#32 reality...

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*narra Aaron*
Me removí incomodo en lo que parecía un espacio muy reducido. Intenté estirar mi cuerpo pero algo me lo impedía. Noté como hacían presión en la parte de las muñecas y mis tobillos, las cuerdas no estaban demasiado ajustadas lo que me permitió, como pude sentarme bien. Un momento... ¿¡Estoy encerrados en una maldita jaula!? ¡¿Qué somos ahora jodidos animales!? ¡Esto ha llegado demasiado lejos, es hora de actuar!
-¡Liam, Jack!-. Grité sus nombres para que pudieran oírme.
-¡Aquí!-. Respondieron los dos a la vez. Suspiré aliviado. -¿¡Estamos encerrados en unas malditas jaulas!?-. Preguntó Jack furioso.
-Si, y encerrados en la bodega de un avión privado-. Respondió Liam.
-¿Cómo?-. Pregunté confuso.
-Si, Ayer nos volvieron a proporcionar esa droga que nos deja inconscientes durante varios días. Debido a mi problema de la diabetes mi organismo ya no acepta la droga. Hace un par de días que no me está haciendo efecto-. Contestó él desde algún lugar de la bodega.
Había olvidado por completo el problema que tenía Liam con el azúcar y su rechazo hacia todo tipo de sustancias. -Entonces me hice el dormido y escuche toda la conversación que los hombres que estaban transportando nuestros cuerpos estaban teniendo. Chicos estamos volviendo a California-. Nos respondió él. Por un momento toda la fuerza que había recobrado se desvanecido por completo cuando Liam dijo lo que más temía. -Aaron tengo que decirte algo. Están utilizando a Leila como conejillo de indias para poder torturarte y tenerlos a ambos juntos para matarlos-. Dijo esto último muy preocupado. Toda mi fuerza se vino a bajo cuando escuche lo que Liam dijo, no puede ser, ¡No pueden hacerla daño!
-¡Hijos de puta, a ella no-.! Intenté zafarme del agarre de las cuerdas.-¡Os juro que como la hagan algo, los voy a matar con mis propias manos a esos hijos de puta!-. Solté con odio todas las palabras.
-¡Aaron calmate quieres! Hasta que no lleguemos allí no podemos hacer nada ante ello. Respondió Jack por primera vez desde que habíamos empezado la conversación-. -¿Tenéis algún plan?- Preguntó.
-Si tengo un plan-. Respondí tan maquiavélico que hasta a mi me dio miedo mi tono empleado. Pero ahora mismo lo único que quería era acabar con la vida de esos hijos de puta...
*narra Leila*
-¡Leila nos tenías muy preocupados!,¡Hemos estado a punto de llamar la policía! Nos encontrábamos sentados en los sillones de la sala de estar. Mis padres en un sillón de dos plazas y enfrente Nick, Marlen y yo.
-Lo primero necesito que os calmeis porque tengo algo muy importante que deciros-. Tomé la iniciativa para hablar y noté como los rostros de mis padres se volvían cada vez más serios.
-Jon, ¿recuerdas aquel caso que nunca llegamos a resolver?-. Preguntó Nick a mi padre.
-Como para no recordarlo-. Dijo él frunciendo el ceño-. Ese hombre fue el que más delitos a cometido por asesinato y blanceo de armas y de drogas. Mi sangre se heló cuando mi padre pronunció la palabra asesinato.
-Papa, ese hombre sigo estando fugitivo y probablemente siga cometiendo cosas mucho más grave-. Respondí notando el nudo en mi garganta.
-Leila no te entiendo, explicate-. Respondió mi padre confundido junto al rostro desencajado de mi madre. Suspiré, -Papa ese hombre ha participado en el secuestro de Aaron y sus mejores amigos y también llevan algo así como un mes mandándome anónimos con fotos de ellos y pistas para encontrar su paradero-. Respondí al borde de las lágrimas.
-¡¿Aaron está secuestrado!? Preguntó mi madre horrorizada ya que le habían cogido mucho cariño en los últimos meses, ya estaban acostumbrados a encontrarnos juntos en el salón cuando venían de trabajar y ese tipo de cosas.
-Una de las tácticas que este hombre tenía era ir reclutando niños de la calle o con familia desestructuradas para poder traficar con ellos-. Respondió el señor Nick observando a mis padre.
-¡Si, recuerdo eso! Se llamaba Richard Toyle-. Dijo sorprendido.
-Ahora se conoce con el nombre de Drew Coleman-. Añadió Nick.
-Pero si decís que el reclutaba niños para luego traficar con ellos, ¿Por qué con Aaron no hizo lo mismo en vez de criarle como si fuese su propio hijo?- preguntó ahora mi madre.
-Debe de haber alguien más detrás de todo el secuestro y el motivo porque no traficaron con él antes tiene que ser muy importante para que hayan pasado tantos años sin haberle hecho daño-. Respondió la señora Marlen-.
Una idea cruzó por mi cabeza fugaz mente pero es imposible que sea posible así que sacudí mis pensamientos para enfocarme a la conversación de nuevo.
-¿Sabes dónde pueden estar? Preguntó mis padres después de mostrarle todos los mensajes. Les volví a redactar el flashback que tuve ayer por la noche y cada vez que lo decía más claro tenía que ese era el lugar donde podían estar capturados. Mi intuición me decía que ese era el lugar donde estaban y mi intuición muy pocas veces falla.
-¿De verdad crees que están ahí? Volvieron a preguntar. -si mamá de verdad que lo creo-. Respondí desesperada-. Ese sitio lo descubrimos él y yo cuando eramos muy pequeños. Y la verdad es que no me extraña que lleven toda su vida espiando todo lo que él sabe al detalle.
-Creo que te están utilizando leila-. Habló ahora la señora Marlen.
-¿Cómo? Pregunté confundida.
-Me refiero a que ellos saben perfectamente que Aaron te ama y que haría cualquier cosa por ti, al igual que tu lo harías por él, tanto que si hace falta tu misma vas a ir a rescatarlo. Eso es lo que ellos quieren, tenerte cerca para así torturarlo a él y poder sacarle todo lo que tiene. Explicó ella mientras me miraba...

Continuará...

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Gracias por leer y disculpen la tardanza💟😍💪

Veinte besos y una estrofaWhere stories live. Discover now