CAPÍTULO 8

271K 12.2K 1K
                                    

Después de lo sucedido en la piscina, ni Erick ni yo decíamos nada. Pero al menos no fue el hombre que me beso y luego me dejo sola. El viajecito a Zahara de los Atunes fue corto, nos encontrábamos en un restaurante al lado de la playa para comer algo y luego irnos a Alemania. Se había comportado en todo momento como un caballero. Y creo que eso me gustaba. Después de su confesión de ayer, no sabía que hacer. O que decir. Claro, no es que pidió mi mano o que dijo que fuera su novia, pero era algo que no me esperaba de mi jefe. Y sé que esto estaba mal... Si llegábamos a tener una relación y todo salía mal, quedaría sin trabajo. Y no es que me afectara del todo, pero me gusta mi trabajo... Aunque luego de mi graduación, no sé si seguiría en Estados Unidos trabajaría allí, me iría a Rusia.... No lo sé. Estoy indecisa aún.

— Te absorbes mucho en tus pensamientos.

— Bastante, diría yo. ¿En que momento traerán la comida? Tengo hambre. – Dije para cambiar el tema.

— No sé porque se están tardando tanto. ¿Habías venido antes a este restaurante?

— No. Cuando vine, siempre estábamos en discotecas, y comíamos en el hotel o en un restaurante cerca del hotel. No conocía esta playa ni este restaurante. Pero ya se a donde venir la próxima vez.

— Espero sea conmigo. – Alzó la ceja y me miró fijamente.

Luego de que dijo eso, trajeron la comida y me salve de una conversación incomoda. ¡Punto para mí! Comimos tranquilamente la comida de mar, que por lo que notaba, a Erick le encanta. Por poco y no pide todo el menú. Lo que más me gusta es el frío vino rosado que me refrescaba, me había excedido con el sol.

~

Alemania

Llegamos de día a Alemania, hoy no habían reuniones, nada más un evento en la noche. En un gran yate lujoso. Mi Dios. No me traje ropa excesivamente formal. Tendría que ir a una tienda de Alemania a comprarme un vestido. Luego de llegar al aeropuerto de Múnich, había un lindo Audi negro estacionado. Hunter se encargó de guardar las maletas y luego de manejar. Y aunque era de día, una tormenta acechaba Alemania. No sé si por esta lluvia asistiríamos al evento pero de igual manera debía de comprarme un vestido.

Llegamos al hotel, sumamente elegante y costoso, como Erick. Así lo quería el. Y todos eran así. Me dirigí a recepción para poder retirar las llaves de la habitación.

— Buenos días

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Buenos días. 3 habitaciones a nombre de Erick Thorne. – Hable en alemán.

— Señorita, por el evento Yacht Lux Life, se nos han agotado las habitaciones. Nada más tenemos una suite presidencial y una habitación sencilla disponibles.

Mierda y mil veces mierda. Obviamente Erick no dormiría con su guardaespaldas, ni yo dormiría con mi jefe. Suficiente con los besos que nos dimos. Erick al verme así, se acercó a mi.

• Atada a las sabanas de mi jefe • FINALIZADA!Where stories live. Discover now