#22 Oh my god

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*narra Aaron*
-¡Otra! Exigí al barman que se encontraba en el lado apuesto de la barra.
-Chico, son las tres de la mañana, ¿No va siendo hora de que vayas a casa? Puntualizó él hombrecillo mirando su reloj de muñeca.
-¡Yo te pago, tu obedeces! Espeté furioso. Se que estoy descargando todo mi ira con este pobre hombre que no tiene la culpa de nada. -Dame lo más fuerte que tengas. Dije acariciando mi mentón, mientras observaba un liquido verde que caía en la vaso y que era mezclado con coca cola. -Aquí tienes. Suspiró el hombre. Miré la bebida por un momento antes de acercarla a mi labios, él líquido quemó mi garganta cuando pasó por ella, pero la verdad es que no me importó. Escuché el sonido de la puerta y las pocas personas que estábamos allí nos giramos en esa dirección. En el umbral de la puerta se encontraba una rubia despampanante de grandes pechos y un escote muy pronunciado, por no hablar de su culo... Se acercó hacia la barra meneado las caderas y sin apartar sus ojos celestes de los mios. La verdad es que ahora mismo no estaba en mi momento más cordial y no sabía el estúpido error que iba a cometer ahora mismo.
-Hola preciosa ¿Qué haces tan sola por un barrio como este? Le susurré cerca de la oreja. Si ahora mismo estuviera sobrio me daría asco a mi mismo.
-Nada importante. Respondió mordiendo su labio inferior y enrollando un mechón de cabello en su dedo índice, zorra.
Sonreí para mis adentros, sabía como tratar a este tipo de mujeres y era bastante fácil el proceso... En menos de diez minutos ya me encontraba dentro del baño de mujeres junto a Amber, encerrados en uno de los minúsculos baños, con las increíbles piernas de la rubia enrolladas a mi cadera mientras yo besaba su cuello, su perfume barato inundó mis fosas nasales dejándome más aturdido, si eso era posible. Comencé a levantar el dobladillo de su vestido rojo mientras que ella se las ingeniaba para desabrochar mi cinturón, la besé el cuello descontroladamente, y de la nada comenzaron a aparecer por mi mente imágenes de Leila ¿Pero qué coño estoy haciendo? ¿Y si esas fotos no eran reales? ¿Y si solo era un amigo? Millones de preguntas golpearon mi mente sin control haciéndome sentir como la mierda en estos momentos. No podía hacerla esto, la amo demasiado como para joderla de este modo. Solté a la rubia de golpe y está cayó sobre sus zapatos tambaleándose.
-¿¡Se puede saber que coño te pasa!? Espetó furiosa.
-Adiós. Respondí mientras salía del lavabo tambaleándome de un lado a otro gracias al efecto del alcohol. Salí por la puerta del local y el aire frío chocó contra mi cara haciendo que parpadeara repetidas veces. Saqué el móvil del pantalón y tenía varias llamadas perdidas y mensajes de mis amigos. Revoleé los ojos , ¡Se cuidarme solo por dios!
[***]
-¡¡¿¿Se puede saber donde coño has estado Aaron, llevas desaparecido por más de cuatro horas y no se te ocurre decirnos que estás bien??!! Espetó furioso Jack mientras me señalaba con su dedo índice. -¡¿Tanto te costaba un puto mensaje Aaron?! Añadió Liam de la misma forma. Rodeé los ojos, no tenía ganas de más reprimendas por hoy.

*narra Leila*
Después de contarle todo a Max y de prometerme que haría lo posible por ayudarnos me dejó en la puerta de mi casa. Subí las escaleras de la entrada perezosamente mientras millones de preguntas bombardeaban mi mente. Abrí la puerta encontrándome a mis padres viendo la televisión en el sofá.
-Hola. Saludé colgando el abrigo en el perchero
-Hola cielo ¿Qué tal lo has pasado? Preguntó mi padre.
-Bien. Contesté oprimiendo todos los detalles de la noche. -Me iré a dormir, buenas noches. Me despedí de mis padres subiendo las escaleras. Crucé el pasillo y giré el pomo de mi habitación suspirando. Cuando abrí la puerta tres cabecitas se giraron en mi dirección dándome un buen susto.
-¡Chicas! ¿Qué hacéis aquí? Pregunté poniendo una mano en mi pecho intentando calmar mi respiración.
-Siéntate tenemos algo que contarte. Dijo Eli muy sería. Okay esto empieza a asustarme. Me senté en el borde de mi cama y ví los rostros de mis amigas uno a uno. Hasta que llegó el turno de Sam que en sus manos se movía nervioso de lado a lado un predictor, un momento... ¡Un predictor!
-Sami... ¿Estás...? Pregunté temerosa.
-Aun no lo sabemos, por eso hemos venido aquí para que lo haga con nosotras. Dijo Dan que no había soltado la mano de Sam en ningún momento.
-Tendría que haberme bajado el periodo en una semana y todavía no lo tengo, tengo mareos constantemente. Sollozó Samantha en el hombro de Eli.
-Tranquila Sam, estamos aquí pase lo que pase. Acaricié su espalda dándola apoyo. -Pasa a mi baño y tomaté el tiempo que quieras. Dije sonriéndola.
Sam se levantó de la cama temblando como un flan y cerró la puerta del baño. ¿Qué está pasando? ¿Y si realmente está embarazada, que será de ella y del bebe si Liam no vuelve? Me empecé a agobiar y un sudor frío corrió por mi frente.
-¿Estás bien? Me preguntó Dan tocando mi pierna.
-Si, solo un poco nerviosa. Intenté disimular mi angustia.
Pasados cinco minutos Sam no salía del baño y todas estábamos muy nerviosas. Eli daba vueltas por toda la habitación mordiendo sus uñas, mientras que Dan movía sus piernas de arriba abajo.
-Sam ¿Estás bien? Di en la puerta con mis nudillos muerta de nerviosismo.
Escuché unos sollozos al otro lado de la puerta y miré a mis amigas palideciendo. Abrí la puerta del baño rápidamente y ví a Sam llorando en el suelo con el predictor a un lado. Me arrodillé a su lado y la abracé. Intentamos tranquilizarla acariciando su espalda y su cabello.
-Chicas... Estoy... Sollozó fuertemente. Sabía lo que venía ahora, miré a mis amigas y noté la confusión en sus rostros. Noté como Sam se levantó bruscamente y abría la tapa del retrete. Agarré su cabello para que no se manchara. Una vez acabó soltó la última palabra que nos confirmaba todo.
-Embarazada... Suspiró.

N/a
Gracias por leer😊😘😻

Veinte besos y una estrofaWhere stories live. Discover now