#39 Let my love you♥

158 7 6
                                    

El señor Nick, que era el que se encontraba en cabeza nos hizo un gesto para guardar silencio mientras estuviéramos en esa minúscula habitación. Ha decir verdad está casa tiene una distribución de lo más extraña, ya que bueno... ¿¡Quien es su sano juicio pondría una escalera para al final salir o entrar por una ventana?! ¡No tiene ninguna lógica! A estás alturas ya había conseguido quedarme casi sin uñas y mis nervios cada vez se crispaban más.
-No hay salida. Dijo uno de los policías.
-Si, si que la hay. Respondió Liam encaminándose hacia una pared. Palpó esta con sumo cuidado de no hacer ruido y después abrió un pequeña puerta camuflada con la pared de dentro y de fuera. Posicioné la pistola en mi pecho sujeta firmemente en mis manos. No podía darme el lujo de cometer ningún fallo ahora que habíamos conseguido entrar. El primero en salir fue el señor Nick seguido por Liam como habían acordado antes de entrar. Después Mike dio la orden a todos los demás para que comenzaran a caminar y por último salí yo protegida por dos guardias. El olor a moho y a humedad golpeó mi cara fuertemente haciendo que las nauseas se hicieran presentes en mi cuerpo. Aunque sinceramente no se si las nauseas eran por este horrible olor o porque realmente necesita descargar la tensión de mi cuerpo. Tragué el nudo que se habia formado en mi garganta y con suma cautela seguimos andando por el oscuro pasillo atentos a todo lo que podíamos encontrarnos. De vez en cuando Liam giraba su cabeza para ver como iba. La verdad es que ni yo lo sé. Ahora mismo tengo las mismas ganas de salir corriendo de este horrible lugar y abrazar a todos mis seres queridos pero a la vez de matar con mis propias manos a esos hijos de puta, por mi, por Aaron, por mi familia, por las familias de las chicas que han acabado secuestradas y asesinadas aquí, por todos... Y al fin y al cabo mi pequeño yo masoquista siempre acaba ganando y hace que tenga que resolver todo hasta el final, por muy doloroso o espantoso que acabe luego todo... Giramos hacia la izquierda dando con un pasillo mucho más largo y oscuro lleno de puertas a ambos lados.
-Bien, habrá que ir abriendo una a una. Ya sabéis lo que nos podemos encontrar dentro. Nos comunicó el señor Nick mientras paraba enfrente de la primera puerta. -Leila, por tu bien y por el bien de tu estado mental no entres dentro de estas habitaciones, por lo que podamos encontrar dentro. Añadió mirando mis ojos. Asentí con mi cabeza frenéticamente con una gran euforia corriendo por mis venas. Abrieron la primera puerta y el olor a putrefacción inundó mis fosas nasales haciendo que las nauseas vuelvan a mi estómago, todos por inercia llevamos nuestras manos hacia la nariz y otros se tapaban con el cuello de las camisetas.
-Nada. Respondió uno de los policías mientras salía de la habitación tapando su nariz. Eche un rápido vistazo a la habitación y solo encontré mucho polvo y restos de sangre seca por las paredes y el suelo. Fuimos abriendo una por una sin encontrar nada importante hasta llegar a la puerta número seis. De ella salía un fuerte olor a putrefacción y vi como Liam y Nick se miraron rápidamente para luego dirigirse a mi.
-no entres, ni mires. Dijo autoritario el señor Nick mientras me daba la espalda para entrar a la habitación. Dejandome al "cuidado" de un guardia. Para ser sincera tenía total acceso de visibilidad ante la habitación y podía ver un lado de esta que era gris con ganchos en ella, ¿ganchos? Me pregunté yo misma. Y entonces caí en la cuenta de que esto no era una simple habitación sin nada como las otras, sino que era una jodida sala de torturas. Empecé a escuchar pequeños gemidos que salían de esta habitación y mis ganas por saber que había dentro eran mucho mayores de las que me decían "puedes salir traumatizada". Sin hacerme mucho caso y sin pensar lo que estoy haciendo aproveche para asomar mi cabeza dentro. Mis ojos se abrieron como platos y las lágrimas aguaron mis ojos ojos por completo. Una niña de unos trece o catorce años se encontraba atada de pies y manos a una silla en el centro, su rostro estaba demasiado demacrado, su labio estaba completamente partido al igual que su ceja izquierda, tenía un ojo hinchado y morado y fuertes arañazos y hematomas por todos sus brazos y piernas, supongo que ella intentó defenderse, pero fue en vano. Pero lo que hizo que mi respiración quedara atrapada en mi garganta fue ver otros tres cuerpos más, dos de ellos tirados en el suelo y otro colgado de la pared, en estado de putrefacción. La nauseas llegaron rápidamente a mi garganta pero antes poder agacharme a vomitar mi cuerpo fue cogido por la cintura apartandome de la habitación. Entré en pánico y mi respiración se hizo cada vez más lenta. Estaba a punto de comenzar a gritar cuando un trozo de tela húmedo inundó mis fosas nasales haciendo que me quedase profundamente dormida...
*narra Liam*
-¿Entonces nadie ha abusado de ti? Volvió a preguntar el señor Nick a la niña. La pena y la furia se apoderaron de mi cuerpo, ¿¡cómo es posible que estén haciendo todo esto!? ¡¿para qué!?, es fácil, dinero. La respuesta llegó rápido a mi cabeza. Necesitaba salir de aquí o me iba a acabar volviendo loco y destrozando toda esta jodida habitación a golpes.
-iré a ver como está Leila. Le dije a Nick mientras salía de aquí. Llevo muchos años conociendo a Leila y se que su curiosidad ante todo es mayor que a lo que no puede hacer. Salí al gran pasillo y no encontré a nadie allí, ni al policía que habíamos dejado aquí afuera ni a Leila. Di varias vueltas alrededor para ver si estaban pero nada, no encontré nada y entonces caí en la cuenta de que Leila había sido secuestrada. Empecé a correr hacia la habitación de nuevo con el corazón litiendo a mil por hora.
-¡no está, Leila no está! Grité haciendo llamar la atención de todos.
-¡¿cómo!? Dijo el señor Nick sobre saltado...

Continuará...

N/a
Gracias por leer, os quiero💞💙👣💪

Veinte besos y una estrofaWhere stories live. Discover now