#15 She is mi life

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Aaron cogió mi mano y me guió hasta la cama de la habitación en la que nos encontrábamos. Ambos nos sentamos en ella. Uno enfrente del otro. Jugueteaba con mis manos nerviosamente e intentaba desviar mi mirada de la de él. Aaron pasó la mano por su cabello nerviosamente.
-Verás Leila... Suspiró. -Yo no soy lo que piensas... Me miró con tristeza y bajó la mirada.
-¿Qué pasa Aaron? Dije cogiendo su barbilla obligando a que me mirara. Me partía el alma verlo así.
-Empezaré por el principio... Cuando apenas tenía cinco años mi padres tenían muchos problemas y constantes peleas. Mi padre empezó a consumir drogas y alcohol. Pasaba poco tiempo con nosotros y la mayoría del tiempo estaba borracho. Empezó a relacionarse con gente que se cobra los favores muy caros. Un día al cumplir los siete años mi padre llegó borracho a casa, como de costumbre pero esta vez más de lo normal y empezó a insular a mi madre la decía cosas como "zorra" y otros insultos que no recuerdo bien. Mi madre para protegerme me puso detrás de ella, pero de nada sirvió... Una lágrima resbaló por su mejilla y yo la quité con mi pulgar. Y le animé a que siguiera. Sabía que necesitaba desahogarse. -Entonces el sacó una navaja de su chaqueta y.. La mató a sangre fría. Su mirada se nublo de lágrimas y las mías amenazaban con salir. -La pegó a la pared y la apuñaló sin piedad. Yo lo ví todo, presencié la muerte de mi madre y luego como ese hijo de perra la dejaba caer su cuerpo inerte al suelo. Muerta. Dijo algo como "te lo merecidas pedazo de perra" y se fue sin más. Lágrimas caían de sus ojos sin parar y tenía la vista fija en el suelo como si estuviera reviviendo esa horrible experiencia. Lo abracé fuertemente y dejé que llorara en mi hombro. -La mató Leila, la mató y yo no pude hacer nada para detenerlo. La mujer que me dio la vida y la única me quería y yo presencié su muerte y como su cuerpo caía al suelo. Lo separé de mi y cogí su rostro en mis manos.
-Cielo no podías hacer nada para evitarlo. Eras solo un niño y tu padre se aprovechó de eso. No te culpes por ello Aaron no fue tu culpa. Acaricié sus mejillas acompañadas de sus lágrimas con mis pulgares. -Recuerda que siempre voy a estar a tu lado mi vida. Besé suavemente sus labios mezclados con sus lágrimas.
-Si alguna vez vuelvo a verlo Leila... Espetó con odio. Por su tono de voz sabía perfectamente a lo que se refería. Y bueno eso me asustó un poco. Sus músculos estaban muy tensos, sus manos en puños y sus nudillos blancos. Su mandíbula estaba muy tensa así que la abracé y acaricié para que se tranquilizara.
*narra Aaron*
Estaba abrazado a Leila con mi cara en el hueco de su cuello mientras ella acariciaba mi cabello. Me sentía mal, muy mal por mostrarme tan débil ante ella. Pero sinceramente me había demostrado que no es como todas. Ella es diferente a todas las demás. Tenía miedo de su reacción. No quería que saliera espantada tras conocer mi historia...
Ambos salimos juntos de la habitación y nos dirigimos al piso de abajo. Leila buscó a sus amigas con la mirada pdesde la escalera y yo a los mios. Nos miramos riendo y los vimos a todos juntos en la pista de baile. Nos abrimos paso entre la gente hasta llegar a ellos.
-¡Leila Leila e visto un pene con alas! Le gritó Dan riendo sin parar ¡Dios mio la que llevaba encima! Oprimió una carcajada y la miró seria. Aunque eso no duró mucho y ambos nos empezamos a reír mientras Dan se balanceaba inestable. Apunto estaba de caer cuando Jack llegó y la sujeto por la cintura.
-Eres muy sexy Jack ¿A qué si Leila a que es una sexy persona? Le preguntó a Leila atropelladamente y sin parar de reír. Le miró a Jack con una ceja levantada y asintió riendo.
Dejamos atrás a la pareja y por fin llegamos a la pista de baile. Ví a Dylan abrazando a Elisabeth. Le guiñé el ojo y seguimos saludando a la gente. Noté que algo vibraba en el bolsillo trasero de mis jeans. Cogí el móvil en mis manos y ví la pantalla "Drew" un nudo se formó en mi abdomen. Miré hacia Leila y bueno estaba hablando con Cami así que me escabullí entre la gente. Salí al jardín ya que allí había menos bullicio. Deslicé mi dedo por la pantalla y lo pegué a mi oreja.
-¿Drew? Pregunté temiéndome lo peor.
-Aaron. Salís dentro de tres días. Suspiró al otro lado de la linea.
Cerré los ojos con fuerza y tuve que aferrarme a la barandilla para no caer. Observé todo a mi alrededor como si fuese la ultima vez que vería todo aquello. A través de los cristales del salón ví a Leila. Seguía hablando con sus amigas. Su preciosa sonrisa lo llenaba todo, me llenaba a mi. Su sonora risa podría calmar todos mis putos días, su perfecta silueta causaba millones de sensaciones en mí y la forma en la que me ha tratado es perfecta...La observé como si ella fuese un sueño. ¿A quién quiero engañar? Estoy locamente enamorado de ella e irme ahora sin más, sin ninguna puta explicación, me derrotaba... No quería dejarla. No me hago a la idea de no poder verla todos los días. Puede que vuelva o puede que no ¿Qué pasará con ella si eso ocurre?
-De acuerdo Drew, pero necesito hablar contigo, mañana me paso por tu despacho. Finalicé la llamada y fui en busca de mis mejores amigos. Los encontré junto a las chicas. Jack dejó de sostener a Dan y Leila pasó a hacerlo. Me dedicó una sonrisa, una preciosa sonrisa que no tengo fe de volver a verla... Intenté hacer lo mismo pero me salió una mueca. Besé fugazmente sus labios y salí a la calle.
-¿Qué pasa Aaron? Preguntó Liam.
-Partimos en tres días a Italia... Respondí sin mirarlos a la cara.
-¡¡¿¿Cómo??!! Espetaron los dos a la vez.
-Lo que habéis oído. Suspiré mirándolos a los ojos.
-No puede ser... Susurró Jack para sentarse en el bordillo de la calle analizando lo que acaba de decirles.
-ahora no... Volvió a susurrar.
-Vamos a volver. Lo prometo. Me arrodillé enfrente de ellos. -Por ellas y por todos. Abracé a mis amigos.
*narra Leila*
-¿Dónde esta Jack Leila? Decía Dan llorando. ¿Saben que es lo peor que aguantar a borrachos? ¡¡Aguantar a amigas borrachas!!
Rodé los ojos. -Ya vienen Dan. Dije sujetándola bien. En ese mismo momento aparecieron ellos.
-chicas deberíamos irnos ya. Dijo Jack  cogiendo a Dan. Solo quedamos nosotros cuatro.
-Si, pero hay un pequeño problema. No tenemos donde ir. Dije avergonzada. Si Dan no estuviera así podríamos irnos a su casa a dormir ¡¡pero no!!!
-Iremos a mi apartamento y allí podemos dormir los cuatro. Dijo Aaron cogiendo mi mano.
Asentí y dejamos atrás la gran mansión para ir a casa de Aaron.

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Gracias por leer😍

Veinte besos y una estrofaWhere stories live. Discover now