Veinte besos y una estrofa

#11 You can kiss me

Dedicado aandreaa06

*narra Leila*
El viaje no se me hizo tan largo como pensaba que se me haría y si os lo confieso me ha encantado ir en su moto.
Antes de bajar Aaron me puso una venda en los ojos y me ayudó a bajar.
Puso una mano en mi espalda para guiarme y la otra agarraba mi mano para no caerme. Sentí una fuerte corriente recorrer mi columna vertebral cuando me cogió la mano.
Avanzamos por un camino. Yo por mi parte con pasos muy torpes ya que no veía nada. En ocasiones tropezaba y podía escuchar la risa de Aaron. ¡idiota!
Paramos y pude sentir debajo de mis converse algo arenoso. Me había traído a la playa.
-Voy a quitarte la venda ¿Vale? Susurro en mi oreja. Lo que me provocó un escalofrío.
Asentí y en unos segundos mis ojos estaban liberados.
¡No puede ser! Me había traído al acantilado. Hacía mucho tiempo que no venía.
-¿Te gusta? Dijo él todavía con sus manos en mi cintura.
-Si, Aaron me encanta. Dije para girar sobre mis talones. Le abracé y deje que su olor se introdujera en mis fosas nasales y que se impregnara en mi ropa.
-Un momento ¿Cómo sabías lo del acantilado? Dije.
-¡Arruinaste el momento! Dijo con una cara divertida. - Dan me lo dijo todo. Dijo sonrojándose ¡oh!
Entramos dentro de la cueva del acantilado y para mi sorpresa en una roca había una rosa con una carta.
Avanzamos hasta ella. Cogí la rosa y la acerqué a mi nariz. Enserio amo las rosas.
-la carta, no la leas todavía. Dijo Aaron algo serio.
-Y entonces... ¿Cuándo? Dije perdiéndome en sus ojos verdes...
-Te avisaré cuando sea el mejor momento.
Asentí un poco confundida. Su carta. Sus normas.
Y así transcurrió la noche él y yo sentados en la arena. Con mi cabeza apoyada en su hombro y riendo por todo y por nada.
Sinceramente llevo buscando esto...años. Él y yo simplemente.
-Aaron. Dije llamando su atención.
-mhh. Dijo él
-Deberíamos irnos. Son... ¡¡Las cuatro de la mañana!! Dije poniéndome de pie de golpe.
-¡¡Ey!! Frena el carro que mañana es fiesta y mañana no hay instituto. Dijo aun sentado en la arena.
Gran verdad. Me volví a tumbar en la arena.
Dato importante: Aaron trajo una manta.
Puse mi cabeza en su pecho y observamos las estrellas.
Después de unos minutos de silencio habló.
-Leila. Dijo doblando sus brazos debajo de su cabeza. -¿Dan y Jack tienen algo?
Me levanté sobre mi cadera y apoye mis brazos en su pecho.
Me encogí de hombros y asentí algo dudosa. - ¿Tu que crees? Dije observando disimuladamente sus fornidos biceps.
- Creo que tienen algo. Al igual que Liam y Sami. Ambos asentimos y sonreímos a la vez.
Y luego todo lo demás sucedió en cosa de segundos. Ambos nos quedamos en silencio y mirándonos a los ojos. Me acerqué lentamente a sus labios. Quería parar pero no podía era como si mis labios y los suyos tuvieran magnetismo. Aaron me cogió por las caderas haciendo que quedara encima de él. Sus labios y los mios se rozaron lentamente y luego sus labios se instalaron sobre los mios. El beso era lento. Delicioso. Su lengua se introdujo en mi boca y yo le correspondí. Poco después ambos estábamos besándonos lentamente sobre la arena teniendo una guerra de lenguas, que en la que ninguno ganaría.
Me separé de él con la respiración entrecortada y apoyé su frente con la mía. De la forma en la que nuestras narices estén rozándose.
-Leila. Dijo él con la respiración entrecortada.
-hmm. Dije con mis ojos aun cerrados.
-Siento algo por ti y realmente no se lo que es pero...me encanta.
Sus palabras me tomaron por sorpresa y di un beso corto en sus labios.
-Vamos despacio ¿vale? Dijo mirándome a los ojos. Nunca me había fijado que sus ojos bajo la luz de la luna son más claros de lo normal.
Asentí y el empezó a dar pinceladas sobre mi cuello con sus besos. Me encanta. Sinceramente me vuelve loca.
Y así transcurrió toda la noche. Tumbados sobre aquella manta, hablando de todo y besándonos sin ningún temor.

****
Me levanté muy tarde. Estaba feliz como si flotará sobre una nube.
Hice lo de todas las mañanas. Llamé a mis amigas y las invité a mi casa. Necesitaba contárselo. Estuve ayudando a mama a limpiar la casa y estuve leyendo con mi padre en su biblioteca.
Terminé de comer y en escasos minutos mis seis amigas aparecieron por la puerta. Saludé a todas y las guié hacia mi cuarto.
Nos sentamos en el suelo haciendo un circulo y procedí a hablar.
Las conté todo con lujo de detalles y mis amigas chillaron y saltaron de la emoción tanto que mi madre subió corriendo a mi cuarto a ver si estábamos bien.
-Estoy saliendo con Jack. Dijo Dan sonrojándose ¡Que tierna!
-¡¡Cuenta Cuenta!! Dijeron Dinah,Sami y Eli a la vez. Si lo se, somos un cliché demasiado grande.
-El otro día cuando estuve mala apareció en mi casa. Me preguntó que tal estaba y se quedó cuidándome toda la tarde.
- ¡¡Ohhhh!! Dijimos todas a la vez.
-Al irse le acompañé hasta la puerta y antes de irse nos besamos y... Bueno me pidió salir.
-¡Enorabuena! La dijimos nosotras.
Me alegro mucho por ella. Se lo merece. Se que lo ama. Como yo amo a Aaron.
Pasamos toda la tarde hablando. Amo pasar tiempo con mis amigas. Se que con ellas puedo ser la persona mas cliché del mundo y se que me seguirán apoyando.
Llegadas las ocho mis amigas se tuvieron que ir. Me senté en el sillón de mi ventana y la abrí. El aire frío me entró de golpe haciendo remover mi pelo. Me hice un moño dejando caer algunos mechones de mi cabello.
Miré hacia el mar y un montón de recuerdos se amontonaron de golpe en mi cabeza. La primera vez que lo ví, cada una de sus miradas, la vez que me salvó la vida cuando me caí de la tabla de surf, la cita doble que Dan organizó y nuestro casi beso, la cita del acantilado y todos nuestros besos. No pude evitar sonreir estúpidamente y una lágrima de felicidad resbaló por mi mejilla. Miré su carta y otra sonrisa apareció en mi cara. Tenía muchas ganas de leerla pero respetaría su decisión.
Solo tengo clara una cosa. Lo amo y quiero pasar el tiempo que me queda a su lado y no me importa lo que opinen los demás porque se que me hace feliz y eso es lo que realmente importa.

N/a
Gracias por leer😝💞