Capitulo 39: Cariño no molestes.

381 27 7
                                    

Tras despedirme de Travis, algo que me cuesta bastante, al rato largo subo al avión, busco mi asiento y veo que me toca junto a una mujer y un niño pequeño, los saludo con una sonrisa y me siento acomodándome con los cascos puestos. Tardo poco menos de cinco minutos en dormirme, me despierto cuando faltan un par de horas de vuelo.

-Mamá, mamá, ¿vamos a ver a papi?

-No cariño. -le acaricia el pelo. -Papi esta con los ángeles y no podremos verlo más.

-Pero yo quiero abrazar a papi. -dice haciendo pucheros.

La mujer se limita a abrazar al pequeño, en los aviones puedes ver de todo, desde una pareja yendo de lune de miel hasta esto, una madre consolando a su hijo porque el padre ha fallecido.

Apoyo mi cabeza en la ventanilla observando el mar, el inmenso y precioso mar. No se cuanto rato pasa pero noto algo apoyado sobre mi hombro, giro la cabeza y veo al niño que mira por la ventana, sonrío tiernamente.

-Cariño no molestes. -dice su madre sonriendo apenada.

-No molesta. -digo yo mirando al pequeño. -¿Quieres sentarte aquí? -pregunto palmeando mis piernas.

Él asiente y se sienta sobre mis piernas mirando por la ventana.

-¿Cuántos años tienes? -pregunta la madre curiosa.

-Diecinueve. -sonrío. -¿Y usted?

-No me hables de usted por dios. -sonríe. -Tengo veintinueve.

-¿Y tú peque?

-Cinco. -dice sin si quiera mirarme, esta embriagado con las vistas.

-Perdona por ser cotilla pero, ¿qué te lleva a Miami?

-Yo tengo a mi familia en Miami pero voy para darle una sorpresa al chico que me gusta y ya quedarme para pasar la navidad.

-¿Con qué por amor? -yo hago una mueca, una mezcla entre un si y un no.

-¿Y a vosotros que os lleva a Miami? -pregunto curiosa.

-Mi marido falleció hace unos meses y una tia mia vive en Londres, al verme mal me acogió estos meses y ahora he decidido que es hora de volver y afrontar la realidad.

-Lo siento mucho. -digo sincera.

-Son cosas que pasan. -mira a su hijo. -Al menos él siempre va a estar.

La forma en la que mira a su hijo expresa amor, lo único que reflejan sus ojos es amor y eso me fascina, que una persona pueda sentir tanto amor me parece casi imposible.

-¿Y cuál es tu nombre? -pregunto.

-Andra. -dice y sonríe al ver mi cara de sorpresa. -Y él se llama Andrea. -vuelve a sonreir ante me sorpresa.

-Mi nombre es de origen griego y significa fuerte y valiente. -sonríe. -Y el suyo es porque mis abuelos son italianos y allí es un nombre muy común en los hombres.

-Son dos nombres muy bonitos. -sonrío. -Yo soy ______.

-Encantada. -me da la mano.

-Igualmente. -digo estrechandosela.

Empezamos a contarnos más sobre nuestras vidas, me cuenta un poco sobre ella, estudió medicina y el año que empezaba como residente se quedó embarazada lo que le complicó bastante las cosas, pero siguió adelante, después con el fallecimiento de su marido dejo el hospital en el que trabajaba y se fue a Londres. Yo le cuento un poco sobre lo que he estudiado y sobre mi vida. El piloto indica que vamos a aterrizar, Andrea vuelve a su lugar y su madre le abrocha el cinturón, al aterrizar intercambiamos números prometiendo hablar para quedar pronto. Tras recoger las maletas ella va para un lado y yo para otro, nos despedimos y yo busco a mi madre, la localizo de pie junto a Dylan buscándome con la mirada, al verme Dylan corre hacia mi. Lo cojo en brazos y doy varias vueltas besándolo.

-¿Como esta mi granujilla? -le beso la nariz.

-Muy bien. -sonríe.

Mi madre nos mira sonriendo, la abrazo y le doy varios besos en la mejilla, la he echado de menos también


SOLA. (Taylor Caniff y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora