8# I need you honey

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*narra Leila*
Realmente sentía todo mi cuerpo agotado. Mi cabeza pegada contra la ventanilla viendo caer las gotas de vaho que resvalaban por ella, mis hombros encorbados y mis manos en mis muslos. Empecé a jugar con mis dedos. Estaba nerviosa, Dan no había dicho nada en lo que llevábamos de trayecto y sé, porque la conozco demasiado bien que de un momento a otro me preguntará.
-Bueno...y...¿Te lo has pasado bien? Me preguntó ella sin apartar la vista de la carretera.
-Danielle al grano porfavor. Dije sin más. Estaba cansada de tanta pregunta.
-¡¡DIOS CASI OS BESAIS!! Dijo ella como niña de cinco años emocinada en la noche de Navidad.
Veis os lo dije, sabía que reaccionaría así. Lleva haciéndolo desde que mi primer novio me dio mi primer beso debajo de la canasta del patio en el colegio. Cuando teníamos diez años mi amiga hacía de Celestina de toda primaria.
-Bueno si, pero no creo que vuelva a suceder. Dije tratando de sonar indiferente, aunque por dentro me duela aceptarlo.
-Leila... Dijo ella mirándome.
-No Dan, no me mires así. Sabes perfectamente que nunca en su vida se fijaría en mi. Miralé y mírame procedemos a mundos distintos. Y me rompe el alma tener que aceptarlo pero prefiero vivir de la pena que no de una ilusión que nunca se va a cumplir... Dije con un nudo en la garganta. Las lágrimas amenazan con salir por las esquinas de mis ojos.
-¿Donde quedó la Leila obsesionada por Aaron? Preguntó ella incrédula.
-Se perdió hace tiempo... Dije triste.
Aún recuerdo la primera vez que le ví. Lo recuerdo como si hubiese sido ayer mismo...
Flash-back
Tenía siete años la primera vez que le ví. Recuerdo que ese día celebrabamos carnaval en el colegio y yo iba vestida de bella durmiente. Mi madre me llevaba cada día al colegio y por el caminos íbamos contando los coches rojos y azules que pasaban. Al llegar a la puerta me despedí de ella.
Me junté con mis amigas en las escaleras.
Estaba super emocionada por la fiesta ,pero en ese momento de emoción me entraron ganas de hacer pis.
Cuando terminé, me lavé las manos y arreglé mi coronita dorada y salí al patio.
Todo estaba tal y como lo dejé antes, mis amigos en un corrillo, los mayores jugando al fútbol...todo normal, pero algo no me encajaba. Caminé un poco más
y...allí estaba él, vestido de rapero, con una gorra azul puesta para atrás, unas gafas de sol y un enorme medallón dorado colgando del cuello. Desde ese momento Aaron Brower dejó de ser una persona desconocida para mi y empezó a ser la persona que traía puestos al revés mis sentimientos.
No pude evitar sonreír ante aquel recuerdo y limpié una lágrima que resvalaba por mi mejilla, tras otra y otra más. Lloraba en silencio no quería compartir mi pena.
Llegamos a casa de Dan y ella encendió la luz a tientas.
Subimos a su habitación y ella me prestó un " pijama ". Siempre sus pijamas consisten en calzas y sudaderas hanchas.
-Voy al baño Dan. Dije cogiendo el "pijama"
Me miré al espejo y ¡¡ Dios mis ojos eran épicos!! Limpié el rimel de mis pestañas y mis mejillas. Si lo adivinásteis se me corrió. No penséis mal!!! Me lavé los dientes con un cepillo que Dan me dió y salí del baño.
-¿Terminaste? Preguntó ella desmaquillándose igual.
Asentí con la cabeza y me metí a la cama.
-Buenas noches Dan. Dije
-Buenas noches Leila. Dijo ella mirándome.
-Dan. Me levanté - Gracias en serio, por todo. La sonreí de la mejor manera posible y ella hizo lo mismo.
Y ya no recuerdo nada más porque Morfeo me acogió en sus brazos.
*al día siguiente*
¡¡DIOS puta Danielle!! Tenía su pie en mi cara y su brazo en mi pecho. Si ya me entendeis.
-¡Danielle foca retrasada quítate de encima! Dije moviéndola a un lado. Nada no movió ni un sólo dedo. La empecé a empujar con el culo, tenía demasiado sueño para moverme. Por fin!! Conseguí mi propósito: que la koala de mi amiga se caiga de la cama. Escuché un ruido y unos gruñidos y no puede evitar reír.
-¡Eres idiota! Dijo ella levantándose de el suelo. Si, mi amiga por las mañanas no es la persona más comprensible del mundo.
-Buenos días a ti también. Dije dando vueltas por la cama.
Dan me dió una de sus peores miradas y fue al baño, imagino que a ducharse.
Cogí mi móvil y llamé a mis padres, luego hablé con las chicas y por último con Máx, Tom y Ethan.
-Danielle quieres dejar de hacer caras en el espejo y salir de una vez. Dije sentada en el suelo. Llevo medio siglo esperando a que salga.
-¡¿Me espias?! Dijo ella.
-No, te conozco. Dije yo llamando a la puerta para que saliera.
Tomé el relevo y está vez me metí yo al baño. Terminé de ducharme y salí a la habitación.
Todas nosotras siempre solemos dejar algo de ropa en las casas de las demás, por si alguna vez nos quedamos a dormir y cosas así.
Abrí el armario y saqué un jersey rosa palo, unos vaqueros claros rotos en las rodillas y mis converse que ayer me guardé en el bolso. Arremangué el dobladillo de los pantalones hacia arriba ( más o menos tres dedos más arriba del tobillo) y bajé a desayunar.
-Hemos quedado con los chicos. Dijo Dan sirviendo dos tazas de café.
Asentí con la cabeza mientras daba pequeños sorbos.
Salimos por la puerta y empezamos a caminar hacia el parque en el que habíamos quedado. No quedaba muy lejos de la casa de Dan. El parque estaba a pie de playa, sólo que se encontraba en una especie de colina y había unas escaleras para bajar a la playa.
Finalmente llegamos al parque y allí estaban mis amigos : Eli,Sami, Dinah, Cami, Tom ,Máx, Jade y Ethan.
-¡Hola! Saludamos a todos.
Les dimos un beso a cada uno en la mejilla y abracé muy fuerte a Cami. Ya que se fue una temporada a vivir a New York.
-Te echamos mucho de menos. La dije sin soltarla.
-Lo mismo digo. Dijo ella sonriendo.
Fuimos a una cafetería y pedimos nuestros cafés para llevar ,ya que hacía muy buen día.
Estábamos sentados en el césped del parque, cuando Tom y Máx sacarón sus patinestes y se fueron a las pistas.
-Chicas tengo novio. Dijo Cami poniendose roja. Que tierna.
-¡Enorabuena! Dijimos a coro.
-¿Como es? Dijo Dinah emocionada.
-Bueno...pues es moreno, de ojos grises, alto... Dijo ella. En serio iba a estallar de lo roja que estaba.
-Y...¿ya habéis?... Dijo Jade levantando sus dos cejas.
-¡¡¡Jade!!! Chillamos todas riendo.
Seguimos conversando en el césped cuando aparecieron Jack, Aaron y Liam, un amigo de ellos. Los saludamos con la mano Dan y yo y seguimos hablando.
La tarde fue pasando y el parque cada vez se iba quedando más vacío. Sólo quedabamos nosotras, los chicos haciendo skate y Jack, Aaron y Liam que no se por donde estarían.
Me levanté de césped y sacudí mis jeans.
-Voy s bajar a la playa un momento chicas, ahora vuelvo. Las dije.
Bajé las escaleras de madera y llegué a la arena. Me abracé a mi misma proporcionando algo de calor a mi cuerpo.
Avancé un poco más hasta llegar a la orilla.
-¿Qué haces aquí Leila? Dijo una voz a mis espaldas.
Me giré sobresaltada, estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no sabía ni dónde estaba.
-¡Dios! Aaron me has dado un susto de muerte. Dije poniendo una mano en mi pecho.
-Lo siento. Dijo poniéndose a mi lado.
-¿Qué tal todo?
Bien... Y ¿tu? Le dije mirándole.
-Mal Leila, todo mal. Dijo el ¿triste?
-¿Qué te pasa Aaron? Le pregunté acariciando su brazo.
En serio me estaba rompiendo el alma viéndole así.
-Todo me sale mal Leila. Tengo una vida de mierda, un negocio de mierda...y no se pero ahora que empezaba a acostumbrarme a una vida normal aparece... Soltó todo eso casi sin respirar.
-¿Aparece? Pregunté. Me había dejado con la curiosidad.
-Eh...nada Leila...perdona. Dicho esto besó mi mejilla y se fue dejándome con la palabra en la boca y millones de dudas rondando por mi cabeza.
¿¿¡En qué está metido Aaron??!

N/a
Gracias por leer mi historia.
Os quiero😚💞

Veinte besos y una estrofaWhere stories live. Discover now