4# You saved me

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Me desperté gracias a los rayos de sol que entraban por mi ventana . Mire a ambos lados de mi habitación y mis amigas se encontraban allí durmiendo como marmotas. Elisabeth y Sami se encontraban tumbadas en la alfombra. Sami tenía el pie derecho en la cara de Elisabeth y ella tenía el otro pie en la cara de Sami. Me dio por reír pero tenía demasiado sueño. Estaba por cerrar otra vez los ojos cuando mi "querida" amiga dijo unas cuantas palabras al aire. Os lo dije esta loca.
-¡¡Puta madre!! Chilló Dan
-¡Danielle! La regañé incorporándome.
-Lo siento, quería decir ¡caramba no se para que caracoles tengo el dedo pequeño del pie, gracias a el acabo de localizar tu armario! Dijo sarcástica sobando su dedo.
-Buenos días. Dijo Sami estirándose. Iré a ducharme. Dijo cojiendo una de las toallas que había en mi escritorio.
-Hueles demasiado mal. Dijo Elisabeth riendo
-¡Te he oído! Dijo Sami desde el baño.
Terminamos de arreglarnos y cogimos las tablas de surf.
Nos subimos al coche de Dan y pusimos rumbo a la playa.
Llegamos a la playa y no precisamente hacía un día muy bonito, hace un poco de frío y estaba nublado. Perfecto para poder coger buenas olas.
-Chicas no hace buen día. Dijo Sami preocupada.
Yo sólo rodé los ojos.
Sami y Dan se quedaron en la arena charlando, mientras que Elisabeth y yo hacíamos surf.
-Leila tengo miedo. Dijo ella sentada en la tabla.
Sabía perfectamente a lo que mi amiga tenía miedo.
Hace unos meses, practicando surf una ola la golpeó fuertemente y perdió el conocimiento. Desde entonces no lo a vuelto a practicar hasta ahora.
-Sabes Eli, si no arriesgas no pierdes, pero tampoco ganas. Recuerda esto, siempre me tendrás a tu lado. Sal ahí y cómete esas olas. La dije sonriendo.
-¿Forever together? Dijo riendo.
-Forever together. Dije de la misma forma chocando nuestros puños.
Mi amiga avanzó remando con sus brazos, yo la seguí. De lejos vi a mi amiga surfear aquella ola y me sentí la persona más afortunada del mundo por poder ver a mi amiga superando uno de sus miedos. La ví avanzar hasta la orilla mientras era aplaudida por la gente. Me giré hacia la orilla y allí estaba él. Agarrando su tabla y con su trage de neopreno y su pecho al descubierto y sus marcados abdominales. ¿¿Pero que coño digo?? Sacudí de mi cabeza todo tipo de distracciones y empecé a remar con fuerza. Me puse de pie en la tabla y empecé a surfear aquella ola. Sin duda era una de las más grandes que había surfeado. Pero esta vez no tuve tanta suerte. En un giró perdí el equilibrio y me caí de la tabla , la corriente me arrastraba hacia dentro y mis fuerzas eran nulas para salir a la superficie. Noté que me faltaba el aire y mi angustia crecía cada vez más. Todo empezó a ponerse borroso hasta que caí en una profunda oscuridad.
*narra Aaron*
Eran las 8:00 de la mañana y Jack y yo nos encrontrabamos en la playa encerando nuestras tablas. La playa empezó a llanarse de surfistas. A lo lejos escuche unas sonoras carcajadas y fue inevitable no girarme pues sabía perfectamente de quien se trataba aquella perfecta risa. Leila bajaba a la playa con su tabla y su traje de neopreno, su pelo lo traía recogido en una coleta alta dejando escapar algunos mechones. Relamí mis labios involuntariamente.

*te gusta idiota*

*¡No! Simplemente me atrae*

Yo ¿Enamorado? Era casi imposible, no me gustaban las relaciones.
Me giré para ver a mi amigo y enserio estaba babeando por alguien. Un momento ¿Desde cuando mi mejor amigo babea por alguien? Seguí la línea de sus ojos hasta toparme con Daniella una de las amigas de Leila. Pasé la mano por delante de sus ojos hasta que reaccionó.
-Tu, me debes una explicación. Dije dándole un leve empujón para que avanzara.
-¿Yo, de qué? Dijo ¿nervioso? Todo esto es muy raro.
Le dí una mirada de "te conozco" y seguimos avanzando.
Las primeras en meterse al agua fueron Elisabeth y Leila.
Elisabeth surfeó una ola perfectamente hasta llegar a la orilla. Todos la aplaudimos.
Leila seguía sentada en su tabla, se giró y nuestros ojos por un instante se conectaron...
Un pánico inexplicable entró en mi cuerpo cuando la vi caer de aquella tabla. Los segundos pasaban y ella no salía a la superficie. Sin pensarlo tiré la tabla al suelo y me sumergí al agua. Empecé a nadar con todas mis fuerzas, no tenía ni idea de donde buscarla, asique cogí aire y empecé a bucear. Una alegría inmensa invadió mi cuerpo cuando la ví caer. No penséis mal pero pensaba que nunca la encontraría pues la corriente era muy fuerte. Nadé hasta ella y la cogí la de la mano. Empecé a subir a la superficie con dificultad. Al llegar a la superficie empecé a ir hacia la orilla. Desde lejos vi a mi amigo junto a las chicas, las tres lloraban desconsoladamente y Jack miraba preocupado. La cogí en mis brazos y la tumbé en la arena, la gente empezaba a amontonarse a nuestro alrededor. La moví y no despertaba. De la nada Jack y las chicas se encontraban a mi lado.
-NECESITA AIRE. Chilló Sami llorando a mi lado. Sin pensarlo más junté sus labios con los mios proporcionándola aire. Dios, sus labios eran jodidamente suaves. Lentamente Leila abrió los ojos. Fijándolos en los mios.

N/a
Muchas gracias por leer😙😘

Veinte besos y una estrofaWhere stories live. Discover now