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Me despierto entre los brazos de Taylor, me escapo como puedo, son las diez y por el ruido todos estan despiertos, mejor. Corro al baño, me lavo la cara y los dientes y bajo, con la camiseta de mi ex novio puesta. Todos me miran como si fuese un extarterrestre, están desayunando.
-No ha pasado nada entre nosotros y no quiero que mencionéis nada de anoche, ¿queda claro?
Todos asienten.
-Pero no sería mejor.. -intenta decir Matt pero le corto.
.Nada, me hacéis caso a mi, ni una palabra, ni mirarlo extraño ni nada, ¿vale? -todos vuelven a asentir. -Actuemos normal y todo volverá a ser normal. -digo y me siento a desayunar.
No quiero que Taylor sufra, necesito hablar con él, encerrarlo para que no pueda escaparse a emborracharse y tengo que encontrar la noche perfecta para hablar con él, quiero ayudarlo, lo necesito.
Taylor no se despierta hasta pasadas las tres, lo se porque lo veo asomarse a fumar, estamos todos bajo, haciendo el idiota y jugando con los peques. Yo estoy sentada en una de las sillas con Camila sobre mis piernas.
-Buenas. -dice Taylor rascándose la nuca.
-¿Juegas? -pregunta Shawn que carga a la pequeña Sophie.
Taylor asiente y se une al partido improvisado.
-______. -me llama Lucy.
-¿Si? -me giro para mirarla.
-Tú sobrina te requiere. -dice señalando a Hasia que esta sentada en el suelo rodeada de juguetes.
Los niños le dan alegría a la casa aunque debo admitir que echo de menos las borracheras y las fiestas locas, aunque siempre se puede volver a celebrar alguna de esas.
Camila se levanta y yo tras ella, me guiña un ojo burlona y se sienta, yo voy hacia Hasia y me siento a su lado, al parecer quiere alguien con quién poder jugar. Observo a la pequeña llevarse el chupete a la boca y jugar con esas figuras de plástico a las que nunca les encontraré el sentido pero que entretienen jodidamente bien.
-Hasia. -la llamo, ella me mira con sus grandes ojos verdes y esboza una media sonrisa.
Es igual que Matt, el pelo castaño muy claro, una nariz respingona y los labios gruesos, sin duda alguna es una digna hija de su padre. Por su parte Will esta más mezclado, tiene los ojos como su madre, la forma de la cara de su padre, la nariz pequeña y respingona y los labios finos aunque muy bonitos. Miro a Taylor que carga como a un saco al pequeño de la familia riendo, así quiero verlo siempre, riendo.
-Lo quieres. -dice Lucy.
Yo asiento mordiéndome el labio.
-Siempre lo voy a querer.
-¿Sigues enamorada de él? -pregunta mirando a su hija.
-No lo se.
