A los quince yo...(Editando)

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¿Recuerdas que te mencioné que Elizabeth en ese tiempo era un verdadero demonio comnigo?

Pues era la verdad, ya te conté, cuando una persona empieza a importarme, haría cualquier cosa y de verdad lo digo.
Ella a veces, se enojaba así de la nada, o bueno, yo no encontraba una razón de su enojo.
Me dejaba de hablar, me ignoraba y no me dirigía la palabra. Y yo no sabía la razón. De verdad la quería, y aún lo sigo haciendo. Pero no sabía lo mal que me hacía sentir.

Ella hacía lo mismo que yo, cortarse. Cuando descubrí solo pensaba en que cosas le habría pasado.
Todos tenemos problemas lo sé, yo he tenido muchos. Pero creo que no es necesario hacerlo cuando tienes alguien que te apoye.
Yo nunca lo tuve cuando empecé hacerlo, esa era la razón por la cuál lo seguía haciendo. También por la razón que nunca le contaba a nadie sobre mis problemas y el como me sentía. Todo me lo guardaba.
Yo la intente ayudar y hasta ahora creo que hice un buen trabajo, con la ayuda de Jeanette, Vanessa y Guadalupe.
Me hacía sentir muy bien apoyar a otras personas. Es más me gusta ver a la gente feliz, aunque yo no lo esté.
Todos merecemos ser felices alguna vez, en la vida.