🗝FarAway🗝《Omegaverse-YM》

♡8♡

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¿Cómo es posible?

¿En qué he fallado?

¿No se supone que estaba soltero?

¿Por qué me mintió?

¿Por qué le creí tan fácil?

¿Dónde estaba su esposa?

¿Por qué no había nada de ella en la casa de la azotea?

¿Por qué esto me tiene que afectar tanto?

¿Por qué me siento tan traicionado?

¿Por qué mi corazón duele?

Jimin tiró con brusquedad de las hebras de su cabello mientras entraba al camerín.

—¿Jimin-ssi? —Taehyung entró sin hacer ruido, llamando con suavidad al omega. Los dos estaban sorprendidos de ver al otro.

—Taehyung, hola —Jimin fue cortante, se acomodó el cabello y volvió a mirarlo.

—¿Estás bien? Te ves algo...  exasperado —Taehyung no terminó la frase cuando un aroma lo envolvió, embotando sus sentidos.

Jimin le observó esperando a que terminara la frase, pero sin más, el menor salió del camarín como alma que se lleva el diablo.

Rarito.

Pensó Jimin; cuando su mente volvió a lo ocurrido con anterioridad su corazón dio unos dolorosos latidos. Se llevó las manos al pecho, su omega se revolvía inquieto, necesitaba respuestas, mas se sabía sin derechos a exigirlas. Resignado a ser un idiota por ilusionarse con simples obras de caridad, decidió que no tenía por qué obtener esas respuestas: el chef Agust era solo su jefe, uno muy bueno, sin dudas. Enfrentaría lo que le tocara de la mejor forma, o eso esperaba.

Jimin escuchó que pasos acompañados de una conversación algo bulliciosa se acercaban; nervioso, se mordió los labios y jugueteó con el borde de su chaqueta, bajó la mirada hasta sus zapatos, sabía que era Yoongi quien se acercaba... su aroma lo delataba. Sus mejillas se calentaron mientras el corazón no paraba de martillear contra sus costillas.

Cálmate, por favor, cálmate.

Se reprochaba de forma interna. Cuando los hombres entraron, Jimin se encontraba en la misma posición, casi sumido a sus instintos omegas; cabeza gacha, hombros caídos y respiración un poco agitada, sus mejillas estaban rojas, al igual que sus labios, al haber sido mordidos con ahínco.

Hermoso.

Yoongi sintió su corazón acelerarse, Jimin era simple y llanamente precioso. Todo en él era perfecto, o al menos así era ante sus ojos y los de su lobo. El alfa sabía que el pequeño omega había llegado al restaurante; sus sentidos de alfa estaban alerta, esperándolo; apenas dio un paso dentro de FarAway, su exquisita esencia lo inundó, provocándole el inmenso anhelo de ir a buscarlo.

El celo estaba haciendo acto de presencia, siendo muy territorial.

—¡Ommo! ¿Quién es esta preciosura? —Yoongi se sobresaltó con el chillido de Hoseok. Jimin había dado un salto, prácticamente.

—¿Podrías dejar de gritar? Lo asustaste —Yoongi se acercó a Jimin, viendo como este levantaba la vista sonrojándose aún más, si eso era posible. El alfa alzó su mano de forma inquieta e insegura, terminando por envolver los finos hombros de Jimin con un brazo protector, pudiendo al fin respirar tranquilo, pues ese toque era necesario en su totalidad para el lobo dentro él.