misma biblioteca para besarse apasionadamente y susurrarse promesas al oído.

En ese momento, la situación era radicalmente diferente. Él estaba allí, con los mismos ojos increíblemente penetrantes y ese rostro cincelado por un arcángel, aunque a juzgar por los carnosos labios fruncidos y sus ojos furiosos y llameantes, el autor de esa obra no podía ser otro que alguien cruel y despiadado.

—He recibido noticias de tu gran protector —dijo Rylan sin dudar ni un segundo—. Por lo que veo no has perdido el tiempo en ponerte en contacto con él para que interfiera por ti. ¿No te sentías lo suficientemente valiente como para exponerme a mí mismo tus quejas?

El rostro de Alyssa se alteró ligeramente, arqueando una delicada ceja castaña.

—No sé de qué habla.

—Oh, sí lo sabes. —Rylan golpeó una de las estanterías de la biblioteca con su mano, haciendo que la madera crujiera—. Le has dicho al Rey que quiero que te vayas para que él interfiriera por ti.

Alyssa no sabía de dónde acababa de sacar eso Rylan, pero aun así reaccionó con gran entereza; cerró el libro que estaba leyendo y caminó unos metros entre las estanterías para colocarlo en el lugar que le correspondía. No tendría más bellas palabras por ese día, al parecer.

—¿No vas a confesar?

Ella se giró, mirándolo a los ojos.

—No veo por qué habría de confesar algo que no es cierto. No he contactado con el Rey de ninguna manera desde que, a la muerta de su padre, él me mandó todas sus condolencias.

—¿Y entonces por qué ha intercedido por ti? ¿Cómo ha podido enterarse?

Con deliberada lentitud, Alyssa se acercó a él. Rylan se obligó a sí mismo a mantenerse completamente firme, aun cuando veía a la joven caminando hacia él con ese vestido oscuro de medio luto y el cabello suelto cayéndole por la espalda. De pronto ella abrió la boca para hablar y Rylan no pudo evitar que sus ojos cayeran en esa preciosa boca de labios nuevamente rosados; los dientes eran como perlas brillantes y el recuerdo del sabor de los miles de besos que habían compartido antaño le golpeó repentinamente con una fuerza arrolladora. Durante años había tratado de recordar cuál era el sabor exacto de los labios de Alyssa y en ese momento lo estaba sintiendo en su propia boca, reconociendo para sí mismo que era algo tan dulce que aún lo anhelaba.

Si algún día vuelves. #Wattys [Romance histórico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora