7# ¿Cita doble?

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*narra Leila*
-¿Qué, no me jodas Dan?, y por qué no llamas a Sami o Eli,
No te entiendo Danielle, se más clara mujer, bueno vale, a las 9 te veo... Dije rodando los ojos, bueno no tenía más planes para ese día asique...Si sé que mi vida social no es muy ajetreada.
Después de recuperar mi preciada pulsera y darle mil veces las gracias a Aaron, me fui a la pequeña biblioteca que tiene mi padre y me puse a hacer deberes. Lo que yo decía "mucha" vida social.
A la hora de comer me entró una llamada perdida. Miré la brillante pantalla de mi móvil y ponía: "Mi Papito Maxi" llamarme rara, si lo comprenderé perfectamente.
-Hola papi. Dije poniendo el altavoz.
-¡¡Eey!! Morsa retrasada.dijo el con su tono ofendido.
-¿Qué tienes planeado para esta noche? Dijo mi mejor amigo al otro lado del móvil.
-Tengo una cita doble organizada
por Danielle. Dije bufando.
-Pareces un gato. Dijo Máx riendo.
Pasó un rato y subí a mi habitación. Miré la hora en el reloj del pasillo. Las 16:30. Llamé a mis padres y les dije que esa noche dormiría en casa de Dan. Odio mentir pero en ocasiones es necesario ¿Qué? No me miréis así, seguro que no soy la única que dice alguna de vez en cuando.
Llegué a mi habitación realmente cansada, como si me hubiera pasado por encima un camión. Puse mi móvil a cargar y me tumbé en la cama. Cerré los ojos y me masajeé la cabeza.
Os juro que cerré los ojos sólo por un instante y ¡bum! Cuando me quería dar cuenta ya eran las 20:15. Los engranajes de mi cerebro empezaron a funcionar por si solos y cuando quería darme cuenta ya estaba dentro de la ducha enjabonando mi pelo y mi cuerpo. Me envolví una toalla en el cabello y otra en el cuerpo. Abrí el armario y cogí un vestido: seis dedos por arriba de las rodillas más o menos, (estrecho de la parte de arriba, ceñido hasta la cintura y suelto desde la cadera). Era negro con pequeñas flores moradas y de media manda. Cogí unos tacones negros y los dejé sobre la cama. Me senté en mi tocador y peiné mi cabello para luego secarlo un poco. Lo dejé al natural (liso) y me eché rimel en las pestañas. Cogí un bolso y una chaqueta y desconecté el móvil. Bajé las escaleras con sumo cuidado, ya que no soy muy esperta en andar con tacones. Escuché el motor del coche y supe que sería Dan. Cerré la puerta detrás de mi y me subí al coche.
-¡Que guapa pequeña monito! Dijo Dan arrancando el coche.
-No te quedas atras. Dije sonriendo. - Bueno ¿Me vas a decir ya con quien hemos quedado?
Mi amiga me dió una mirada de "ni de coña" y yo sólo rodee los ojos.
Llegamos a una especie de discoteca y sinceramente me quería ir a casa. Llamarme rara, antisocial, lo que queráis pero no aguanto los sitíos cerrados con mucha gente.
Mi amiga me sacó de mis pensamientos tirando de mi brazo hasta la entrada. Me cegué completamente con un foco procedente de la cabina del DJ. Llegamos a la barra con dificultad.
*narra Aaron *
Sólo quedaba una hora para la esperada cita. Jack me dió la tabarra durante todo el día. Realmente esa chica le gusta de verdad. Nunca en mis 18 años de vida había visto a mi amigo tan nervioso y cliché como hoy. Daban ganas de vomitar arcoiris de sólo oirle hablar.
Me metí al baño y me duché. Me enjaboné el pelo y luego el cuerpo. Me envolví una toalla alrededor de la cintura y abrí las puertas de mi armario. Cogí unos pitillos negros, una camisa y mi americana azul marina.
Cogí las llaves del apartamento y cerré la puerta. Bajé por el ascensor y fuera estaba mi amigo esperando con su coche, bueno no el suyo si no el de su padre.
Llegamos a una discoteca y yo ya estaba ansioso por entrar, en estos antros había hecho muchas amistades y junto al cliché de mi amigo habíamos conseguido chicas muy buenas. Ya me entienden.
Entramos por la puerta principal y saludamos a Mike el gorila que vigila la entrada. Al entrar un foco me cegó por completo. Eché un vistazo rápido y la única cosa que pasaba por mi mente eran mujeres. Jack me saco de mis pensamientos empujándome hasta la barra. Maldito Jack.
Casi llagabamos a la barra cuando... ¡¡No puede ser!! Miré a mi amigo y él me guiñó un ojo. ¡¡¡Maldito hijo de Bob Esponja!!! Leila y Danielle estaban sólo a unos metros de nosotros. Asique estas eran las chicas con las que habíamos "quedado". ¡¡Aggg maldito!! Bueno por una parte quería matarle pero por la otra...Leila estaba guapísima de eso no hay duda, los tacones, sus piernas, sus curvas, el vestido... Tal vez, solo tal vez no haya sido mala idea venir.
*narra Leila*
Ya digo llegar a la barra fue como quedar atrapada debajo de mil piedras y solo tener un pequeño hueco para salir. Exagerada lo se.
-¿Qué quieres de beber? Preguntó Dan mirando a todos los lados. Carai a quien buscará esta chica.
-Ummm...una cocacola. La dije sonriendo.
-¿Enserio Leila? Dijo levantando una ceja.
Rodee los ojos y pedí mi bebida y la de Dan. Era algo con alcohol pero no me pregunten el que porque no tenía ni idea.
Estuvimos hablando hasta que unas figuras aparecieron ante nuestros ojos, se me hacían bastante conocidas. Entrecerré un poco mis ojos Y... ¡¡Oh diosito mío, no puede ser!! Miré a Danielle con la peor mirada del mundo y ella sólo que guiñó un ojo. ¡¡Hija de Patricio!! Aaron estaba allí, parada como si nada, tan jodidamente guapo... ¡¡¡Leila centrate!!! Miré a mi amiga con una mirada de tenemos que hablar. Nosotras tenemos algo como telepatía con la mirada.
-Señoritas. Dijo Jack sonriendo. Hay que reconocer que el chico tenía lo suyo.
Ohh por Dios Danielle deja de babear y reacciona. Pensé.
Jack nos dió un beso en la mejilla a cada una. Y Aaron hizo lo mismo. Al sentir el tacto de sus labios en mi mejilla. Un nudo de sensaciones explotó en mi estómago. Su olor se instaló en mis fosas nasales. Ese delicioso olor. Cerré los ojos e intente recordar ese olor para siempre.
-Estás muy guapa. Dijo susurrando en mi oído. Un escalofrío recorrió toda mi columna vertebral. Ya lo dije con solo su presencia me pongo nerviosa. Tragué saliva excesivamente y creo que él lo notó. Contento con su trabajo me dió una sonrisa triunfante.
Los cuatro nos aislamos en una meses con sofas alrededor y la verdad es que me lo estaba pasando bien. Jack era bastante divertido. La verdad es que harían buena pareja. Empecé a agobiarme, y las paredes cada vez se hacían más pequeñas. Me aferré a lo primero que mi tacto localizó, y...mala idea. Me había agarrado al fuerte, muy fuerte brazo de Aaron.
-¿Te encuentras bien? Me preguntó agarrando mi mano para que no perdiera el equilibrio.
-Sólo necesito salir a tomar el aire. Le dije poniéndome en pie
-Chicos salimos afuera un rato. Dijo Aaron a Jack y Dan que hablaban animadamente.
-¿Leila estás bien? Dijo Dan preocupada.
-Si, si tranquila...tu ya sabes... La dije guiñándola un ojo.
Salimos a la calle y yo le di gracias a nuestra maravillosa capa de ozono.
Aaron sacó un cigarrillo. Este chico no se cansa de fumar.
-Fumar es malo ¿sabes? Dije ajustándome la chaqueta al cuerpo.
-De algo hay que morir ¿no? Dijo encogiéndose de hombros.
Pasó unos minutos de silencio que no fueron incómodos. Era el tipo de silencio que todo el mundo en algún momento necesita. Tiró el cigarrillo a la acera y lo aplastó con su zapato.
-Bueno cuéntame algo de ti. Dijo mirándome a los ojos.
-Bueno no se ¿Qué quieres saber? Dije sentándome en un banco que se encontraba cerca de nosotros.
-Hazme un resumen. Dijo setándose también.
-Bueno... Tengo un hermano mayor, un completo idiota. Tengo diez amigos, que son mi vida. Amo hacer surf, bailar,cantar...mi color favorito es el rojo, mi número favorito es el 15 y mi comida favorita es la pizza, mi animal favorito es el
panda-cornio y bueno...mi vida nunca ha sido fácil, he tenido un pasado ¿triste?. Solté derrepenté sin pensar.
Aaron me miró con los ojos abiertos. Como si le hubiera dicho la Biblia de memoria.
-¡Guauu! eres intensá... Dijo él mirándome a los ojos.
Aaron no hagas eso por Dios, sin poder evitarlo miré sus labios y mojé los mios involuntariamente. Él lo notó y poco a poco fue acercándose a mis labios. Cerré los ojos esperando el tacto de sus labios con los mios. Nuestras narices se estaban rozando, unos centímetros separaban nuestros labios.
-¡¡Eehy!! chicos nos vamos. Dijo Dan interrumpiendo el mejor momento de mi vida. ¡¡¡Idiotaaaaaa!!!!
-¿Interrumpimos algo? Dijo Jack con una ceja levantada igual que Dan. ¡Lo ven! Son el uno para el otro.
-No nada....vamos Dan, adiós chicos, fue un placer. Dije levantándome de un salto y cogiendo a Dan del brazo hasta arrastrarla al coche.
*narrador omnisciente*
Y allí estaban ambos perdiendo trenes a velocidad de aviones, en coches diferentes, tomando caminos distintos, pero...con el mismo nudo de sentimientos confusos en su cabeza.

N/a
Muchas gracias por Leer mi historia😘😝

Veinte besos y una estrofaWhere stories live. Discover now