CAPÍTULO 5

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El almuerzo fue algo extraño, en el sentido de que comer con mi jefe así creo que no era ni correcto ni lo mejor. Pero había sido amable y sobretodo caballero. Luego de pagar el almuerzo, extendió su mano para que lo acompañara.

— ¿Te gustaría caminar por la playa?

— Si, claro.

Salimos del restaurant y caminamos hasta la playa, me quite los tacones y comenzamos a caminar por la arena. El hizo lo mismo que yo, tenía una mano dentro del bolsillo y la otra sostenía sus zapatos y la chaqueta.

— ¿Cuando te gradúas de Mercadeo? ¿Aún vas a clases? Cumples horario completo en la empresa.

— Ya he terminado, solo falta la entrega de medalla y título, por eso no asisto más a la universidad. ¿Y tú estudias o estudiaste?

— Me gradué en Ingeniera Naval. Papá me metió en el mundo de los barcos desde pequeño y soy fan de ellos, me encantan.

— También crecí rodeada de barcos, algo normal para mí. – Me encogí de hombros.

— ¿Por que dejaste Rusia? ¿No te gusta?

— Me encanta mi país, bastante. Y aunque aquí soy extranjera, también me gusta Estados Unidos. Quería explorar, quería hacer mi vida y mi carrera profesional en otra parte, quería alejarme un poco de la vida que desde pequeña me había tocado llevar en Rusia... Pero aún así, me afectó bastante irme.

— ¿Por tu familia?

— Si. Al principio fue fácil, mi momento de molestia oculto mis sentimientos... Pero ya tengo 3 años sin verlos, no es sencillo.

El solo asintió con la cabeza y me invitó a sentarme junto a él en una pequeña silla de madera que había en la playa. Es extraño que un sábado la playa no este tan llena como se supone que debería de estar, pero así me gusta más.

— Ya veo porque papá siempre hablo bien de su asistente, de lo leal que es. – Río.

— El señor Thorne en estos tres años ha sido un papá para mí, me dio miles de consejos, su apoyo en muchas ocasiones y aunque más de una vez falte al trabajo – Reí – Siempre me trato excelente.

Erick

Cada vez que hablaba, sentía que algo en mi temblaba. ¿Que tenía está mujer? Es jodidamente hermosa. Tiene algo que me llama la atención, algo que me hace querer saber más de ella... Esto no me había pasado antes con otra mujer. Su delicadeza al hablar, la manera en que movía las manos, todo de ella llamaba la atención.

— ¿Tienes hermanos? – Pregunté curioso

— Una hermana, nada más. Y como se, tú tienes 3. ¿Eres el mayor?

— Así mismo. Por eso me ha quedado a mi la presidencia de la empresa. Y también que Rossie solo tiene 14 años. En cambio, mis otros hermanos que son contemporáneos contigo, no se interesaron en esto.

Era interesante saber más de el y conocerlo aún más a fondo. Me quede viéndolo fijamente, la manera en que veía el mar, en que tenía sus lentes en la abertura de la camisa, su tonificado cuerpo. Era guapísimo. No podía negarlo.

— Se está haciendo tarde. ¿Te llevo ya a tu casa?

— Sí. – Susurró y se veía decepcionada.

Caminamos hasta donde estaba el restaurante y vi cómo se colocaba los tacones, tenía un cuerpo muy hermoso, debía de admitirlo. Hice lo mismo y me coloqué mi chaqueta.

• Atada a las sabanas de mi jefe • FINALIZADA!Where stories live. Discover now