🗝FarAway🗝《Omegaverse-YM》

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Este libro no hubiera sido capaz de completarse por no ser por Antonela Ledesma XXTHESWAGQUEENXX . Mi querida Tony, aunque hay 1682 kilómetros entre nosotras, siempre te sentí a mi lado.

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El chico estaba más que emocionado. Movía sus pequeñas y regordetas manos, mordiéndose los labios mientras aparcaban en el estacionamiento; al fin podría entrar a ese lugar, el cual siempre miraba desde lejos, añorando y esperando el momento de poder degustar sus exquisiteces, y si no era mucho soñar, lograr algún día trabajar en él.

Heechul, el esposo de su madre, le revolvió el pelo y sonrió una vez que bajaron del auto. El chico sintió el desagrado subir por su columna, pero no dejaría que algo como eso arruinara su día, porque sí, este era su día.

—Jimin, amor, deja ese labio o te sacarás sangre —Su madre le habló antes de entrar.

Desde el exterior se veía hermoso y sofisticado, con un encanto romántico y bohemio a la vez.

"FarAway"

Entraron y una campanilla dató de su llegada. Una beta los esperaba desde atrás de un mostrador de madera maciza, sobre el cual había una lamparilla iluminando un elegante cuaderno.

—Muy buenas tardes, bienvenidos a FarAway, soy Min MinHa. ¿Tienen una reservación?

—¡Oh! No, no hicimos reservación, no sabíamos que debíamos tener una —La madre de Jimin llevó una mano a su boca, preocupada. El menor sintió cómo su corazón caía a sus pies.

Al menos he entrado.

—Es el cumpleaños de mi hijo y él quería venir hasta aquí, es un fan de FarAway. No sé cuánto tiempo lleva hablándome de venir aquí y no me dice que debemos tener reservación.

Jimin miró alarmado a su madre, sintiendo el calor rodear su cara, cuello y orejas.

—No hay problema, hace algún tiempo comenzamos con el asunto de las reservas, pero como hoy no estamos llenos puedo hacer una excepción, solo por este jovencito —MinHa miró a Jimin y le guiñó un ojo de forma amistosa. El chico sintió que su cara explotaría por la vergüenza.

La mujer los condujo a través del comedor ubicándolos en una mesa al lado de un amplio ventanal, que al mismo tiempo daba una excelente mirada a la cocina, la cual estaba al fondo del lugar, a la vista de todo el mundo. Al dueño del restaurante le gustaba la idea de que sus clientes vieran cómo se desarrollaba el elaborado y, a veces, complejo proceso de preparar los diferentes platos.

Jimin quedó fascinado al ver a los hombres moverse de una manera sincronizada, casi como una danza. Había tres de uniforme blanco con delantal negro y usaban el típico gorro de chef; una chica de espaldas llevaba el cabello en un gorro de malla y lavaba con afán toda la loza que hasta ella llegaba; dos meseros de aspectos juvenil y servicial caminaban de aquí para allá con sus perfectos uniformes elegantes. Jimin siguió buscando hasta que dio con lo que sus ojos esperaban ver: aquel hombre de uniforme por completo negro y de cortes simétricos, estaba dando órdenes a uno de los chefs que trabajaba con concentración sobre lo que parecía un gran postre elaborado. Cuando aquel hombre de negro se alzó dejando al descubierto su rostro, Jimin soltó el aire que, sin saber, estaba conteniendo.

Era él, Agust D, aquel Chef que el joven idolatraba de buena gana desde hace más de cinco años, el cual era reconocido debido que: a su corta edad de veintiocho años ya tenía su propio restaurante con dos estrellas Michelin, siendo uno de los mejores catalogados de Seúl; y por lo que se sabía, entrar a trabajar en FarAway era increíblemente complejo, una tarea casi titánica.